Crecer - Yeonbin

07

Yeonjun observaba atento a Soobin rodeado de todos sus compañeros, desde lejos junto a la maestra.

- ¿No vas a despedirte de Soobin, Yeonjun? - La profesora  puso su mano sobre el hombro de Yeonjun. El menor asintió con una pequeña sonrisa, era solo que prefería estar solo con Soobin y no cuando estuviese con los demás niños.

- Profesora ¿Soobin va a volver? - Yeonjun levantó su rostro para poder mirar a la mujer con una expresión seria. Aún cunado Soobin ya se lo había confirmado, necesitaba estar más seguro, su madre no podía mentirle; no lograba deshacerse del temor de que en realidad Soobin no volviera. 

- Claro que sí, él no puede dejar sola a su mamá. - Sonrió la mujer. Yeonjun entonces miró con sorpresa, era cierto Soobin no podía olvidarse de su madre.

- ¿Se va a quedar sola, maestra?

- Bueno, Soobin es mi único hijo y no soy tan vieja todavía, así que sí, viviré un tiempo sola mientras Soobin termina sus estudios, después ya el tiempo decidirá. - Le explicó la mujer a Yeonjun, sintiéndose ligeramente intrigada acerca de la curiosidad que el pequeño denotaba en el asunto. Yeonjun asintió de nuevo, tomándose un tiempo para repetir en su cabeza sus palabras "después ya el tiempo decidirá" 

- Maestra, Soobin y yo... - Yeonjun comenzó a hablar, pero de un momento a otro se detuvo, porque se percató de que tal vez debía cuidar sus palabras, él mismo había dicho que podrían mantener todo en secreto, ahora recordaba que nadie debía saber si quería que todo fuera bien.

- ¿Soobin y tu qué?

- Soobin y yo nos hicimos buenos amigos, así que yo puedo cuidar de usted mientras él esté estudiando, maestra. - Yeonjun sonrió ampliamente, porque la mamá de Soobin ha sido su maestra favorita. La mujer sonrió también y se inclinó para abrazar por los hombros a Yeonjun.

- Muchas gracias, Yeonjunnie, también voy a cuidarte. - La maestra se sentía feliz de estar conociendo a este nuevo Yeonjun, quien ahora le sonreía más e incluso le expresaba mas claramente su amabilidad, también lo que había estado notando más participativo en clases y no había nada que quisiera mas que es, porque si algo tenía Yeonjun era inteligencia, pero le faltaba saber cómo compartirla.

Estaba tan segura de que Yeonjun ni siquiera debería estar con ella en ese nivel, lo veía preparado para más, más que los demás, listo para lograr cuanto quisiera, pero suele darse en la vida la ironía de tener escasez de oportunidades y exceso de voluntad; y como maestra, como madre incluso, le parecía profundamente injusto para Yeonjun, que no tenía la culpa de absolutamente nada, i de carecer ni mucho menos de pertenecer a un lugar en el que no se le permitía crecer de acuerdo a sus capacidades y a sus metas. Sus padres debieron haberse percatado antes que ella; los padres deberían saberlo todo acerca de sus hijos, o lo suficiente para su felicidad.

- Yeonjun. - Habló Soobin, acercándose a pasos lentos donde estaba su mamá con Yeonjun, el menor le sonrió tímido y soltó un suave suspiro que había estado guardando o de la nada surgió. - Adiós...

Yeonjun se percató de que la maestra se había alejado de ellos. Se cohibió un poco cuando Soobin se inclino hasta su altura para mirarlo de frente con una sonrisa pequeña. Su pequeño corazón se sobresaltó, pero decidió que no se mostraría inseguro, nunca mas.

- Hyung. - Yeonjun dio un pequeño paso hacía adelante para quedar más cerca de Soobin. - Cuidaré de tu mamá mientras no estés...

- Ah... - Soobin no pudo evitar sonreír enternecido ante Yeonjun. - Muchas gracias, Junnie, también cuida de Beomgyu y pórtense bien. - Yeonjun asintió ante las palabras de Soobin, cuidaría de su madre y de Beomgyu, estudiaría mucho, se portaría bien y crecería para que  cuando Soobin regresara se diera cuenta de cuan responsable había sido, de que ya no era un nene.

- Lo haré, hyung. - Asintió Yeonjun con su cabeza,  seguro de sus palabras, seguro de sí mismo. - Haré todo lo que me digas. - El menor solo así sentía que le demostraría a Soobin que sí podrían ser novios.

- Sos un nene bueno. - Soobin murmuró con una sonrisa en sus labios, sus palabras estaban dirigidas mas para él mismo que para el menor, porque estaba dándose cuenta de que Yeonjun dejó un muy bonito recuerdo, uno que no olvidaría.

- Y cuando vuelvas seré un buen hombre. - Yeonjun entonces bajó un poco su mirada, porque sabia que pasaría mucho tiempo para eso y estaba ansioso de que pasara pronto. - voy a extrañarte...

- Yo también. - Soobin no perdía nada con mostrarse afectuoso hacia un nene que al parecer tanto lo admiraba, él mismo podía darse cuenta de la ilusión en la forma que tenía de mirarlo. No era algo que tuviera considerado contar, pero hasta cierto punto le parecía lindo que un niño estuviese pasando su primer amor con él;  las primeras veces son difíciles pero están llenas de expectativas e ilusiones, Soobin lo sabia y no quería sr responsable de lastimar las de un nene chiquito, por lo menos no todavía, no así como así.

Yeonjun tomó aire y buscó un poco de valentía, con sus manos temblando ligeramente, terminó de deshacerse de la distancia y rodeó a Soobin con sus bracitos en un abrazo. Sonrió avergonzado porque estaba haciendo algo que lograba hacer a su corazón latir mas fuerte, como si eestuviese haciendo una travesura, algo malo que sentía tan divertido. Soobin correspondió el abrazo, sujetando su delgado cuerpo con cuidado, permitiendo que el menor recargara su rostro en su hombro.

- Hasta pronto, hyung. - Yeonjun se separó con una sonrisa amplia y sus mejillas ligeramente coloreadas de rojo.

- Hasta luego. - Soobin le devolvió la sonrisa.

 Estaba seguro de que Yeonjun lograría todo lo que quisiera y no solo por ser inteligente, sino porque se lo merecía y era capaz a pesar de los problemas, estaba seguro y quería que así fuera, quería verlo así cuando regresara; también estaba seguro de que esa infantil ilusión, ese juego de niños terminaría con el tiempo y quedaría como un sencillo y dulce recuerdo, así que sin mas se puso de pie y salió de la vida del pequeño Yeonjun.

<3