Crecer - Yeonbin

26

¿El transcurso qué tal fue? Bueno, tal vez si Soobin se hubiese dignado a dirigir tan sólo una palabra, Yeonjun hubiera podido dejar de sentir una presión asfixiante en el pecho por todo el camino.

Después de haber sido obligado a tomarse el café, logró sólo sentirse menos cansado, el agobio seguía ahí y no retrocedía. Tocaron la puerta a los minutos y Beomgyu fue quien la abrió, recibiendo a Kai acompañado de Soobin, el castaño luciéndose con una sonrisa brillante y Soobin simplemente estando ahí, sin estar al mismo tiempo, forzado a sonreír. Después de haberse presentado Kai a Beom, Soobin decidió emprender camino. Yeonjun se sintió incómodo, como una carga y eso era algo que detestaba.

El viaje en el carro no fue muy diferente. Yeonjun se mantuvo callado por voluntad, contestaba solo algunas preguntas y sólo obtenía charla por Beomgyu a su lado en los asientos de atrás, que seguía una conversación con Huening y buscaba integrarlo. Soobin condujo en silencio y en algún momento del viaje se había atrevido a levantar la vista para mirar a Yeonjun por el espejo retrovisor, maldijo por la situación entre dientes, porque no podía creer que no pudiesen actuar como si nada hubiera pasado entre ellos ¿Tanto se notaba? ¿Tanto había entre ellos? Él era un adulto y debería saber manejar la situación, Yeonjun no.

-Eu chicos ¿Cuándo lleguemos podemos tomar hasta olvidarnos de nuestros nombres? - Kai preguntó, denotando su vaga burla, dirigiendo su mirada hacia el rostro serio de Soobin a su lado en los asientos delanteros; porque sabía que eso era lo que quería su amigo, lo que le gustaría hacer, sólo olvidarse de todo, incluso podía asegurar que también lo quería así Yeonjun, si bien no lo conocía demasiado, algo se lo decía. Y no estaba muy equivocado.

-Me parece perfecto. - Yeonjun había contestado por primera vez sin que Beomgyu lo empujara levemente del brazo para hacerlo hablar. Miró por la ventana un momento corto y luego se decidió por alzar la vista hacia el espejo retrovisor, donde se encontró con los ojos de Soobin mirándolo. "Parece que podría olvidar mi nombre pero no el de Soobin..."

 Cuando llegaron al lugar, que al parecer según le explicaron, pertenecía a uno de los amigos que se reunían por la llegada de Soobin, hablaron un poco, sonriendo amables y convivieron para acoplarse, en especial Beomgyu, todo se veía tan natural en él, Yeonjun sentía envidia de eso.

Kai pensó que lo mejor sería dejar la cuenta de los tragos que Beomgyu seguía tomando, por el bien de su capacidad de retención; así que después del quinto decidió simplemente observar cómo se le pintaban los cachetes de rojo por la ebriedad y sonreír por la forma en la que su risa escandalosa salía de la nada sólo con cualquier palabra que le dijera.

Era divertido para él, lo era mucho, a pesar de que sólo tenia esa noche de conocerlo. Pero estaba bien para él, era amigo de Soobin y eso lo hacia su amigo también. Además, no era como si pudiese alejarse de él ahora que de repente Soobin y Yeonjun habían desaparecido. Estaba muy ebrio y mirándolo así cualquiera pudiese meterse en problemas sin vigilancia, en especial alguien tan joven; así que Kai se encargaría de él  esa noche.

Por otro lado, estaba más que intrigado por el paradero de aquel par. Su buena intuición le sugería que tal vez se habían escabullido de los curiosos y hubiesen buscado un lugar con mas privacidad para hablar o incluso algo más; pero la mala le decía que tal vez Soobin estaba tirado por algún lugar con una botella de alcohol y Yeonjun por ahí, ignorando la situación; en su opinión, ambos eran muy estúpidos ¿No era más fácil solo estar juntos si tanto se gustaban? Él haría eso, no es como si le gustaran las complicaciones, los corazones rotos y los tragos amargos. 

Y hablando de tragos amargos...

-Eu Kai, Junnie y Soobin ¿Hacen linda pareja, no? - Beomgyu ladeó suavemente su cabeza después de haberse terminado una bebida más, ni siquiera sabía de dónde salían, sólo tomaba. Lo había decidido desde que perdió de vista a Yeonjun, decidió que se olvidaría de él por primera vez y tomaría un respiro libre de su presencia, algo que nunca había hecho si lo pensaba bien.