Capítulo 14

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Boris

Sombra se negaba a darle el control a Damien y la manada entera se encontraba resguardada. Solo los lobos de confianza de Sombra se encontraban merodeando el terreno, esperando que el alfa recuperara el control.

- La luna se escapó de su seguridad y está corriendo por el territorio - me menciono Black preocupado.

- Protéjanla. Que no se acerque a Sombra - le dije con miedo, mientras corría y terminaba por transformarme en Polo.

Avance con preocupación por el terreno, detectando su olor y alcanzándola, pero cuando la encontré, Sombra la veía y termino por tumbarla para después acostar su pesada cabeza en sus piernas. Ella lo acariciaba de forma suave y dulce.

- La luna está con el alfa - informe por medio del enlace.

- ¿Está bien? - me preguntó Black preocupado.

- En perfecto estado- le respondí.

Leonid termino llegando en su forma de lobo y se ubicó a un costado detallando a la luna.

- Mantenga la distancia.

- Debí cuidarla mejor - me dijo con remordimiento.

- Ella está bien - lo tranquilicé mientras intentaba acercarme al Alfa.

- Mantenga la distancia Polo - me rugió Sombra por el enlace, así que detuve mi caminata.

Leonid se quedó alerta y todos solo formamos un círculo de guarda a su alrededor, hasta que la luna de la manada destructiva termino por llegar e intento atacar al Alfa, pero nuestra luna la neutralizo, demostrando que tenía un gran poder y que estaba dispuesta a defender a su lobo.

Por suerte la luna termino por lograr que Sombra le devolvería el control a Damien y ya solo nos quedaba esperar para mi combate. Traslade a Ania devuelta a la habitación de la casa principal.

- Aquí estarás más segura mis rizos - le dije cuando dejé sus cosas.

- Gracias - me respondió ella con una sonrisa linda -. Me alegro de que todo esté bien y ya el Alfa se encuentre mejor.

- Por suerte la luna logro manejar todo.

- Ella es la ideal para el Alfa - aseguro con orgullo.

- Loes - le aseguré acercándome a ella -. Te dejo, tengo que descansar, porque cuando el Alfa se recupere darán inicio al combate.

- Sé que todo te saldrá bien - me aseguro.

Dejé un suave beso en su frente y me fui. Termine por entrar a mi cuarto y darme un baño para descansar.

Tenía que conservar mi rango a como dé lugar era el legado de mi familia y era el legado que le dejaría a mi lobezno. Me preocupaba Ania ella se mantenía en el territorio para asegurar que nuestro lobezno recibiera su rango, pero si no tenía mi rango, ella podría volver a su región o instalarse en la ciudad con su hermano.

Termine por quedarme dormido después de un rato y mi cuerpo termino por quedarse tranquilo, recuperándome de todo el estrés y movimiento que había vivido en esos últimos días.

Cuando me desperté termine por bañarme y bajar a desayunar. Cuando entre al comedor, el alfa y la luna de la manada destructiva se encontraban desayunando, mientras que esta hablaba animadamente con Ania.

- Buenos días - terminé por saludar ubicándome en mi puesto.

- Buenos días - me saludaron.

- ¿El alfa y la luna?

La traición del betaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora