Ania
Que Boris me diera su lugar delante de su familia y de los omegas de la casa me había gustado mucho. Él me estaba dando mi puesto como su compañera y eso me alegraba, por primera vez las cosas se estaban tornando lindas para mí.
— Buenos días — saludé a los padres de Boris, quien estaban en el comedor.
— Buenos días — me saludaron mientras siguieron comiendo y yo avance nerviosa sin saber dónde sentarme.
— Muchacha, qué alegría tenerte — dijo la voz de Abuelo Boriso a mis espaldas.
— Buenos días, abuelo — lo saludé con una sonrisa.
— Buenos días. Ven siéntate junto a mí, con eso el desayuno es más ameno — me dijo con emoción.
El abuelo se sentó en el lado contrario de donde se encontraban los padres de Boris y yo me senté junto a él. Andreina termino por servirnos el desayuno en completo silencio. Al parecer la advertencia de Boris fue lo suficientemente intimidante como para que ella me dejara en paz.
— Buenos días — saludo Boris entrando al comedor y acomodándose a mi lado.
Terminamos por saludarlos y él esperó a que le sirvieran su comida. Mientras tanto dejo un suave beso en mis labios.
— Hola — le dije con una sonrisa.
— Hola, mis rizos. ¿Qué vas a hacer hoy? — me preguntó con curiosidad.
— Voy a ir a la ciudad con mi mamá, vamos a visitar a mi hermano.
— Entonces me apunto — me dijo él con felicidad.
— ¿Y tus responsabilidades como Beta? — le dijo su papá.
Boris dejó de verme para voltear a ver a su papá de forma serena mientras seguía comiendo.
— Por mi combate el alfa me dio unos días de descanso. Los cuales voy a compartir con mi compañera y lobezno — aseguro con tranquilidad.
Sonreí mientras le tomaba la mano y el término por apretármela de forma dulce y sonreírme con coquetería. Terminamos de comer en completo silencio, hasta que la mamá de Boris le hablo a Minerva.
— Minerva terminas de recoger y te espero en la cocina para organizar el menú de la semana — le aseguro y ella asintió.
— Mamá — la termino por llamar Boris con seriedad —. Ania es quien debe decidir ese tipo de cosas — le aseguro y ella lo miro con asombro.
— Ustedes van a salir y consideré conveniente que siguiera haciendo esa labor. Tú sabes que Anastasia es muy exigente con la comida.
— Anastasia es exigente con todo, pero se tendrá que acostumbrar a las decisiones que Ania tome en la casa — le aseguro —. Minerva, cuando Ania llegue, se sentarán para ver lo de las comidas.
— Si Beta — le aseguro ella con respeto mientras seguía recogiendo.
Boris terminó por ponerse de pie y tenderme la mano para ayudarme a ponerme de pie. Avanzamos fuera del comedor despidiéndonos del abuelo Boriso quien tenía una gran sonrisa y de los padres de Boris, quienes se encontraban en completo silencio.
— Voy por mi bolso — le dije con una sonrisa.
— Te espero en el garaje — me aseguro mientras tomaba su chaqueta.
Avance hacia el cuarto y termine por arreglarme un poco en el espejo, para después tomar mi bolso y salir. Avance hacia el garaje y me encontré con Boris, quien revisaba su camioneta todoterreno quien tenía platón.
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La traición del beta
Hombres LoboAnia Ivanov soñaba con encontrar su compañero y vivir una vida tranquila en su región natal en Anádyr, no soñaba que fuera un omega de nivel superior, ni mucho menos un lobo de alto rango, ella solo quería a su compañero que la amará y acompañará en...