Estaba en casa haciendo tarea después de un día largo de escuela cuando llamaron a mi puerta. Así que me acerque a abrir.
-hola T/N- era Aidan, carajo y yo mal vestida y desarreglada.
"Arregle" con mi mano mi cabello alborotado- hola Aidan, ¿qué haces aquí?- cuestioné nerviosa.
-Bueno mañana me iré a Seattle ya que solo era un viaje por 3 días así que te ayudaré en todo lo que pueda para saber cuál es tu-
-raison d'etre- terminé por él.
-así es, así que andando- entró a mi casa y fue al living.
-muy bien, ¿qué debo hacer?- me senté en el sillón.
-Primero dime, ¿cuáles son tus pasatiempos?- cuestionó a lo que hice un puchero con la boca.
-leer, escuchar música, salir a caminar- me encogí de hombros.
-¿alguna vez intentaste escribir un libro o novela?- negué con la cabeza- ¿tocas algún instrumento?- volví a negar- ¿haces ejercicio?- nuevamente negué con la cabeza.
-¿a qué viene esto?- cuestione sin entender.
-puede que tu raison d'etre esté ligado a tus pasatiempos pero ya me di cuenta que no- frunció los labios.
-Bueno no es un buen comienzo- hice una mueca.
-¿cuál dirías tú que son tus fortalezas?- parecía más una consulta psicológica.
-no lo sé, sé dibujar aunque hace años que no lo hago- fruncí los labios.
-muéstrame- ordenó.
Fui a mi habitación y saqué los dibujos debajo de mi cama y me dirigí al living nuevamente.
-solía dibujar cuando tenía 13 años, papá me compraba cosas para que yo dibujara, decía que le gustaba verme hacer eso- sonreí por la nostalgia.
-son muy buenos- los admiraba y sentí mis mejillas calientes.
-Gracias pero no sé si aún pueda hacerlo- reí levemente.
-dibújame- pidió.
-¿qué?- fruncí mi ceño.
-como escuchaste, dibújame. No sabrás si sigues siendo tan buena como en esos años- sonrió y se sentó en el sofá.
Comencé a dibujarlo pero me sentía nerviosa, cosa que es extraño porque de niña nunca me puse nerviosa. Sentía mis manos sudar, el lápiz lo movía de más. Esto es complicado.
-no sabía que los artistas sudaran a la hora de dibujar- fruncí mi ceño y caí en cuenta que la que estaba sudando era yo.
No dije nada y continué dibujando. Sentía que había mucho contacto visual ya que dibujaba sus ojos pero cuando lo hacía, al plasmarlo en la hoja no me convencía- ¿crees que me puedo acercar más para ver tus ojos?- cuestione y sonó mucho mejor en mi cabeza.
-por supuesto- dijo y me acerque con temor.
Me senté a su lado y admiraba sus ojos, como había un brillo resplandeciente al momento en que ponía toda su atención en algo. Y ese algo, en este momento, era yo.
-¿siempre haces eso?- cuestionó y no entendía su pregunta.
-¿a qué te refieres?- cuestione mientras seguía dibujando.
-morder tu labio- no me había percatado que hacía eso.
Deje de hacerlo inmediatamente y continué con mi dibujo pero era imposible no morder mi labio.
Levante un poco la mirada y pude notar que estaba muy cerca de mi. Así que por instinto me aleje.
-ya... está el dibujo- se lo di mientras me acomodaba en el sofá.
-jamas me habían dibujado así de bien- mencionó con una sonrisa.
-no es la gran cosa- le reste importancia.
-claro que lo es- me observó- dibujas estupendamente bien- tomó mis manos.
-hace años no lo hacía desde que papá se fue- comenté- no tenía que decir eso- reí sin gracia.
-fue un error dejar de dibujar, eso es tu-
-raison d'etre- dijimos al mismo tiempo y reímos.
Al momento de dejar de reír estampó sus labios con los míos. No deje que pasara tiempo y correspondí enseguida.
-T/N- escuché una gritó y me aleje.
-mamá- me levante del sofá alejándome de Aidan.
-lo siento, no quería incomodar- comentó Aidan.
-véte Aidan- ordene pero mamá no lo dejó irse.
-oh claro que no, tienen que explicar- se cruzó de brazos.
Le expliqué a mi madre todo, a excepción de los sueños, me creería loca y esquizofrénica y lo más seguro es que me internaría en un manicomio.
Aidan le explicó a mi madre y ella quedó convencida. Se fue a las cabañas y solo quedamos mi madre y yo. Bob obvio se llevó su auto.
-¿te gusta ese chico?- cuestionó mientras cambiaba los canales de la televisión.
-mamá- chille y ella solo se rió- apenas lo conozco- mencione mientras me escondía en mi suéter.
-lo que digas, T/N,lo que digas- acarició mi cabello.
-por cierto, ¿por qué volvieron antes?- cuestioné ya que desde que llegó nunca me lo dijo.
-ya quería volver contigo- no me convencía- la verdad es que extrañaba la casa y pasar tiempo contigo, Miami es muy lindo y divertido pero nada como estar en casa con mi monstruo dormilona- me hizo cosquillas.
-ya mamá- dejó de hacerme cosquillas.
-te quiero hija- me abrazó.
-y yo a ti- correspondí su abrazo.
(...)
Pasaron algunos días y Aidan ya había vuelto a Seattle. Lo seguía viendo en mis sueños, pero tenía una gran cuestión que no me dejaba dormir.
-T/N- llamó mi atención Bob- tu madre y yo hablamos y pensamos que hacer un viaje entre nosotros sería fantástico- asentí- ¿a dondé te gustaría ir?- cuestionó.
-¿yo eligire el destino?- asintieron y sin dudarlo más hablé- Seattle.
-por Dios, cariño, creí que eligirías no sé, Nueva York o Los Angeles- frunció su ceño- no a Seattle que nos queda a 5 horas en auto- le restó importancia.
-es que Seattle es una ciudad-
-¿fría? Ya lo creo- me interrrumpió Bob.
-no, bueno si lo es pero me gusta el lago y el muelle que tiene Seattle, es hermoso- suspiré.
-solo haz ido una vez y tenías 4 años- no tienes idea, mamá.
-si pero lo he visto en Google- me excusé.
-bueno, a Seattle iremos- dijo Bob con tremenda sonrisa. Sonreí ya que vería a ojitos.
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Holiiiii
Me perdí varios días pero etamo´ devuelta.
Espero y les guste:)
AldinedeGallagher
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El chico de mis sueños
FantasyEl amor de tu vida, ¿cómo sabes qué es el amor de tu vida? Yo lo sé porque en el momento que vi sus ojos lo supe. Te encontrare fuera de mis sueños, y estaré enamorada de ti como la primera vez que te vi en aquel sueño. ¿Cómo se busca entre tanta...