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En Miami
Narradora

-bob- alzó la voz Louis.

-¿qué pasa cariño?- salió de la piscina y se acercó a la antes mencionada.

-¿debería hablarle a T/N?- mencionó preocupada.

-debe estar dormida- tranquilizó a Loius.

-tienes razón, mañana le llamo debe...-

-pensara que no le tienes confianza, tranquila, debe estar viendo películas de barbie o dormida- sonrió bob.

No te imaginas Bob.

Dentro del sueño
T/N Smith

-extraño a mamá- susurre a lo que Danielle tomó mi mano.

-tranquila, cuando pase todo esto la llamaras- sonrió y me hizo sentir tranquila.

-bien, llegamos- nos detuvimos en un bosque bastante tenebroso, sin luz ni siquiera luciérnagas. 

-T/N- llamó mi atención Felki- la linterna-

-toma- la saque de mi mochila.

-andando- la detuvo Sebastian.

-ey tranquila- mencionó- hay que ser cautelosos- dio una sonrisa ladina.

Entramos de poco a poco. No soltaba para nada la mano de ojitos.

Caminábamos y veíamos a todos lados, esto ya empezaba a darme miedo.

-ey tranquila, olfatean el miedo y nos pueden descubrir- susurró Felki.

Asentí y traté de relajarme. Aún se podía ver hacia atrás y se veía las luces. Pero alguien alumbró con una linterna.

-ey alto, policía de los sueños- gritó alguien detrás de nosotros.

Mierda- corran- gritó Sebastian.

Y eso hicimos- debemos escondernos, nos vemos aquí- ¿quieren separarnos?

Ellos se fueron y Felki se llevó a Danielle.

Corrí con ojitos y busqué un lugar para escondernos.

Nos escondimos detrás de un árbol bastante grueso, alumbraron con sus linternas pero se fueron a la otra dirección.

-carajo eso estuvo cerca- mencioné y ojitos me miraba con algo de calma.

Acarició mi mejilla y me acercaba a él lentamente, volví a sentir su respiración, sentía que el corazón me latía a 1000 por hora.

Juntó nuestras frentes y ya no lo soporté, junté nuestros labios. Parecían encajar a la perfección, se movían al compás del otro.

Pero escuchamos un gruñido. Nos separamos y volteamos a un lado.

Había un monstruo, se levantó y no lo podía creer.

-papá- musité.

En ese momento me paralice del miedo, no sabía que hacer, no podía creer que él era mi pesadilla.

Recordé que siempre me daba miedo que volviera y actuara como si nada pasara. Que volveríamos a ser esa estupida familia infeliz. Llena de mentiras y engaños.

Ojitos le disparó con su pistola inmovilizadora y tomó mi mano para correr.

Llegamos al punto de reunión y ahí estaban todos.

-¿qué pasó?- cuestionó Felki, ojitos no podía decir nada y tampoco yo.

Escuchamos como pasos fuertes y secos se acercaban a nosotros.

El chico de mis sueños Donde viven las historias. Descúbrelo ahora