Inmoral

V

5. Ámbar.

Bastian

– Mira lo que te he traído – Kayden me extiendo un block casi nuevo por completo y trae un lapicero en su otra mano.

– No tenías por que – Le hago saber tomando el block entre mis manos con cierta emoción que trato de ocultar.

– Pero lo hice porque soy muy buen amigo – Dice con egocentrismo pasando una mano por su cabello.

– Hablo enserio, tengo uno casi nuevo que me trajo mi tía – El me mira esperando que añada algo más — Pero gracias Kayden, de verdad.

Me abraza repentinamente y da alrededor de tres golpes en mi espalda mientras murmura un "de nada, de nada" se separa de mi y cuando se va a sentar en su cama aplaude como si se le hubiese olvidado decirme algo.

– ¡Te vi con ella! ¡Vino a verte y no me dijiste! – Me observa con los ojos entrecerrados,

Me encojo de hombros.

– Ni siquiera sabes si es ella - Murmuro.

– Oh créeme que lo es, son casi iguales y la cara de tragedia que tienen ambos es la misma – Entorno los ojos.

– ¿Cara de tragedia?

– Si, ya sabes como si no recibieran buenas noticias ningún día de sus vidas – Explica.

– Es casi así – Comentó mientras dejó el block sobre el escritorio con espacio limitado – Aunque... Tengo nueva fecha de juicio, solo que esta vez ambas darán su testimonio y hay más evidencia – Admito con una pizca de entusiasmo extendiéndose en mi pecho.

Suelta un jadeo de sorpresa y brinca en su lugar antes de exclamar:

– ¡Sabía que saldrías de aquí! ¡Te lo dije! – Me limito a asentir ya que el está emocionado por ambos.

– Pero no es seguro...

– Ya cállate Bastian, vas a salir y me vas a visitar, y me traerás regalos y todas esas cosas – Niego.

– No te visitare por siempre, tengo fe en ti y se que saldrás de aquí – El se mantiene un corto tiempo callado pero asiente como si no me creyera del todo.

– Mi caso lleva más tiempo, quizá no sea tan turbulento como el tuyo pero se que mi condena no es más baja que 5 años si me encuentran culpable.

Analizó sus palabras y se que está en lo correcto. Y aunque nunca me había dicho detalladamente lo que sucedió para acabar en la cárcel, lo único que se es que también está aquí por homicidio.

– Pero saldremos, lo lograremos Bastian – Nos da ánimo a ambos y le sonrío por primera vez permitiéndome tener esperanzas durante este tiempo.

***

– ¡Ya basta papá por favor! – El grito de Jade proviene desde el cuarto de mamá y papá.

Yo trato de concentrarme en los crayones sobre la mesa y en el dibujo tal y como papá me dijo que hiciese. Me salgo de la línea en muchas ocasiones ya que los gritos de mi hermana hace que mi mano tiemble de nervios.

Me levanto de mi puesto dudoso y mis pies se mueven a paso lento hasta encontrarme en frente de la habitación de donde los gritos provienen.

– Papá ¿Puedes parar? Me estás asustando – Digo lo suficientemente alto como para ser escuchado.

– ¡Bastian ayúdame! – Jade está llorando, es bastante obvio.

– ¡Papá! ¡Déjame pasar papá! – Golpeó la puerta y giró la manilla en vano porque está cerrada.