Capítulo 12

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Sergio y Mesut durmieron horas, el alcohol en su sangre y todo el "ejercicio" que habían hecho anoche los tenía completamente agotados.

Además ¿por qué querrían levantarse? Estaban junto a la persona más importante en sus vidas y se correspondían mutuamente, nada podría hacer que ellos se levantaran.

Se pasaron el día en cama abrazados viendo películas, ni siquiera se molestaron en cocinar algo para comer, simplemente pidieron algo a domicilio.

Durante todo el día Sergio estuvo muy acaramelado con Mesut, de repente lo abrazaba cariñosamente y dejaba pequeños besos sobre todo el teatro de Mesut haciendo que este se riera por la actitud del español.

-Eres tan lindo quillo- Sergio dijo mientras abrazaba a Mesut por la espalda y dejaba pequeños besos en sus mejillas.

-Tu también muy lindo- Mesut dijo entre risas.

-Quédate a dormir esta noche- Sergio puso su rostro encima del hombro de Mesut y lo miró con ojitos de cachorro triste.

-Mañana tenemos entrenamiento, no tener ropa cambio aquí-

-Puedes usar algo mío-

-No quedarme tú ropa-

-Podemos ir a tu departamento y traer algo de tu ropa aquí-

-Nos van a ver llegar juntos-

-Ya hemos llegado juntos a entrenamientos-

Mesut miró severamente a Sergio y este bajó la mirada.

-Podemos ir a un café después del entrenamiento- Mesut dijo captando toda la atención del español el cual lo miraba felizmente.

-Actúas como un cachorrito- Mesut se rió a carcajadas.

-Tu me haces actuar así mi amado Alemán- Sergio atrapó a Mesut en un fuerte abrazo y ambos se rieron alegremente.

-Ich liebe dich (te amo)- Mesut dijo dulcemente.

-No de que significa pero todo lo que sale de tu boca es hermoso- Sergio miraba atentamente a Mesut, sus ojos brillaban y tenía un leve sonrojo en su rostro que solo lo hacía ver más lindo todavía.

Ambos se echaron a reír y se besaron dulcemente.

- - - - - - - - - -

Al día siguiente ya en el entrenamiento Sergio se encontraba hablando con Iker en los vestuarios.

-Eu quillo, ¿qué tal te fue con la migraña de ayer?- Sergio se rió al recordar todo lo que el capitán había bebido.

-La verdad bastante bien- Iker sonrió recordando lo sucedido ese día.

-¿Que dices? Pero si tú tomas un poco y al día siguiente ya estás con un gran dolor de cabeza-

-Bueno esta vez mi resaca fue aliviada rápidamente-

-Eso suena sospechoso eh-

-Cada uno con sus secretos, y ¿a ti?, ¿qué tal te fue con Mesut? Hoy los veo muy cariñosos-

-¿Cada uno con sus secretos no?-

-Jaja como digas- Iker golpeó el hombro de Sergio y le guiñó un ojo.

-¿Qué creen que hacen? ¡Vuelvan al entrenamiento!- Mourinho les gritó al verlos.

-Por favor mister, aún seguimos con resaca de la celebración de anteayer-

-¡No me vengan con eso, los eh visto venir a entrenamientos ebrios, vuelvan al campo, harán entrenamiento extra!- Mourinho los empujó a ambos fuera del vestuario y quedó solo.

Había estado trabajando muy duro en el entrenamiento de hoy, no quería tener ni un minuto libre para pensar en lo que sucedió dos días atrás.

Si, Mourinho recordaba perfectamente haber besado a Guardiola, recordaba perfectamente el por que lo hizo y lo que sintió al hacerlo.

Recordaba ese beso cada minuto del día y no podía evitar que su corazón se acelerara con solo recordarlo.

No había hablado con Guardiola desde ese día y tampoco planeaba hacerlo.

¿que se supone que sucedería ahora?

Guardiola le había correspondido el beso.

¿Acaso eso significaba que Guardiola sentía algo por el? Y más importante ¿Qué sentía Mourinho por Guardiola?

Después de todo él había iniciado el beso, el era responsable de todo esto.

El solo pensar en Guardiola lo ponía nervioso, comenzaba a recordar todas las veces que se le había quedado mirando porque simplemente quedaba atrapado en sus ojos.

Ese escalofrío que recorría su cuerpo con el toque del otro y el echo de que cada que él hablaba todos los ruidos en su alrededor se enmudecieran.

Definitivamente la capacidad que Guardiola tenía para generar con tanta facilidad estas reacciones en el era impresionante.

No sabía que hacer, podía enfrentarse a Guardiola y arruinar la amistad que volvían a cultivar o podía evitar la situación hasta quedar en el olvido...

En ese momento una llamada entrante hizo que saliera de sus pensamientos.

Desgraciadamente la persona que lo llamaba era la persona que había estado evitando estos últimos dos días.

-Hola...-  Mourinho contestó algo nervioso.

-Hasta que por fin contestas, llevo dos días intentando contactar contigo-

-Eh tenido mucho trabajo-

-No tienen partidos esta semana-

-Bueno mi tiempo es oro Guardiola ¿Qué quieres?-

-Idiota...te llamaba para saber si nos podemos juntar a hablar-

-¿Sobre qué?- Mourinho sabía a lo que Pep se refería, pero sabía que si lo veía cara a cara no podría hacer como que ese beso nunca sucedió...

-Bueno...el día que te invité a mi casa...- El tono de voz de Pep se hizo más bajo.

-Ah si, creo que me emborraché de más...yo, lamento lo que sea que hice estando ebrio-

-Tú...¿no recuerdas qué pasó esa noche?- Mourinho podía notar como la voz de Pep se hacía cada vez más suave...cada vez ¿más triste?

-No...-  ahí mismo el corazón de Mourinho se rompió, le dolía tanto hacer esto, pero prefería sufrir esto un millón de veces a volver a perder a Pep.

-Oh...entiendo, perdón por las molestias sigue con tu trabajo- Pep cortó la llamada.

Mourinho se quedó ahí, envuelto por un horrible silencio, sintió como las lágrimas comenzaban a recorrer su rostro.

-Enserio me enamoré de Guardiola eh...- Mourinho no pudo evitar reírse de sí mismo entre lágrimas.

-Soy realmente patético...-

¿Rivales amantes?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora