¿Rivales amantes?

Capítulo 24

(Quien pudiera ser ese masajista 😭)

Kaká ah estado quedándose un par de días con Alves, se la habían estado pasando muy bien juntos, la incomodidad se había ido por completo y no habían vuelto a hablar sobre la confesión de Alves.

Ya era de mañana y como de costumbre Kaká ya había despertado.

Después de tomar una ducha notó que no le quedaba más ropa limpia, ya había usado toda la ropa que se había dejado días anteriores en casa de Alves.

Sin hacer mucho ruido entró a la habitación de Alves y comenzó a buscar algo de ropa de su talla para poder tomar prestada.

Alves era bastante más pequeño que Kaká así que el encontrar algo que le quedara bien fue algo difícil. Finalmente encontró una polera y unos shorts de más o menos su talla.

Estuvo a punto de irse pero escuchó como Alves se movía y se destapaba de las sábanas mostrando que se encontraba semidesnudo.

Kaká maldijo para sí mismo a Alves por dormir de ese modo, no pudo evitar recorrer cada tatuaje, cada centímetro del cuerpo del otro.

Jamás había mirado de esa forma a ningún hombre pero joder Dani si que tenía una muy buena figura.

En cuanto comenzó a sentir que algo comenzaba a crecer en su ropa interior Kaká salió de sus pensamientos y comenzó rápidamente a caminar fuera de la habitación de su "amigo".

-"En qué clase de cosas estoy pensando por Dios"- Kaká pensó para sí mismo.

Para dejar de pensar en eso y para relajar su parte baja Kaká decidió preparar el desayuno para el y para Dani.

Después de un rato Kaká sintió como Alves salía de su cuarto y se aproximaba a la cocina, por alguna razón esto lo puso un poco tenso, como si Alves supiera que lo había estado mirando mientras dormía.

(suena a acosador ¿no?)

-Buenos días- Kaká saludó intentando sonar tranquilo.

-Buenas- Alves se tallaba los ojos intentando despertar, aún no se acostumbraba a los horarios de Kaká.

-¿Esa es mi ropa?- Alves preguntó al ver la ropa que Kaká llevaba puesta.

-Ah si, la tomé prestada porque la mía está sucia, espero no te moleste-

-Está bien, más tarde pongo a lavar tu ropa- Alves veía atentamente a Kaká.

Su ropa le quedaba tan pequeña, la polera le quedaba bien pues Alves solía comprar poleras un par de tallas más grandes, pero los shorts, Dios los shorts le quedaban tan ajustados que no dejaban nada a la imaginación.

Alves sabía que si seguía mirando sería descubierto pero no podía despegar su mirada del trasero de Kaká, tenerlo durmiendo bajo el mismo techo y no hacer nada ya se le hacía muy difícil como para ser tentado de esa manera.

-Oye Ricardo...- Alves dijo sin despegar la vista de Kaká.

-Dime- Kaká seguía concentrado en el desayuno.

-Te daré otra cosa para que te pongas-

-¿Qué hay de malo con esta ropa?- Kaká volteó a ver a Alves.

-Si sigues usando eso, no podré contenerme y terminaré follándote contra el mesón de la cocina- Alves dijo con un rostro serio.

Las palabras de Alves dejaron a Kaká completamente sorprendido, la forma en que lo dijo puso a Kaká tan jodidamente caliente y ni hablar de que Alves seguía en ropa interior y con un rostro serio.