—¿Recuerdas cuando te perdiste por andar sobre pensando y te tuvo que traer la señora de los tamales?—.
Está asintió. —Me dió mucho miedo.
Un niño me dijo señora—.La rubia rió. —¿Qué hora es?, Ya tenemos que ir al hospital—.
Jimin estaba comiendo lonches cuando revisó su celular. —Las ocho, ¿Ya vamos?—.
Minjeong manejaba el vocho de Jimin mientras está estaba dormida en el asiento del copiloto.
"Ya quiero que me dedee". Pensaba con una sonrisa.
Pasaron unas horas y Jimin por fin tenía su brazo derecho libre.
—Te tengo una sorpresa—. Dijo Kim.
Está alzó una ceja. —¿Cuál?—.
—Tenemos dos citas pendientes—.
Está rió. —Que ocurrente, ¿Tú me vas a invitar a una cita?—.
—¿No me crees capaz?—. Se hizo la ofendida. —Quiero invitarla a una cita, señora Yoo—.
Esta asintió riendo. —Esta bien, ¿A dónde vamos?, Señora Kim—. Siguiéndole el juego.
—Vamos a pasear, para celebrar tu bracito—.
Iban en la carretera igual que esa mañana, Minjeong al volante y Jimin creyéndose un Super Junior.
Un paseo de domingo tranquilo era lo que estaba en la mente de la rubia.
Comer algo y con suerte poder volver a darle un beso a la más alta.—Minjeong—. Llamó la contraria.
—¿Qué pasó?—. Preguntó sin despegar la vista de la carretera.
—Quiero hacer pipí, párate en un Oxxo—.
—Chingada madre, Jimin ¿Por qué no fuiste en el hospital?—.
Está frunció el ceño. —Que asco, ahí hay puro loquito del centro—.
Minjeong siguió conduciendo hasta llegar aquél lugar que pedía, se bajaron y mientras Jimin quien sabe a dónde iba, Minjeong compraba comida.
Compró unos Cheetos y unos jugos.
De regreso, está llevó ambas a un lago.
Estaba bonito, había patos y todo el pedo.
—¿Por qué aquí?—.
Minjeong la miró. —No hay razón, solo quería caminar contigo—.
Tomó la mano de la contraria.
—Tomar tu mano y comer Cheetos mientras vemos a los patos—.La más alta sintió un sonrojo aparecer en su cara, hace semanas que Minjeong no se portaba de manera "romántica" con ella.
Ahora que lo pensaba.. ya hasta dormían juntas, se habían visto en calzones y hasta se bañaban juntas, pero nunca se habían tomado de la mano.
—Gracias, Minjeong—.
—¿Por qué?—.
Caminaban tranquilamente a un lado de los patos.
—Nunca había confiado tanto en alguien—. Dijo Jimin. —Es que me siento tan cómoda cuando estoy contigo. Antes ni siquiera me paraba de la cama más que para ir a la uni, si es que siquiera iba.
«Pero gracias a ti he salido adelante, a lo mejor y tú ni siquiera lo notaste, pero dentro de mi hubo muchos cambios desde la primera vez que te ví.
Primero era una espantaviejas urgida que quería una chichis que tocar, pero eso sí. De todas las chichis que he visto, las tuyas son las mejores.
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Cinco citas [Winter x Karina] •Aespa•
Fiksi PenggemarUn reality de amor, cinco citas y dos lesbianas urgidas.