-Capítulo 3-

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12 DÍAS PARA DESAPARECER

¿Debería de decirle algo a Adam? Normalmente le cuento todo y nunca hay secretos entre nosotros, pero contarle que he empezado a salir con Nash es algo que me veo incapaz de hacer. Se volvería loco y me diría que ha sido una muy mala idea. Eso ya lo sé, por eso mismo dudé cuando él me pidió ser algo más que amigos, pero no podía rechazarlo. Yo le gusto y él me gusta.

¿Qué puede salir mal? Pues muchas cosas, pero yo eso no lo sabía.

Voy a esperar a que pase un poco más de tiempo y, si veo que mi relación con Nash va a ser algo real, se lo contaré.

Estamos en la última clase del día. No quedará ni media hora para que nos vayamos, pero a mí se me está haciendo eterno. Miro a Nash, pero él no me devuelve la mirada, lo que es raro, pero no le doy importancia hasta que me doy cuenta de que la está mirando a ella, a Cindy.

Cindy es una de las chicas "populares" que casi siempre se mete conmigo. Tiene el pelo rubio, como yo, pero de un tono más claro. Tenemos algunas diferencias muy notables, como el tamaño de los pechos, que los suyos son más grandes, la cintura, que la suya está mucho más definida...

Todo eso no me solía importar y apenas me fijaba, pero tras ver las miradas que Nash le echa a la chica me empieza a importar un poco más mi físico.

-Nash...

Le susurro para que se de cuenta de lo que está haciendo, pero él parece no enterarse. Veo que Cindy se gira hacia Nash y le guiña un ojo. El chico sonríe y se colora un poco, lo que hace que mis ganas de llorar aparezcan.

Atiendo lo que queda de clase y cuando suena el timbre salgo de la sala sin esperar a Nash.

-¡Mia!

Él me llama desde el interior de la clase, pero yo me niego a hacerle caso. Entonces, cuando estoy por salir del instituto, escucho a alguien correr hacia mí y luego noto que me agarra del brazo

-¡Suéltame!

Me giro, esperando ver a Nash allí, pero en su lugar está Adam.

-Mia... ¿Qué ocurre?

Noto que he empezado a llorar y Adam me abraza.

-Cuéntame que ha pasado para que estés así.

Adam me lleva hasta el exterior y nos sentamos en un banco.

-Adam...

El chico vuelve a abrazarme y cuando se separa me agarra de las manos para darme la fuerza suficiente como para contarle todo.

-En mi clase entró un chico nuevo. Se llama Nash y me pareció un chico muy guapo. Lo colocaron a mi lado porque era la única mesa libre y empezamos a hablar. Nash me acabó gustando y por lo visto yo a él también. Me pidió salir ayer y yo, aún sabiendo que necesito más tiempo para conocerlo mejor, acepté. Todo iba bien, me encanta estar con él y la verdad que me siento cómoda, pero él ha empezado a mirar a Cindy y... Yo no puedo soportar que la mire así. El problema no es que la mire, porque el puede mirar a cualquiera, lo que me da rabia es la forma en la que la mira...

-Mia... Tranquila.

Adam me calma y yo se lo agradezco.

-Escucha, si él realmente te quiere será incapaz de hacerte daño. Cuando quieres a alguien esperas lo mejor para esa persona, por lo que si él te hace daño a propósito es porque no te quiere de verdad.

Me seco las lágrimas con la manga de mi camiseta.

-¿Y qué hago? ¿Espero a ver si lo vuelve a hacer?

-No Mia, debes hablar con él y decirle que eso te ha molestado. Lo primero que tenéis que tener es confianza, y si no la tenéis no deberíais de estar juntos.

Adam me mira a los ojos y yo siento paz. Su compañía me produce calma. Adam es el único que sabe entenderme y ayudarme.

-¡Mia!

Escucho que alguien grita mi nombre. Reconozco la voz y, aunque no quiero verlo, me giro y Nash se acerca a nosotros.

-Mia, ¿porqué no me has esperado?

Me limpio las últimas lágrimas que quedan por mi rostro y le contesto.

-No me apetecía esperarte.

El chico se agacha y me agarra del rostro. Me da un pequeño beso en los labios y luego habla de nuevo.

-¿Qué ha pasado? Sabes que puedes contarme lo que sea.

Miro a Adam y él asiente para que se lo diga.

-Nash, no ha pasado nada.

Me levanto del banco y empiezo a andar y Adam se coloca a mi lado. Algo me detiene por el brazo.

-Mia...

Nash insiste en que le cuente lo que ha ocurrido y Adam, al ver lo incómoda que estoy, separa al chico de mi brazo.

-Te ha dicho que no ha pasado nada, para de molestarla.

Nash se sorprende y luego le pregunta algo a Adam.

-¿Quién eres?

-Soy el chico que nunca llegarás a ser. La confianza que tengo con Mia no la lograrás tener nunca.

Y tras esto Adam y yo caminamos de regreso a nuestras casas.

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Estaba destrozada. Necesitaba hablar con Adam por lo que he ido directamente a su casa. Al llegar me ha dejado entrar y nos hemos sentado en el sofá.

-No le des más vueltas Mia, es un estúpido.

-Ya Adam, pero yo le quiero y me duele que haga eso.

-Te entiendo, pero no te machaques a pensar en lo que ha pasado porque no merece la pena. Pensar no va a hacer que cambien las cosas.

-Pero, ¿y qué hago?

-Ve y habla con él. Dile que te ha molestado y depende de como se lo tome pues veis que hacéis con vuestra relación.

Yo sabía que aquello solo empeoraría las cosas, por lo que le digo a Adam que necesito pensarlo. Todo esto va a acabar conmigo antes o después.

Mariposas (Parte 2) ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora