-Capítulo 12-

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3 DÍAS PARA DESAPARECER

El día había llegado. De cierta manera me sentía preparada para hacerlo, pero había algo en mi que no quería, algo me decía que era una mala idea. Pero lo iba a hacer y nada me iba a parar. Iría con Adam y le diría a Nash todo, no me guardaría nada para mi. Si tenía que ocurrir algo malo ocurriría, pero yo saldría de allí calmada y aliviada.

Camino hasta la casa de Adam y cuando llego veo que ya está allí fuera esperándome. Corro a abrazarle y él me levanta del suelo para dar unas vueltas y luego soltarme.

-¿Estás preparada?

-Sí.

Caminamos hasta que llegamos al lugar. Estoy nerviosa, sí, pero eso no me va a impedir nada. Miro en busca de Nash y lo encuentro allí sentado en un banco. Me mira con una sonrisa y luego cambia su mirada hacia Adam. Él le sonríe y el pelirrojo le dedica un gesto de asco y odio.

-¿Qué haces con él Mia?

Nash ni siquiera me da tiempo para responder porque se lanza hacia Adam y le da un puñetazo en la barriga. Me acerco a Adam para preguntarle si está bien y él me calma.

-Tranquila, el otro día me pegó más fuerte.

Nash va a volver a pegarle a Adam, pero yo me interpongo y hago que se calme.

-¿Cómo te atreves a venir con ella?

Luego gira la mirada hacia mi y me habla.

-¿Que narices te ha dicho para que estéis así de juntitos? Se supone que lo tienes que odiar.

Sonrío y le contesto.

-Sé lo que pasó en realidad Nash, y no es lo que tú me dijiste.

Él actúa una cara de extrañeza y hace como que no entiende nada.

-¿Cómo? Lo que yo te conté es la verdad, no lo que te ha dicho este imbécil.

-No le llames así.

-¿Pero a ti qué te pasa? Pensaba que me querías Mia, no me esperaba esto.

Aquello me duele. Sí, yo le he querido, pero no puedo permitir que haga cosas como la que hizo el día de la fiesta.

-¿Sabes qué Nash? Si tengo que elegir entre Adam y tú, me quedo con Adam mil veces, así que no intentes ser más importante que él.

Miro a Adam para dedicarle una sonrisa y veo que él estaba sonriendo ante lo que yo acababa de decir.

-¿De verdad?

Yo asiento y me preparo para decirle todo.

-Mira Nash, te dejo. No puedo seguir contigo después de lo que me hiciste.

-Pero no puedes creerte todo lo que Adam te diga. No tiene pruebas.

-Sí tiene. Aquella noche tú le pegaste y él sigue teniendo moratones. Con saber eso me basta.

Nash hace el intento de volver a pegarle a Adam, pero me vuelvo a interponer y el golpe me lo llevo yo. El dolor se extiende por todo mi rostro, pero aquello no me frena.

-Sabes perfectamente que pasó en verdad, y sabes que lo hiciste tú.

Nash niega aquello. ¿Cómo puede seguir aguantando la mentira?

-Yo no fui. Puedes pensar que sí lo hice yo, pero los que se quedaron hasta el final de la fiesta saben que fue él.

-No Nash, eso no es cierto.

Esto hace que él se enfade mucho más. Sin yo esperarlo me pega repetidas veces en el abdomen, haciendo que acabe en el suelo y me retuerza de dolor. Noto que Adam me está intentando ayudar, pero Nash se lo impide y le pega a él también. Adam acaba junto a mi en el suelo y decide colocarse sobre mi para parar los golpes y recibirlos él.

Mariposas (Parte 2) ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora