-Capítulo 7-

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8 DÍAS PARA DESAPARECER

Hoy es lunes, pero no es un lunes cualquiera. Esta semana la teníamos entera de fiesta, por lo que no tendría que ir a clase. Hoy, un gran grupo de adolescentes de mi pueblo han decidido hacer una fiesta en una de las casas y han invitado a todos los alumnos del instituto. Yo estoy invitada, normalmente no habría acudido, pero esta vez Nash me ha dicho de asistir, así que vamos a ir los dos junto con Adam. Yo no quería ir solo con Nash e invité a Adam porque donde voy yo viene él y donde él va yo también. No nos podemos separar, nada lo logrará.

En mi armario no tengo nada para ir de fiesta porque nunca lo he necesitado, pero he elegido una camiseta de cuello alto de color negro y una falda que hacia años que no me probaba. Al estar lista me miro al espejo y, por primera vez en mucho tiempo, me gusta lo que veo. Casi siempre voy con la misma ropa y verme así vestida, totalmente fuera de mi zona de confort, es algo que me encanta porque empiezo a ver como poco a poco algo en mi vida va cambiando. Ahora toca la parte del maquillaje. Solamente me he maquillado para ir a eventos especiales, pero hace mucho que no me maquillo. Agarro mi bolsa con todo lo que voy a necesitar y empiezo. Decido no ponerme base porque es algo que luego me produce acné, así que lo primero que hago es peinarme las cejas. Luego me maquillo los ojos haciéndome un delineado de la mejor forma que puedo y luego colocando rímel sobre mis pestañas. Tras esto me pongo un poco de pintalabios y luego procedo con la mejor parte, el iluminador.

Aquellos brillos siempre me han hecho sentirme importante por unos instantes. Ver como tu rostro toma color y empieza a no estar tan apagado es algo mágico. Sin duda la mejor parte de arreglarse.

Cuando ya estoy lista miro el reloj. He estado aproximadamente dos horas para prepararme y aún así queda una media hora para que la fiesta empiece. Espero ansiosa hasta que el timbre de mi casa suena. Salgo corriendo de mi habitación y abro la puerta.

-¡Hola chicos!

Miro tanto a Nash como a Adam. Los dos están preciosos. Los dos se han vestido con unas camisas, pero la de Nash es blanca y la de Adam es negra. Les sonrío y ellos me devuelven la sonrisa.

-Bueno, ¿nos vamos?

Asiento y salgo de casa, no sin antes agarrar las llaves y el móvil.

-¿No estaban tus padres?

Miro a Adam, que es el que había preguntado eso, y le contesto.

-No, hoy llevan todo el día fuera.

El chico asiente.

El camino se me pasa rápido. Cuando me doy cuenta ya habíamos llegado al lugar.

El sitio en el que se iba a llevar a cabo la fiesta se trata de una casa bastante grande. No llega a ser una mansión, pero tampoco es una casa que se pueda permitir cualquiera.

Entramos por la puerta abierta y llegamos al jardín. Nada más parar para mirar el panorama se acerca un grupo de chicas y empiezan a coquetear con Adam. Él las mira sorprendido y las rechaza. Las chicas en ningún momento se decepcionan. Ahora se acercan a Nash y lo intentan de nuevo.

-Tengo novia.

Y mientras dice eso me señala. Sonrío y miro a las chicas. Ellas me revisan de arriba a abajo y cuchichean entre ellas.

-Vaya orco que te has buscado como novia, nosotras somos mejores.

Intento quedarme callada, pero aquel comentario no lo puedo permitir.

-Oye, no es mi problema que os pique y os haga rabiar. Si veis que alguien tiene pareja lo respetáis y ya.

Las chicas se ríen y se alejan sin decir nada más. Unas completas estúpidas.

Mariposas (Parte 2) ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora