-Capítulo 4-

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11 DÍAS PARA DESAPARECER

Toco el timbre de la casa y espero a que Adam me deje pasar.

Tras acompañarme a casa, Adam me invitó al día siguiente a ir a su casa a ver la saga de Harry Potter. Es mi saga de películas favorita y que Adam haya tenido el detalle de invitarme a verla tras ver lo mal que acabé cuando me pasó lo de Nash es algo que le agradeceré siempre. Esta mañana he ignorado totalmente a Nash y al salir me he ido directa a casa para así comer y luego irme con Adam.

-Hola, pasa.

Entro y dejo mi chaqueta colgada sobre una de las sillas de la mesa que tiene Adam en el centro del salón.

-Mia, ¿estás mejor?

Miro a Adam y le sonrío.

-Sí, mejor que ayer estoy, pero verlo en clase y tenerlo al lado no ayuda nada. Yo quiero arreglarlo, pero él tampoco hace nada para intentar hablarme. De verdad que ayer me sentí muy mal cuando el trató de saber qué me había pasado, pero te juro que en ese momento no podía más...

Adam se me acerca y me agarra de los hombros.

-Mia, tienes que intentar hablar con él. Si os queréis debéis de arreglarlo e intentarlo otra vez. Haz que te demuestre que te quiere.

El chico me limpia las lágrimas que me habían empezado a caer por el rostro y luego me abraza. Realmente siento calma en sus abrazos.

-Te quiero mucho Adam... No sé qué haría sin ti...

-Para esto estoy, para ayudarte pase lo que pase.

Estamos unos segundos más abrazados y luego nos separamos. Yo me siento en el sofá y enciendo la televisión. Coloco las películas y espero a que Adam se siente junto a mí para empezar a disfrutar de las películas. El chico se acerca con unas bolsas de palomitas y me ofrece una. Yo la agarro y espero a que empiece la película para comérmelas. Adam se sienta a mi derecha y empezamos a ver la primera película de la saga.

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Ya es tarde. Es casi la una de la mañana y yo aún sigo en casa de Adam. Estoy preparándome para irme ya. Hemos estado unas nueve horas y media viendo Harry Potter y solamente hemos visto las cuatro primeras películas, otro día tendré que volver para acabar de ver las demás.

-Gracias por todo Adam, te quiero mucho.

Me acerco al chico para abrazarlo y volver a agradecerle todo lo que ha hecho por mi.

-No es nada, me encanta ayudarte. Además, tú también me ayudas a mi cuando tengo problemas. De eso va una amistad, ¿no?

Me acerco a la puerta y la abro. Me giro para despedirme de Adam por última vez y luego salgo de la casa y me dirijo a la mía.

Al llegar abro la puerta despacio para no hacer ruido y no despertar a mis padres. Lo consigo y entro al salón.

-Hola hija.

Veo a mi madre sentada en el sofá. Me mira con cara de asco y luego vuelve a hablar.

-¿De dónde vienes?

-De la casa de Adam.

Mi madre sonríe y luego me vuelve a hablar.

-¿Tienes novio y te acuestas con otros?

Esa pregunta me sorprende. ¿Cómo sabe que tengo novio?

-¿Cómo?...

Mi madre ríe y luego responde a mi pregunta.

-Ha venido un chico preguntando por ti. Un tal Nash, que dice ser tu novio.

Suspiro y luego intento decir algo, pero no me salen las palabras.

-¿Cuando piensas admitir que te gusta Adam? Lleváis muchos años siendo amigos, contra antes lo digas mejor.

-Mamá, no me gusta Adam. Que sea mi amigo desde hace mucho tiempo no significa que nos gustemos, simplemente nos queremos como amigos y sabemos ayudarnos.

-Ja, ja, ja... ¿Y Nash no está celoso?

-¿Porqué debería de estar celoso? Ya te he dicho que Adam es mi amigo, nada más.

Mi madre se levanta y se coloca frente a mí. Cuando menos me lo espero, su mano acaba impactando contra mi mejilla y en pocos segundos aparece la marca de la mano sobre mi piel.

-Vete a dormir y como vuelva a enterarme de algo que no nos has contado te juro que no vuelves a pisar esta casa.

-Pues mejor.

Tras decir esto camino hasta mi habitación y al entrar cierro la puerta. Definitivamente estar en cualquier sitio que no sea esa casa será lo mejor que me pase nunca.

Mariposas (Parte 2) ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora