-Capítulo 9-

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6 DÍAS PARA DESAPARECER

Me pasé toda la tarde de ayer sobrepensando las cosas. Realmente no me podía acabar de creer lo que había pasado. Me dolía el corazón cada vez que lo recordaba, no soportaba todo aquello. Acababa de arreglar todo lo de Nash y ahora volvía a tener un problema con Adam. Yo creía que nada podía separarnos, pero estaba totalmente equivocada.

Hoy por la tarde iré a casa de Adam y le dejaré todo claro. Nash me ha ayudado a elegir las palabras correctas para expresarle todo, debo hacerme valer y no dejar que todos hagan lo que quieran conmigo. Tantos años de amistad a la mierda, genial.

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Las ganas de ir a hablar con Adam me están matando. No puedo aguantar más, así que me preparo y salgo de mi casa sin que mis padres me vean. Camino por la calle sin mirar a nadie, estoy tan metida en mis pensamientos y en todo lo que tengo que decir que me empieza a doler la cabeza. Cuando llego a casa de Adam no me lo pienso y toco para que me abra la puerta. Cuando por fin tengo a Adam enfrente él me abraza más fuerte de lo normal y yo lo aparto. No pienso dejar que me abrace después de lo que me hizo.

-Mia, ¿estás bien? Estaba muy preocupado...

-Yo estoy perfectamente, ¿pero tú estás bien Adam? Eres un enfermo de mierda.

El chico me mira sorprendido.

-¿Cómo?

-No, no te hagas el sorprendido. Sé muy bien lo que hiciste conmigo en la fiesta, me lo ha contado todo Nash.

-Oye Mia...

Adam se acerca y me intenta agarrar del brazo, pero yo me aparto.

-¿Qué te ha contado el imbécil de Nash?

La paciencia se me acaba. Estoy harta de que evite el tema y de que intente culpar a Nash cuando él ha sido el que ha estado para mi. No me gusta estar así con Adam, pero lo que hizo es algo muy fuerte y no creo que Nash bromee con eso.

Las lágrimas aparecen en mis ojos y me cuesta hablar, pero aún así sigo la conversación.

-Me ha dicho que tú intentaste...

Adam entiende lo que le quiero decir y se tapa la boca con la mano. Él también tiene los ojos llorosos y no puede creer lo que le estoy diciendo.

-No Mia, fue él quien lo hizo. Yo no sería capaz.

Siento que el pecho me arde. Me cuesta respirar y ya no tengo tan claro lo que había pasado. Cada vez las lágrimas recorren mi rostro de manera más ágil y Adam se acerca a abrazarme, pero yo me aparto de nuevo.

-Adam, no creo que Nash mienta sobre algo así. Si, según tú, fue él, ¿porqué no te quedaste conmigo? Cuando me levanté estaba Nash a mi lado, no tú.

-No me dejó... Yo lo intenté, pero no pude...

Los dos lloramos sintiendo que el mundo se nos cae encima. Llevábamos tantos años de amistad...

-¿Sabes qué? Me da igual, no me vuelvas a llamar ni vengas a buscarme. Nuestra relación acaba aquí.

Y tras decirle eso salgo corriendo hacia mi casa. No sé si eso ha sido una buena idea, pero no puedo soportar estar así.

ADAM

No me creo nada de lo que acaba de pasar. Sabía que Nash era capaz de algo así, pero ver a Mia así... Debo seguirla y explicarle todo así que salgo corriendo tras ella. Cuando llega a su casa no mira hacia atrás, por lo que me cierra la puerta en la cara. Toco repetidas veces y cuando por fin la puerta se abre no es a Mia a quien veo allí.

-¿Qué mierdas quieres Adam?

Miro al padre de Mia. Explicarle todo solamente empeoraría las cosas.

-Necesito hablar con Mia, es algo muy urgente...

-Vete de aquí.

Y tras eso me cierra la puerta.

Mariposas (Parte 2) ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora