The Last Wish | Taekook

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11 de febrero de 1979

Mudarte de casa significaba olvidar tus hábitos anteriores, tus horarios anteriores, implicaba olvidar todo lo que conocías desde pequeño. Pero mudarse de ciudad era una cosa completamente distinta. No estarías a una hora de tu antiguo colegio, estarías a cinco horas de él. Tendrías que comenzar tu vida de nuevo.

Jungkook miró la maleta de viaje en sus manos.

Su madre le había dicho que ellos tenían que mudarse a Seúl. Ella había dicho algo como que necesitaba empezar de nuevo, y para eso tenían que mudarse. ¿Era eso siquiera justo? Tomar esa decisión sin preguntarle a su hijo, seguramente no lo era. Faltaba solo un año para que él terminara la escuela, ¿no podía simplemente esperar ese tiempo?

Jungkook apretó su mano en un puño y suspiró. Su madre se había marchado ya. Hacía dos días que ella se había ido a Seúl a buscar un buen lugar para quedarse. Estaba muy seguro de que solo había ido antes para ir a apostar a uno de esos lugares a los que fue con sus amigas el día de su cumpleaños.

No pudo evitar que las lágrimas se le acumulen en los ojos. No. No estaba triste. Estaba enojado. ¿Por qué era él siempre quien tenía que ir tras ella y cuidarla? Lo había hecho por casi toda su vida, cuando se suponía que era él el adolescente inmaduro. Se suponía que se cuidarían mutuamente, por eso eran familia, pero ella no ponía ni el mínimo esfuerzo en que su relación funcione.

El pelinegro, que se encontraba en la entrada de su casa, volvió a entrar a ella y cerró la puerta tras él. Fue a la cocina y marcó el número que ya se conocía de memoria. Y sintió cómo su rostro dejaba de estar rojo por el enojo en cuestión de segundos, tras escuchar la voz de su amigo.

"¿Sí, diga?"

Kim Taehyung tenía un brownie en la mano derecha mientras en la otra sostenía el teléfono. Había estado cocinando esos brownies toda la tarde y no podía creer que era la primera vez que no se le habían quemado todos.

Por favor que alguien lo felicite, ¡era el mayor logro de su vida!

"Hyung, es Jungkook. ¿Quieres venir a mi casa hoy? Algo así como ahora. O lo más pronto posible."

Taehyung sonrió al teléfono, y asintió para después colgar el teléfono y empacar un par de brownies en los tápers de colores que tenía en la cocina. Hecho eso, salió y empezó a caminar hacia la casa del menor.

Jungkook había estado pensativo esa última semana. Durante las reuniones del club de arte había estado con la mente en Marte y cuando salieron una vez a comprar pinturas había estado bastante distraído. Luego de la nada, el día anterior le había dicho que tenía algo importante que decirle, pero que no se lo diría en ese momento.

¿Quizás por eso lo llamó?

A medida que se acercaba a la casa del menor, sus latidos se iban haciendo más rápidos. Él también sentía que tenía que decirle algo, pero hasta ese punto, no sabía que era ese algo. Desde la celebración de año nuevo había notado algo entre ellos pero no sabría describirlo ni ponerle un nombre. Quizás era solo su creciente cariño hacia el chico de cabellos oscuros.

Sí, era solo eso.

O quizá era todo un poco más complicado.

Cuando estuvo frente a esa puerta marrón, tocó el timbre dos veces antes de que Jungkook le abriera con una sonrisa en el rostro. Mirando atrás, su rostro había cambiado un poco desde que lo conoció, ahora se veía mayor, pero su sonrisa seguía siendo la misma.

"Jungkookie, llegué," dijo el rubio estirando sus brazos para entregarle el táper con brownies. "Prometo que saben bien-"

Sus palabras se cortaron cuando divisó una maleta de viaje grande en la sala. ¿Él viajaría? De igual manera, ¿por qué habría una maleta tan grande si era solo unas vacaciones? Dio un paso dentro de la casa y notó que todo estaba en perfecto orden. La madre del menor no parecía estar en ningún lado de la casa. Y había muchas cosas en cajas de cartón.