27 de enero de 1979
"¡Hasta que llegaron mis niños!" La abuela Rin sonreía mientras abría sus brazos y halaba a los dos chicos en frente de ella a un fuerte abrazo.
De alguna manera, ella había convencido a la madre de Jungkook que lo dejara ir con ella para el Seollal, también conocido como el año nuevo coreano. Y ella se había encargado de convencer a su nieto de traer a Taehyung con él. Oh, es que ella lo extrañaba tanto. Además, ese festival en Seúl era enorme y era muy entretenidas todas las actividades que se realizaban.
Ella planeaba divertirse un rato, quizá dejar a su nieto con su amigo en algún puesto de comida o de bebidas. Ella iría a mirar los espectáculos, sí.
"Abuela, nos estás aplastando," se quejó Jungkook después de unos segundos. La Abuela Rin los soltó y los ayudó a pasar.
Taehyung se sentó en el sofá como si fuera su propia casa y Jungkook quiso golpearlo cuando se echó y puso los pies en el sofá.
"Jungkookie no mires a nuestro invitado así, no me molesta." Intervino su abuela. "Duerman un rato, deben estar cansados, ya son más de las seis de la tarde entonces en una hora saldremos a mirar las calles, ¿sí?"
Ambos chicos asintieron.
Sin embargo, no pasaron ni diez minutos antes de que Jeon Hyorin entre a su habitación con dos colgadores, cada uno con un hanbok. Uno era color azul y plateado, y el otro era plateado y morado. Eran parecidos, mas no iguales.
"¿Por qué me miran así?" Se quejó la mujer. "Ustedes se van a poner esto ahora." Se acercó al rubio y le dejó el hanbok morado. Luego fue con su nieto y le dejó el azul. "Jungkook, ve a cambiarte a mi cuarto, bajen cuando terminen a la sala para que me ayuden con un par de cosas." Sin decir más, la Abuela Rin salió del cuarto y cerró la puerta.
Taehyung sonrió mirando la vestimenta. Ella sí que estaba emocionada.
Jungkook se miró en el espejo de su abuela. Se veía enano. ¿Por qué esa prenda era tan gigante? Aunque llevaba mucho tiempo sin usar un hanbok, se sentía cómodo usándolo así que los detalles secundarios no importaban.
Bajó las escaleras tratando de no pisar el pantalón y cuando llegó ahí estaba su amigo ayudando a su abuela con un pote que parecía tener diversas frutas picadas de una forma bonita. Admiraba mucho la paciencia de la gente que hacía todas esas cosas. En la cocina, él era lo más parecido a un desastre. Además, cortar esas frutas en formas tan pequeñas... Había que tener paciencia nivel ocho mil quinientos cuarenta y dos para hacerlo.
Cuando escuchó los pasos Taehyung giró y miró al menor en esas prendas enormes que le había dado su abuela. Lindo fue la primera palabra que se le pasó por la cabeza.
"¡Oh, pero si te ves genial! ¿No es así, Tae?" Jeon Hyorin golpeó la cabeza del rubio cuando este no respondió por estar analizando a Jungkook de pies a cabeza.
"Cierto, tu abuela tiene razón. Te queda muy bien. ¡Ya no me golpee, abuela! Me voy a volver más tonto de lo que ya soy." Se quejó.
"Pero si no eres tonto-"
"Chicos, vamos saliendo." Hyorin pasó por en medio de ellos dos y agarró su bolso para después salir.
Las celebraciones ya estaban comenzando. La música estaba fuerte y había luces por todas partes. Había personas ofreciendo una foto impresa y enmarcada por diez mil wones. Era un buen precio, pero recién comenzaba la noche y no comenzaría a gastar su dinero hasta después de las diez.
Jungkook abría sus ojos cada vez que veía algo nuevo o algo que no veía hace mucho. La gente era tan alegre en esas fechas. Supuestamente con el nuevo año vienen nuevas oportunidades y más, pero eso solo lo defines tú, entonces estaba bien que ellos se alegren si eso les permitía avanzar.
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The Last Wish | Taekook
FanfictionEs difícil dejar ir a alguien que quieres mucho, es difícil aceptar que ya no están contigo. Pero es egoísta hacer que alguien que quieres viva sufriendo solo porque tú quieres. "Jeon Jungkook, te ofrezco el poder de revivir al ser querido que acaba...