29 de diciembre del 1977
"Estoy haciendo algo mal." Se repetía el rubio en voz baja. Había pasado unas tres horas intentando armar un rompecabezas de quinientas piezas y parecía estar un poco chueco. Bueno, la gente tenía distintos dotes, y el suyo claramente no eran ese tipo de juegos. "Por algo se llaman rompe-cabezas, duh."
Jimin alzó las cejas al ver a su amigo luchando con las pequeñas piezas. En algún momento se dará cuenta de que está haciendo todo mal, pensó para sí mismo, sin embargo, le era un poco divertido ver la expresión de Taehyung mientras reventaba su cerebro para que las piezas encajaran, donde claramente no lo hacían Cada pieza tenía su propio lugar y el chico intentaba ponerlas donde más le parecía.
"Me rindo, ¿quieres ir conmigo a tomar un café?" Ofreció cuando habían pasado unos diez minutos. "Luego podríamos ir a mi casa, ¿está bien? Papá no estará porque salió con mi hermana de nuevo, ellos seguro vuelven en la noche, oh y podemos invitar a alguien más de paso, quizá-"
Pero antes de dejarlo continuar, Jimin lo cortó, obvio que quería, pero los exámenes se acercaban y el descanso de navidad sería pronto, debía estudiar un poco más. "Lo siento Tae, otro día, ¿sí? Dile a Jungkook, pasan bastante rato juntos últimamente, y se ve como alguien tranquilo." Dicho eso, se paró de su silla, la dejó bien acomodada y se marchó. Pero el rubio en vez de hacer algo se echó un rato en la mesa, derrotado.
"A veces todo es tan cansado," suspiró. "Quizás le diga a Jungkookie que venga conmigo a casa, quizás me rechace porque soy muy pegajoso. Quizás..."
Y sus parpados se cerraron. Eran recién las 6pm pero él había trasnochado los últimos días por su padre y un descanso de cinco minutos no se veía nada mal.
"Tae, mira, hice un origami de una mariposa, ¿te gusta?" La voz de su hermana resonaba en su cabeza. Su hermana tenía una buena mano para los origamis, y eso que solo tenía tres años, los niños ahora parecían poder hacer de todo.
"Esta preciosa, Taewoo, ¿quieres enseñársela a mamá?"
Jungkook caminaba con sus audífonos hacia la biblioteca. Se sentía extraño, ese día no había visto a Taehyung. Los chicos ahora paraban como uña y mugre, juntos a todos lados. Mayormente era el mayor el que hablaba, ya que Jungkook seguía siendo un poco tímido, pero cuando estaban a solas sí hablaba incluso más que él. Era cosa de estar cómodo.
No hace mucho, Jimin le había dicho que el cumpleaños de su amigo se acercaba, así que él estaba emocionado por conseguirle un obsequio lindo. Había solo un problema. Un no tan pequeño problema, y ese era que, a sus quince años, sin ningún ingreso, tenía que pedirle dinero a su madre para comprar algo.
Bien, Jungkook, le podemos ir a pedir, no creo que nos mire feo o nos haga treinta y cinco preguntas sobre el motivo por el cual necesitamos dinero, ¿verdad?
Respiró y se dijo a sí mismo que ni bien llegara a la casa le pediría permiso para salir y una cantidad pequeña de dinero.
"Hola señorita Hwang", dijo sonriente cuando entró a la biblioteca. Jungkook iba ahí seguido. Le gustaba leer desde que era pequeño pero ese año en especial le había agarrado cariño, quizá porque vivía más en un libro que en su propia vida. Bueno, eso era hasta hace dos meses, ahora sentía que sí estaba viviendo lo que no vivió en sus 15 años.
"Jungkook-ah, los libros que me pediste están en la mesa de atrás."
El pelinegro asintió y se dirigió a la mesa que le había indicado. Era jueves a las 7:10pm, normalmente no habría nadie en la biblioteca, salvo algunos profesores o la bibliotecaria, por eso se sorprendió a alguien musitar palabras irreconocibles. Se giró y vio a una persona con la capucha encima; iba a volver a sus cosas cuando el chico levantó un poco la cara, todavía dormido, y vio que era Taehyung.

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The Last Wish | Taekook
Fiksi PenggemarEs difícil dejar ir a alguien que quieres mucho, es difícil aceptar que ya no están contigo. Pero es egoísta hacer que alguien que quieres viva sufriendo solo porque tú quieres. "Jeon Jungkook, te ofrezco el poder de revivir al ser querido que acaba...