21 de marzo de 1979
Jungkook estaba sentado en una banca cualquiera del patio de la escuela. Entre sus manos llevaba una carta. La misma carta que había estado leyendo por un par de días. La cual no podía dejar de leer porque cierta parte de él no quería aceptar lo que estaba ocurriendo con su madre.
"Jungkook, soy mamá. No hemos hablado en todo el mes, ¿si quiera puedo preguntar cómo estás? Una amiga aquí me ha ayudado a adaptarme, pero aun así he estado teniendo problemas económicos. Sé que ya lo habrás notado, pero pasé por la casa hace unos días para tomar el dinero que estaba en la caja fuerte de la cocina. ¿Podrías disculparme? Sé que eres un buen niño y que podrás arreglártelas para conseguir más. Igual te he dejado un poco, con doscientos mil wones te será suficiente para pagar todos tus gastos por un tiempo. Pagué tu año escolar completo a inicios de mes, por lo que no tienes que preocuparte por eso. ¿Sí? Y sobre la comida... No necesitas darte un banquete tampoco. Prometo devolverlo cuando consiga más. Por el momento, no creo que sea correcto que te contacte. Adiós, Jungkook-ah"
—Jeon Jiwoo
¿Solo así? Así que así de simple era cortar lazos con tu hijo. No sabía si llamarle robo a eso porque técnicamente la mayor parte de ese dinero lo había conseguido su madre. Pero parte de él también eran de los ahorros del pelinegro.
Solo después de leerlo unas veces más, supo que no era algo por lo que debía guardar rencor. Si su mamá estaba cortando lazos con él, ¿por qué gastar las energías que le quedaban odiándola o maldiciéndola? Ni si quiera podría hacer eso.
Arrugó la carta con una mano y la guardó en su bolsillo. La primera vez que la leyó, no pudo evitar pensar algo como: "No tienes dinero para comer, pero sí tienes dinero para hacer el viaje desde Seúl hasta acá para llevarte el dinero de mis estudios."
Porque sí. El dinero que años sus padres —y él, cuando tenía uno que otro billete— habían estado guardando ahí era para pagar sus estudios hasta la universidad. Más de veinte millones de wones guardados en esa caja fuerte. Más que el dolor de perder la oportunidad en una universidad sentía que eso era todo lo que le había dejado su padre, y ella se lo había gastado así sin más. Y lo peor de todo era que sabía que ese dinero no tendría un buen paradero.
Escuchó a una persona acercarse por detrás y volteó para encontrarse con Eunwoo ofreciéndole una cajita de leche de banana. Sabía que más de uno de sus amigos había notado su extraño comportamiento, pero le alegraba que el contrario no lo haya mencionado. Solo seguía actuando normal.
"Jeon, ¿qué es eso que has escondido ahora en tu bolsillo?" Se atrevió a preguntar. "No quiero ser entrometido pero te he visto mirar ese pequeño papel con odio. No me digas lo que contiene, no creo que sea yo quien deba saber eso. Pero puedo ser alguien con quien te desquites." El chico se puso en frente de Jungkook y abrió sus brazos. "Anda, golpéame."
"Yah, tú en serio..." El chico haló la manga de su camisa y lo hizo sentarse a su lado en la banca. "No pasa nada, y no te voy a golpear, tonto. ¿Qué me crees? Además, te romperías en pedacitos si te tiro un golpe." Bromeó. "Igual no creo que quieras escuchar toda la historia, y además, si no estoy mal..." Dijo, mirando su reloj de mano. "...tienes siete minutos para llegar a casa. Ya se te hace tarde. Vete."
Eunwoo se levantó y acomodó su mochila antes de partir. Volteó cuando escuchó al contrario llamar su nombre. "Gracias", fue lo que le dijo Jungkook. Y luego de sonreírle empezó a caminar más rápido, porque efectivamente tenía que llegar a su casa y ya iba tarde.
Jungkook se levantó y fue al salón de artes antes de ir a casa. Cuando empujó la puerta para entrar, vio la sombra de un chico sentado en el borde de la ventana y entró cuando se dio cuenta que era Taehyung. El borde de la ventana era bastante ancho así que no se preocupaba mucho por si algún accidente ocurría, ya que era poco probable.
Sacó su cámara de su mochila y tomó una foto. Con el sonido de la cámara, el rubio notó su presencia.
"Oh, Jungkook. Pensé que habías ido a casa. Supuse que estarías aquí, por eso vine, pero me distraje un poco con la vista. Se ve lindo, ¿verdad?"
No había rastro del invierno para ese momento. La nieve se había derretido por completo hace mucho y en cambio, había flores en cada casa. La gente solía cuidar sus flores y ponerlas en las ventanas de su casa o en el patio delantero. Por lo que cuando pasabas por ahí, podías verlas sin problema.
Jungkook asintió y haló una silla para sentarse al lado del mayor. Los ojos de Taehyung captaron los suyos, pero aún así, el rubio no entendía qué era lo que le molestaba. No parecía estar enojado, no parecía guardar rencor, pero traía esa mirada de decepción que se nota a millas y algo en su pecho dolió.
No quería que Jungkook se sintiera así.
"Kook, ¿qué sucede?"
"Todo está bien, ¿de qué hablas?"
Taehyung seguía sin apartar sus ojos; Jungkook pensaba que, si seguía mirándolo de esa manera, en cualquier momento se largaría a llorar. "Entonces, ¿por qué parece que me quieres decir algo?"
Jungkook no dijo nada. Desvió la mirada y se levantó para acercarse más a la ventana. "Hyung, de verdad estoy bien, después te contaré todo, pero ahora quiero procesarlo yo solo, ¿está bien?"
Taehyung se hizo de lado en el borde para que el menor se sentara a su lado y se quedaron así, solo viendo el cielo y las flores por unos segundos.
El rubio se volteó a ver a Jungkook y vio su perfil por unos segundos antes de apoyar su cabeza en su hombro.
"Jungkook-ah, no me gusta verte así. Por alguna razón me siento mal si te veo mal. ¿Quieres que me sienta mal?" Rio. "Y no te digo esto para que simplemente me ignores cuando te sientes mal, porque yo soy muy bueno leyéndote. Lo digo para que sepas que puedes venir a mí cuando necesites hablar, porque aunque sea un par de años mayor, no quita el hecho de que puedo ayudarte de alguna manera. O simplemente ser como la almohada con la que gritas o lloras. ¿Sí? Además, estoy seguro de que harías lo mismo por mí. Solo... No te encierres en tu burbuja. Tienes que saber que hay personas a las que le importas y que harían mucho por verte bien. No me tienes que decir que se trata de tu madre para que lo sepa. Yoongi me dijo que te vio algo distraído, y en casa has estado igual. Mirando a un punto en la pared hasta que tus ojos se cansan. Sea lo que sea que haya pasado, no te voy a dejar de un día para otro así que apóyate en mí, ¿quieres?"
Jungkook miró al cielo, haciendo un esfuerzo sobrehumano para que las pequeñas lágrimas que tenía acumuladas en los ojos no cayeran. Pero termino por abrazar a Taehyung y esconder su rostro para que no lo vea mal.
Sentía que estaba haciendo bastante de eso últimamente.
"Gracias, hyung."
"Te quiero, no lo olvides, ¿sí?"
"Yo también te quiero."
Nota: Dividí este capítulo en dos partes porque me quedó un poco largo jeje
Pd: ¿Quieren un mini capítulo para la "cita" del Yoonmin? Me dicen ^^
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The Last Wish | Taekook
FanfictionEs difícil dejar ir a alguien que quieres mucho, es difícil aceptar que ya no están contigo. Pero es egoísta hacer que alguien que quieres viva sufriendo solo porque tú quieres. "Jeon Jungkook, te ofrezco el poder de revivir al ser querido que acaba...