FIRE SOUL || Xavier Thorpe

014: We End Where We Started

𝗧𝗲𝗿𝗺𝗶𝗻𝗮𝗺𝗼𝘀 𝗗𝗼𝗻𝗱𝗲 𝗘𝗺𝗽𝗲𝘇𝗮𝗺𝗼𝘀

༒︎

Soul y Xavier estaban, como casi todas las noches, en el taller del último mencionado. Él pintando y ella tocando la guitarra. Ella cada tanto alzaba la vista, queriendo ver si había terminado o si seguía con lo suyo.

—¿Puedes decirme algo sobre ellos? —preguntó, dejando su guitarra sobre sus piernas. Xavier dejó el pincel dentro del pote de pintura y suspiró cansado—. Lo siento, ¿sí? Es que ver ese cuadro me generó muchas dudas y cuando tú mencionaste a Los Elementales me generaste aún más.

—No sé mucho sobre ellos, ¿okay? —Soul asintió—. Lo que te puedo decir es que hubo una época en la que había muchas personas que podían controlar los elementos. Los llamaban Los Elementales. Algunos controlaban la tierra, otros el aire o el agua... y después estaban los que, como tú, podían controlar el fuego —explicó—. Tengo entendido que Euthanasia Hallows fue la última elemental en estudiar en Nevermore. Después de ella, no llegó ningún otro.

—¿Euthanasia Hallows? —preguntó Soul—. ¿Quién es ella?

—Es la mujer del cuadro que viste en la biblioteca —respondió—. Luego de que se graduó de Nevermore, nadie supo nada más de ella. ¿Qué sucede? —le preguntó, viendo que estaba algo perdida.

—Nada, sólo... se me hizo algo familiar, ¿sabes? —explicó—. Como si la conociera de algún lado... pero nunca la había visto.

—No lo sé... ¿quizás en algún sueño o algo?

—No lo creo —contestó—. Recuerdo gran parte de mis sueños, nunca la había visto en uno. Probablemente no sea nada.

—Puede que tengas razón.

Luego de un rato de silencio, ambos volvieron a lo suyo. Soul comenzó a tocar la canción Freaks de Surf Curse, mientras Xavier seguía pintando.

—¿Te puedo contar algo? —preguntó Petropolus, sin dejar de tocar la guitarra.

—Mhm.

—El único recuerdo que tengo de mi madre biológica es ver a una mujer pelirroja a mi lado, usando sus poderes para prender las velas de un pastel de cumpleaños —dijo, y Xavier la miró—. Cada vez que intento ver su cara, la veo borrosa —sus ojos comenzaron a cirstalizarse y las lágrimas empezaron a caer, mojando las cuerdas de la guitarra.

—Hey —dijo el chico, dejando el tarro de pintura y acercándose a ella. Se arrodilló frente a ella para que lo pudiera ver y sostuvo su rostro con sus manos—. Tranquila. Es normal que no la recuerdes, eras muy pequeña.

—Tenía seis años, Xavier. Debería ser suficiente como para recordar al menos el color de sus ojos o si me parezco a ella —respondió. Las lágrimas no dejaban de salir—. Y ahora que vi el cuadro de Euthanasia quiero saber más sobre los Elementales, sobre ella y sobre mí, pero no puedo con todo a la vez.

—Nadie puede con todo a la vez, Flamitas —contestó—. Hay que hacer las cosas una por una. Intenta averiguar qué es lo que más te interesa saber ahora y empieza por ahí. No quieras hacer todo junto, la vas a pasar mal.

Xavier se incorporó un poco para darle un beso en la frente y al alejarse se le quedó mirando a los ojos. Limpió con su pulgar una lágrima traviesa que rodó por su mejilla.