10

469 71 1
                                    

Hoseok se separó sin dejar de ver el rostro del mayor.

— Dejame explicarte todo — habló antes de que Yoongi pudiera decir algo, a lo cual el mayor asintió.

Tomaron asiento en la cama, Hoseok se encontraba demasiado nervioso, tenía miedo que Yoongi no le creyera, después de todo era su madre.

— Tú madre fue a verme, después que te marchará aquella mañana, me preguntó que quería para dejarte en paz — comenzó a relatar, vio como Yoongi quería decir algo para defender a su madre —. Espera, primero escuchame, después puedes decirme todo lo que desees — se adelantó a decir y tomó una de las manos del mayor, quien la entrelaza rápidamente.

— Está bien — fue su única respuesta, dejando que Hoseok le contará.

Le relato todo, como habían terminado en la casa de Nam, el hecho de que no deseaba perderlo, de las veces que estuvo fuera de su casa para ver si salía y podía acercarse.

— Pudiste enviarme un mensaje después, llamarme o aceptar mis llamadas, sufrí mucho — la voz de Yoongi se quebró un poco.

— Lo sé Yoonie, quizá no fue la mejor idea que tuve, pero creí que si ella te veía llorar por mi, no tendría dudas de que yo me había marchado y no estaba por ahí esperando para acercarme, cuando obviamente eso pasó, creí que llorarías dos días y después saldrías de tu hogar — suspiró viendo ambas manos entrelazadas.

— ¿Qué hay de la carta? — Yoongi sacó el sobre y se lo entregó, Hoseok apartó su mano leyéndola.

— Son unas bonitas palabras, pero no es algo que yo diría, menos es mi letra Yoon — Hoseok se puso de pie, tomando uno de sus cuadernos en los que solía escribir algunas frases sueltas, le acercó la libreta y la carta —. Lo vez, no es mi letra Yoonie — añadió tomando asiento nuevamente a su lado.

— Ella no pudo ser capaz de hacer todo esto, las fotos no están en mi celular ni en la conversación como dices, mi madre no es ese tipo de personas Hoseok — negó Yoongi poniéndose de pie.

— Sé que es difícil, podría pedirte que me creas, pero sería en vano, alguien que a penas y comienzas a recordar, que creerle a tú madre — sacó el móvil de Jimin que guardaba en el bolsillo, mostrándole las capturas de las conversaciones, al igual que la fotografía.

— No pueden ser reales — seguía aferrándose a aquella idea de que su madre no podía ser de la forma en que la describía Hoseok.

— Entonces esto — Hoseok comenzó a reproducir el video que Jimin había logrado grabar, donde se escuchaba a la madre de Yoongi decir todo aquello.

Yoongi se dejó caer en la cama, pasó las manos por su rostro, quitando las lágrimas que comenzaban a salir.

Esa mujer que lo era todo para él, aquella imagen que tenía de su madre se estaba derrumbando con cada una de las cosas que Hoseok le explicaba.

— Ella no puede ser de esa forma Hoseok — negaba sin apartar las manos de su rostro.

Hoseok dejó a un lado el móvil, colocándose frente a Yoongi, tomando con cuidado sus muñecas, para poder apartar sus manos y poder verlo, las llenas de sus dedos retiraron aquellas lágrimas.

— Yoonie, yo no tengo por qué mentirte. ¿Con que motivo yo habría inventado todo esto? — cuestionó el menor sin dejar de verlo.

— ¿Ella por que esta haciendo todo esto? — devolvió la cuestión y Hoseok suspiro, por que en todos esos días ni el mismo lograba aún entender las razones que llevaban a la señora Min a hacer todo eso.

El silencio se sintió pesado, pues Hoseok no tenía aquella respuesta, le dolía ver a Yoongi de aquella forma.

— ¿Cómo fue el día que nos separamos la primera vez? — preguntó Yoongi sin dejar de verlo, Hoseok se sorprendió al recibir aquella pregunta tan repentinamente.

Suspiro y comenzó a relatar lo que había sucedido, tal cual lo recordaba.

— Yoonie, necesito decirte algo — habló Hoseok en medio del beso, eran pocos los momentos que podían pasar juntos, pues los exámenes les consumían gran parte del tiempo.

— Hoba — trató de evitar el tema, pero Hoseok se separó.

— Mamá consiguió un empleo — mencionó Hoseok observando al mayor.

— Eso está bien, ya no sé tendrán que preocupar ahora que no está tú papá — Yoongi sonrió acomodando un mechón de cabello del menor.

Aquellos últimos días habían sido muy pesados, la muerte del padre de Hoseok fue demasiado inesperada, los frenos habían fallado y un camión de carga había arrollado él auto en el que iba cuando no pudo detenerse en un alto, Hoseok no había dejado de llorar en días, ambas madres accedieron a que sus hijos pasarán las noches juntos, Yoongi dormía muy poco, pues prefería velar las pocas horas de sueño que conseguía el menor, puesto que, al despertar las lágrimas volvían a surgir.

Dos semanas después las deudas comenzaban a preocupar a la madre del menor, pues su padre no los había dejado muy bien financieramente. La madre había conseguido un trabajo, muy bien remunerado pero lejos de aquel lugar, había evitado vender la casa, pues era patrimonio para su hijo.

— Es en otra ciudad, nos debemos de mudar para que a mamá no le quede lejos — añadió Hoseok, con su voz temblorosa —. Pero yo no quiero alejarme de ti, no quiero perderte también — se acercó abrazando a Yoongi, sintiendo sus lágrimas fluir cada vez más.

— No estaremos separados Hobi — Yoongi trataba de ser fuerte, no le gustaba ver llorar al menor, era como si pequeños alfileres fueran clavados en su corazón.

— Si lo estaremos es a muchos kilómetros de ti, no quiero irme — negó aún sin soltarlo, aferrándose un poco más al cuerpo del mayor.

— Te llamare cada día, además, Shooky irá contigo — tomó el peluche y se lo entregó, provocando que Hoseok se separara un poco.

— Pero Yoonie — Hoseok observaba el peluche favorito de su novio.

— Pero nada, de esa forma sentirás que siempre estoy ahí contigo, me lo devolverlas cuando nos volvamos a ver, espero sea pronto — sonrió Yoongi al ver que Hoseok dejaba de llorar poco a poco.

El menor se puso de pie, tomando a Mang y regresando al lado de Yoongi, entregándole el peluche.

— De esta forma estaremos siempre presentes el uno con el otro — Hoseok sonrió, con aquella sonrisa en forma de corazón.

El mayor no pudo evitar besarlo como siempre sucedía cuando Hoseok sonreír.

Al día siguiente, se despidieron antes de que Hoseok subiera al auto, evitaron besarse frente a sus madres, murmuraron bajito lo mucho que se amaban, mientras no se soltaba de aquel cálido abrazo, el último durante algunos meses, pues aquella promesa de volver a estar juntos ninguno de los dos la rompería. 

A Life of Colors - YoonseokDonde viven las historias. Descúbrelo ahora