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Aquel día estaba resultando demasiado raro, todo lo que le dijo Hoseok, saber que Nam ahora ya tenía pareja, su cabeza pronto comenzaría a doler por todo ello.

— Entonces, ¿desde cuando sales con JungKook? — entró a la habitación y cerró para evitar que alguien los escuchara, aunque estaba seguro que nadie lo haría.

— Si, también me sorprendió mucho — Nam sonrió acomodándose en el asiento frente a su escritorio —. Ibas a mencionar sobre Jackson ¿cierto? — añadió viendo al mayor, quien tomó lugar en la cama.

— Yo lo siento, por eso ya no dije nada, no sé si Kook... — trataba de buscar las palabras correctas.

— El ya sabe todo lo que pasó con Jackson — respondió, Yoongi lo observó, podía ver como ya no había esa melancolía en la mirada de su mejor amigo.

Nam caminaba por el parque, la llanta de su bici se había desinflado, no tenía modo de usarla, debía caminar para poder llegar a su casa y poder repararla, se distrajo en sus pensamientos, hasta que sintió como golpeaba con alguien.

— Yo lo siento — menciono disculpándose el chico.

— La culpa fue mía, yo lo siento mucho — habló Nam rápidamente.

Observó al chico, era alguien demasiado atractivo a la vista.

— Quizá un café y una platica pueda reparar los daños — el contrario menciono, Nam sonrió ante la propuesta.

— Por supuesto que si.... — iba a mencionar el nombre, pero se dio cuenta que no lo sabía.

— Jackson, puedes decirme Jack — sonrió y estiro su mano para estrecharla con la contraria.

— Soy Namjoon, puedes decirme Nam — sonrió estrechando ambas manos.

El tiempo paso, varias veces salieron juntos, algo despertó en Nam, un sentimiento que hasta ahora creyó nunca sentir. Y si no estaba equivocado, Jackson sentía lo mismo, eso creyó, hasta aquel día.

Namjoon le hablaría de sus sentimientos, esperando que cuando llegara el día, pudieran ver los bonitos colores, por ser el alma gemela del otro, Jackson lo había citado, para algo importante, por un momento pensó que también le hablaría de sus sentimientos, de cómo él se sentía igual a su lado.

— Conocí a alguien, alguien que me hizo ver los colores, unos bonitos y perfectos colores Nam, de verdad, todo lo que nos han contado no se compara a lo que sientes al poder verlos — la voz de Jackson sonaba con demasiada alegría —. Es un lindo chico, pronto los presentaré, tiene gustos muy similares a los tuyos, creo que se llevarían muy bien — sonrió feliz.

Nam solo asintió, sintiendo un dolor en su pecho.

— Eso suena genial Jack — asintió tratando de lucir feliz por aquella noticia que tenía tan contento a Jackson.

— Pero dime, que es eso de lo que deseabas hablarme — respondió Jackson aún sin borrar esa sonrisa que Nam tanto amaba.

— Es solo, estoy comenzando un nuevo proyecto — sonrió tratando de ocultar todos sus sentimientos.

Aquella tarde al llegar a su casa, se permitió llorar, por ese amor que nunca fue, preguntándose que le había faltado, por que no había sido suficiente para ser el alma gemela de la persona que más amaba.

Meses después Jackson se mudo con su pareja, para tener una vida feliz, Nam seguía en contacto con él, pero cada vez menos frecuente.

— Sabes Yoongi, después de todo lo que pasó con Jackson, creí que jamás volvería a amar a alguien, que me podría interesar por alguien, por ello me empeñe tanto en crear esos lentes, si nunca iba a encontrar mi alma gemela, quería ver esos bonitos colores de los que todos hablan — suspiro tomando las gafas que había usado por tantos meses —. Pero ahora me doy cuenta, que mi alma gemela no era Jackson, si no el lindo chico que conocí en la fiesta en casa de Hoseok, a la que fuiste, en la que me dejaste solo — sonrió recordando aquella noche.

— ¿Puedo saber cuando viste los colores? — pregunto curioso, el creía que con Hoseok podría ver los colores, pero hasta ahora, ninguno de los dos podía verlos.

— Ayer, ese día en la fiesta, nos conocimos, intercambiamos números, pero desde ese momento sentimos algo, ambos, como si algo nos conectará — sonrío Nam —. Vino todos estos días, ayer entre las prisas, salí a abrir, sin usar los lentes y solo paso — añadió sin despegar la vista de las gafas.

— ¿Cómo? — Yoongi no dejó de observarlo tratando de entender.

— Quizá ya estés con tu alma gemela y algo te está impidiendo ver los colores — sonrió dejando las gafas en el escritorio.

Yoongi lo entendió mejor, las gafas que el tenía le estaban impidiendo ver los colores de forma natural, Hoseok era su alma gemela, pero en todo este momento no lo había visto sin llevarlas puestas, por eso Hoseok sigue sin ver los colores, mientras que él los veía de una forma artificial.

— Huele delicioso. ¿Te quedaras a comer? — se puso de pie para salir de la habitación.

— De hecho me quedaré esta noche, mucha tarea que hacer — murmuró soltando una risa baja.

— Vaya, igual de verdad tenemos tarea pendiente — añadió Nam bajando tranquilo.

— Ahora necesito arreglar mi vida, después me preocupare por unas tontas calificaciones que no definen en nada lo que soy — respondió Yoongi mientras llegaban a la cocina, donde el olor era aún más agradable.

Kook abrazo rápidamente a Nam, preguntando si todo estaba bien, el mayor afirmó abrazándolo y dejando suaves besos en sus labios.

Yoongi se acercó a Hoseok, abrazándolo por la espalda.

— Huele delicioso, eres tú, la comida o ambos — dejo un beso en la mejilla del menor, mandando una sensación cálida por todo su cuerpo al escuchar aquella sonrisa.

— Yoonie — murmuró volteando a verlo, se veía demasiado guapo con aquellas gafas, lo recordaba de más pequeño, usando unas similares por su problema con la vista, deseaba que jamás se las quitara si se veía tan atractivo con ellas —. ¿Todo bien? — preguntó al ver cómo Yoongi lo observaba, perdido en sus pensamientos.

Mientras que el mayor pensaba en aquellas palabras de Nam, era obvio que tenía razón, aquellos lentes eran el problema, peor por ahora los seguiría usando, no era el momento, si Hoseok era su alma gemela, aquel suceso debía ser inolvidable en todos los sentidos para ambos.

— Todo bien bebé — sonrió volviendo a la realidad y dejando más besos.

Tambien esperaría para hablar de todo, por el momento disfrutaría de estar a su lado, en esa burbuja que parecía estar mientras se encontraban en la casa de Nam.

Mañana con la luz del día, secretos y verdades nunca dichas serían revelados, pero por ahora, se darían todo el amor que no habían podido en todos estos años separados. 

A Life of Colors - YoonseokDonde viven las historias. Descúbrelo ahora