El pálido despertó con un horrible dolor de cabeza, todo le daba vueltas, pudo reconocer la sala de su casa, con cuidado se puso de pie, buscando su móvil, pero no lo encontraba, hasta que lo vio en la mesa de centro.
Reviso si tendría algún mensaje de Hoseok, pero no había nada, lo cual le pareció extraño, subió a su habitación como pudo para darse una ducha, quizá de aquella forma podría sentirse mejor.
El agua estaba fría, pero al menos lo estaba refrescando un poco, una vez terminó, salió caminando a la ventana, todas las luces de la casa de Hoseok se encontraban apagadas, lo que le pareció extraño, ya que aún no era tan noche.
Llamó esperando ver algún movimiento, en cambio la llamada fue redireccionada al buzón de voz.
Suspiro cansado, iba a ir a aquella casa, había algo que le parecía extraño, pero el sonido de su puerta siendo tocada lo asustó un poco.
— Adelante — murmuró cerrando las cortinas.
— No supe en qué momento se fue Wendy, ¿todo bien entre ustedes cariño? — la mujer se acomodo en la orilla de la cama, tratando de ver la habitación como si buscará algo.
— ¿Wendy? — guardo el móvil y cerró los ojos, lo último que recordaba era estar en el sofá, con ella y aquellas palabras, pero no en rendía a que se refería.
— Si cariño, tú novia, de verdad hacen tan bonita pareja, estoy segura que tendrán unos bebés hermosos — la mujer sonrió esta vez ya viendo a su hijo.
— Wendy y yo terminamos madre — Yoongi tomó asiento en la silla frente a su escritorio.
— ¿Por qué? — la pregunta fue dicha en un tono demasiado frío, que mandó un escalofrío por todo el cuerpo de Yoongi, haciendo aquella sensación de que algo andaba mal aún más intensa.
— Me gusta alguien más — respondió tratando de alejar aquel sentimiento.
— ¿Quién? — La voz sonaba más dura.
Yoongi iba a responder cuando se escucho el timbre de la casa, la mujer se puso de pie, tratando de relajarse, después de todo Hoseok ya estaba lejos de su hijo.
— Debe ser la cena, hoy preferí ordenar algo, baja — se puso de pie caminando a la puerta de la habitación.
— No tengo hambre gracias — respondió Yoongi sin voltear a verla.
— Pero cariño, te puedes enfermar — trato de convencerlo, pero Yoongi solo negó —. Esta bien, descansa — terminó por decir la mujer, saliendo por fin de la habitación.
Una vez a solas se puso de pie, acercándose a la ventana, viendo a la casa de Hoseok nuevamente, sentía que el aire comenzaba a faltarle, sacó el móvil llamando nuevamente pero obteniendo el mismo resultado.
Cansado fue hasta su cama, seguramente Hoseok estaba durmiendo y no tenía batería, al otro día se podrían ver y pasar el día juntos, además todavía debía encontrar la forma de decirle a su madre, pero tenía la esperanza que lo tomará a bien.
Después de todo, conocía a Hoseok desde que eran pequeños, no había razón para que su madre se opusiera a aquella relación, al menos eso es lo que él pálido creía.
Se cubrió con las mantas y abrazo a Shooky, pasó su mano por su mejilla, limpiando una lagrima, no había razón para llorar, probablemente se habían irritado sus ojos con el shampoo o algo por el estilo.
Tardó en quedar dormido, hasta que por fin lo logró.
Muy temprano ya estaba vestido y listo para ir a casa de Hoseok, aprovecharía que su madre se levantaba tarde para no recibir preguntas de a dónde se dirigía.
Mientras cruzaba la calle trató de llamarlo nuevamente, como llevaba todo el día haciendo, pero la respuesta siempre era la misma, la voz de la contestadora era quien le atendía.
Llamó a la puerta incontables veces pero nadie le respondía, trató de ver por las ventanas, pero la visibilidad era casi nula, estaba a punto de buscar la manera de subir y ver por la ventana de la habitación de Hoseok, cuando alguien le habló desde la calle.
— ¿Min Yoongi? — giro al ver a la vecina de a lado de la casa de Hoseok, la señora Jeon, asintió y se alejo un poco de la casa —. ¿Buscas a Hoseok? — iba a responder, cuando la mujer negó —. Desconozco los motivos, pero Hoseok subió algunas maletas ayer a su auto y después se marchó, desde entonces no ha vuelto, quizá no lo haga — añadió la mujer.
Yoongi sintió como si agua fría fuera vertida en su cuerpo, negó rápidamente acercándose a la casa.
No, no sé había podido irse, así nada más sin decir nada, Hoseok no haría eso, no nuevamente, no después de que por fin comenzaba a recordarlo mejor, ahora que sus sentimientos estaban cada vez más claro aquello era mentira.
Se aferro a la puerta tocando más fuerte, la mujer se asustó un poco ante la reacción, rápidamente llamó a la señora Min, quien en menos de cinco minutos caminaba hacia su hijo, deteniendo los golpes en la puerta que comenzaban a despertar al resto de los vecinos.
— Tranquilo cariño vamos a casa — habló tratando de abrazarlo.
— Sé fue mamá, se fue nuevamente — hablaba Yoongi entre sollozos.
— Tranquilo, ven vamos a casa, encontraremos alguna forma de encontrarlo, no te preocupes cariño — respondió la mujer.
Yoongi asintió, viendo por última vez la casa de Hoseok y caminando con ella a su hogar, tratando de no sollozar, pero las lágrimas seguían derramandose por sus mejillas.
Su madre lo acomodo en la cama, para después tomar un sobre de la bolsa de su abrigo y se la acercó a Yoongi.
— Ayer vino Hoseok, me pidió que te entregará esto — habló dejando la carta en manos de su hijo —. Iré por algo para que desayunes — se puso de pie saliendo de la habitación, dejando a Yoongi a solas.
Yoongi abrió el sobre, con torpeza y desdoblo la carta, suspiro limpiando las lágrimas para poder leer.
"Querido Yoongi.
Si estas leyendo esto es por que ya no estoy ahí contigo, decidí alejarme para que seas feliz, espero puedas encontrar el amor con una persona linda y te dé todo el amor que para mi es difícil entregarte, ve los hermosos colores con la persona que llegues a amar.
Con amor, Hoseok."
Terminó de leer y arrugó la hoja, no podía creer que aquellas palabras fueran verdad, Hoseok no le podía hacer esto, aventó el peluche de Shooky, junto con el porta retrato que le había regalado.
Se cubrió con las mantas, desahoga do todo el dolor, pequeños recuerdos llegaron a su mente, como si aquello ya lo hubiera vivido, como lloraba entre las mantas, repitiendo el nombre de Hoseok. Pero justo ahora no quería pensar en eso, sólo quería ya no sentir aquel dolor.
Fuera de la habitación se encontraba su madre, supuso que ya había leído la carta, pues él llanto era dolor, por un momento le cruzó la idea de buscar a Hoseok y dejar que su hijo fuera feliz, pero no podía, Yoongi iba a llorar nuevamente por Hoseok, pero tarde o temprano lo iba a olvidar, eso estaba bien, de lo contrario ya sabía que podía hacer para que su hijo lo olvidara más fácil.
Una vez ya había funcionado, una segunda vez también traería Buenos resultados.
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A Life of Colors - Yoonseok
FanficEn un mundo en el que sólo puedes ver en blanco y negro desde que naces, hasta que encuentras a esa persona especial en tu vida. Yoongi cree encontrar a esa persona, pero cuando se encuentra con aquellos ojos y su mundo se ilumina de colores brillan...