A Life of Colors - Yoonseok

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Ya habían visto algunas casas, pero ninguna convencía realmente a Hoseok, en algunas las paredes se veían mal, en otras había mucha humedad, en otra el techo goteaba, en la última había una sombra extraña que se formaba con los árboles y a Hoseok le daba miedo.

— Debemos elegir una casa pronto, me siento incómodo ya en casa de Nam y las que teníamos ya se retaron ambas — Hoseok lo había convencido de rentar ambas casas para generar un dinero constante en lugar de solo venderlas.

A Yoongi le pareció buena idea, ya que en ellas había recuerdos que recién comenzaba a tener de vuelta. Además que varios besos de Hoseok lo habían convencido por completo.

Aún había un tema pendiente, era el hecho de que Yoongi siguiera usando aquellos tontos lentes, Hoseok deseaba tocar en tema, pero habían tenido hace poco la primera audiencia con la señora Min, no había tenido oportunidad.

— Iremos a ver la última, si no es de tu agrado debemos buscar otras opciones — mencionó Yoongi manejando con cuidado en dirección a la última casa.

— Gracias amor — sonrió Hoseok un poco avergonzado, pero deseaba que la casa que compartiera con Yoongi fuera realmente perfecta para ambos.

Quince minutos llegaron a la casa, estaba casi a las afueras, un lugar demasiado tranquilo, la casa parecía vieja y rústica, Hoseok hizo una mueca al verla, Yoongi lo vio y sabía que deberían buscar más opciones.

Aún así tomó la mano de su novio, entrando a la casa.

La vendedora de la casa los esperaba, dejándolos entrar, entonces la expresión en el rostro de Hoseok cambió, la casa era realmente acogedora, le gustaba demasiado. Yoongi sonrió al darse cuenta que habían encontrado "la casa" que Hoseok tanto buscaba.

De regreso a la casa, Hoseok iba tarareando una canción, mientras Yoongi sonreía al escucharlo.

— Tengamos una cita — murmuró de repente el mayor, llamando por completo la atención de Hoseok.

— ¿Tan de repente? — Hoseok lo observó y bajo el volumen de la música.

— Hoy no, que tal en una semana — cálculo Yoongi, para esa fecha estaría preparada por completo la sorpresa para Hoseok que era el verdadero motivo de la cita.

— En una semana estará genial Yoon — sonrió el menor descansando su mano en la pierna del mayor.

El camino fue demasiado tranquilo, Hoseok amaba aquella vida ahora al lado de Yoongi.

La semana había pasado sin ninguna novedad, bueno, Yoongi trataba de superar la escena que había visto al entrar en la habitación de Nam sin tocar previamente, deseaba borrar de su memoria aquella escena donde Kook estaba entre las piernas de su mejor amigo.

Jimin y Tae habían salido un par de veces, habían congeniado demasiado bien, como si se conocieran de toda la vida, Hoseok jamás lo diría, pero había espiado a su mejor amigo después de que este tuviera su primera salida con ese tal Tae, presenciando el primer beso entre ambos y como Jimin estaba demasiado sonrojado por la situación.

Hoseok despertó aquella mañana, estirandose en la cama, tratando de abrazar a Yoongi, pero este hizo un puchero al sentir la cama vacía, abrió los ojos, encontrándose con un sobre sobre la almohada.

"Hemos esperado demasiado tiempo, pero pronto mi amor, ese para siempre será una realidad", se leía en la carta, sonrió tomando el pequeño chocolate que también había ahí, comiendolo sin dejar de sonreir como un loco enamorado.

Se dio una ducha rápida, sintiendo el agua tibia en su piel, hasta ahora no había pasado nada entre Yoongi y él, pero de verdad esperaba con ansias aquel momento, seguramente más que poder ver los colores, después de todo aún había una mínima casi nula posibilidad de nunca poder verlos.