CAPÍTULO 20

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El niño vestía un pequeño abrigo de rayas blancas y azules, acompañado de un calentador deportivo azul que, al igual que el abrigo, tenía un lindo conejito estampado. En cuanto a su físico, era de complexión delgada, piel ligeramente blanca con mejillas regordetas y ligeros tonos rosados, con un cabello castaño y lindos ojos que se asemejaban los de un conejito.

El niño era tan dulce y todo a su alrededor destilaba felicidad, ternura e inocencia. Probablemente tenía entre cuatro a cinco años, justo en la edad en la que comienzan a hacer pequeñas travesuras y berrinches. Era exactamente la edad que Taehyung estaba buscando.

Se acercó lentamente hasta estar cerca de la ventana del niño y levantó la visera de su casco para que el chico pudiera apreciar su rostro y no se asustara. Levantó la palma de la mano agitándola de derecha a izquierda brindándole una tierna sonrisa para que entrara en confianza.

- ¿Qué te sucede pequeño osito? -agrandó sus ojos hasta más no poder mientras hacía un pequeño puchero.

El niño fue observando cada detalle de mi rostro, como si estuviera buscando algún tipo de error o algo que lo alertara. Pero casi al instante comenzó sonreír y aplaudir al mismo tiempo, diciendo algunas cosas que no pude escuchar por culpa del vidrio del vehículo.

-Osito ¿los chicos malos te están asustando? -el pequeño asintió varias veces, con sus ojitos llenos de lágrimas y un lindo pucherito- ¿quieres que el tío azulito te ayude a escapar a ti y tu papi? -trate de hablar lo más tierno que pude, pero el niño no me dijo nada.

El niño estaba un poco dudoso si aceptar o no mi propuesta, me imagino que debieron haberle dicho que no hable ni acepte ayuda de desconocidos. Debo admitir que fue muy inteligente de su parte haberle inculcado eso.

-Yo -se señaló a sí mismo con el índice de su mano derecha- soy tu amigo ¿ok?

Trate de mover mis labios lo más entendible que pudiera, porque al parecer el niño no me podía escuchar claramente. O era eso o se estaba haciendo el cojudo conmigo y me estaba viendo la cara de pendejo

-Yo puedo castigar a todos los que fueron malos contigo...

Trate de persuadirlo un poco más, así que espere atentamente algunos segundos hasta que el mocoso al fin se dignó a decir que "sí".

- ¡GENIAL!

El pequeño al darse cuenta de mi emoción le fue inevitable sonreír y verme directamente a los ojos. Vi cómo en el fondo de esos grandes e inocentes ojitos, brillaba una luz de la esperanza en medio de una inmensa oscuridad. Sin embargo, lo que más me gustó fue su sonrisa tierna y pura, que merecía ser plasmada en un cuadro y colgada en la pared para siempre.

-Primera regla -levante mi dedo índice bajo la atenta mirada del pequeño.

De repente su sonrisa desapareció y mostró un rostro serio sin ninguna emoción o expresión. Pero el niño inocentemente pensó que era algún tipo de juego divertido que iban a jugar.

-Nunca confíes en un extraño...

La sonrisa del pequeño desapareció como la espuma del mar al notar la falta de cordura y emociones en los ojos de Omega. Rápidamente sacó el arma escondida en su chaqueta y apuntó directamente a la cabeza del niño.

- ¡Hasta pronto mi pequeño osito!

Sin pudor alguno disparó el arma justo en medio de la cabeza del pequeño niño. Haciendo que su cabeza explote y manche el vidrio del costado del automóvil, con sus sesos dejando solo una gran cantidad de sangre, algunos trozos de carne y un pequeño ojo sobre el asiento.

El pequeño cuerpo del niño sin vida se desplomó sobre el asiento delantero donde conducía su padre. Que al ver su rostro manchado con la sangre del pequeño que había salido de sus entrañas, lanzó un grito de desesperación sin saber qué hacer.

Lágrimas de impotencia y odio caían progresivamente por el rostro de un destrozado padre, mientras que un desquiciado omega reía sin parar y disfrutaba de su dolor. Lleno de rabia e impotencia, se armó de valor y giro su cabeza en dirección al omega mirándolo directamente.

Unos ojos llenos de odio y llorosos se encontraron con los ojos del peliazul, quien al verlo simplemente se río en su cara, mirándolo con superioridad. Haciendo que se llene más coraje y sostenga fuertemente el volante con ambas manos, listo para atropellar al Omega, pero este al percatarse de su acción simplemente lo apuntó con su arma.

- ¡Corre, ve tras tu pequeño angelito!

Sin pensarlo dos veces, descargó su arma sobre el joven beta mientras se reía a carcajadas y decía algunas cosas incoherentes. Al final de su hazaña, vio como el automóvil golpeaba la barandilla del puente y se incendiaba. Sólo entonces pudo suspirar más tranquilamente y acelerar la moto con una sonrisa de satisfacción.

Sin pensarlo dos veces, vació su arma sobre el joven beta mientras reía a todo pulmón y decía una que otras incoherencias. Al terminar su gran hazaña vio como el carro se impactó sobre el barandal del puente y comenzó a incendiarse. Solo ahí pudo suspirar más relajado y con una sonrisa de satisfacción aceleró su moto.

Desde el helicóptero habían oído y visto todo el espectáculo que había armado el peliazul. Todos sin excepción de nadie se habían quedado sin palabras, ya sabían que el omega en ocasiones tenía comportamientos cuestionables, pero esto había superado sus expectativas.

-Te juro que a veces me dan ganas de matarlo -le dirigió la mirada a Jhope que aun mantenía su mirada puesta sobre la pantalla de su iPad que mostraba la figura del omega mientras conducía alegremente.

Jimin se había mantenido en completo silencio todo este tiempo, nunca había intervenido en ninguna decisión de su amigo, pero esto simplemente sobrepasaba todos sus límites. Simplemente no podía disimular toda la rabia e impotencia que sentía en ese momento.

Su mandíbula se tensaba aún más al escuchar las pequeñas risillas que lanzaban de vez en cuando cantaba una extraña canción como si nada. Respire profundamente para tratar de relajarme un poco, antes de que una vena del cerebro se me explotara del coraje.

El mayo dirigió su mirada hacia su amigo y observó como este aún mantenía el ceño completamente fruncido, sin decir alguna sola palabra. Sabía que si decía algo en estos momentos explotaría, no era para menos, el peliazul había faltado a varias normas de ética de la mafia.

Porque si, en efecto hasta los más despiadados asesinos tenían normas de ética y moral. Como muestra de ello tenemos a nuestra mafia que tiene muchas de ellas, pero una de las más importante e inquebrantables era "No matar a niños, ancianos y personas embarazadas que sean inocentes" y claramente Kim Taehyung había faltado a esa y muchas más.

Si rompes una regla, debes pagarlo y de eso seguramente Jin se encargaría. Esta vez ni el mismo Park Jimin y ni cualquier otra podrá intervenir en el castigo que le impondría el mayor. Porque esta vida es como un restaurante, nadie se va sin pagar y todo lo que hagas en este mundo, aquí mismo lo pagas.

Justo esa frase es la que tenía Jimin tatuado en su corazón y esta vez dejaría que su mano derecha se encargará de castigar al descontrolado y desobediente omega. Además, que se notaba y olía todo el enojo que desprendía el mayor y es mejor que se desquiten con alguien más que con él.

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¡Hola hermos@s Pitolovers!

¿Qué tal les pareció el capítulo?

No me funen.....

Es que solo estaba estresada cuando escribí este capítulo 😔 y bueno una cosa llegó a otra y pum Tae mato aún niño 🥲

En fin lean mi puta historia que paso horas de horas sentadas escribiendo y ustedes ni una maldita estrella me dejan 😠

Escuchen la música "secret - the pierces" para que se sientan más maníac@s, no se las puse porque la hijueputa aplicación no me lo permite 🙄

Compartan y dejen una estrella en honor a mi culo chato 😠⭐️

Bye ♡

𝙼𝙸 𝙾𝙼𝙴𝙶𝙰 𝙴𝙻 𝙼𝙰𝙵𝙸𝙾𝚂𝙾 - 𝚈𝙾𝙾𝙽𝙼𝙸𝙽 (𝙾𝙼𝙴𝙶𝙰𝚅𝙴𝚁𝚂𝙴)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora