CAPÍTULO 27

341 29 8
                                    

Mis piernas comenzaban a doler, el sudor recorría cada espacio de mi rostro y mis pulmones exigían que parara de correr y tomara un respiro, pero no había tiempo que perder. No se desde cuando el camino hacia la enfermería de la mansión era tan largo, parecía que con cada paso que daba me alejaba a un más, parecía como si la puerta de esa habitación estuviera huyendo de mí.

Odiaba el hecho de que las gotas de sudor recorrieran mi rostro, ensuciaran mi ropa y me regalaran el peculiar olor a cebolla que tanto detestaba. Pero por alguna extraña razón mis piernas corrían sin parar, mis manos temblaban como un gato asustadizo en medio de la carretera a punto de ser atropellado y la extraña sensación de escalofrío que recorría toda mi espalda hasta la punta de mis dedos, hacia que todo mi cuerpo se acelerará y sintiera un inexplicable miedo.

Iba corriendo como loco por todo la mansión, empujado a todo el que se me atravesara por mi camino. Ha este punto no me importaba si la chica que tire por las escaleras se lastimaba o el chico que iba caminado una charola llena de tazones sopa hirviendo le caía en encima.

Bueno, quizás al último puede que al último lo halla empujado intencionalmente, pero eso no quitaba el hecho de que estuviera muy preocupado y nervioso. En otra ocasión si me hubiera reído de él e incluso hasta lo hubiera grabado, pero no es el momento, ya tendré la oportunidad de reírme luego.

Seguí corriendo, empujando y pateando a todo el que se me atravesara por el camino. Hasta que algunos metros más adelante al fin pude divisar la dichosa habitación, que buscaba con tanto desespero.

Hice un último esfuerzo por correr la distancia que me quedaba y pude sentir claramente como mi aliento se escaba de mis pulmones y mis manos quemaban por girar aquella perilla.
Pero nunca imagine que al entrar por esa puerta iba a encontrar a Seokjin sobre Min Yoongi dando pequeños saltos sobre sus regazo. Juro por mi vida que sentí como mi alma se escaba de mi cuerpo y como toda la furia que tenía acumulada explotaba.

Jamás imagine que mi propio hermano, mano derecha, mejor amigo y mi alma gemela me traicionaría de esta manera. Jamás pensé que mis ojos llegarían a ver este momento, siempre creí que todos me traicionarían. Pero él… jamás, porque creí que se quedaría a mi lado aun cuando todos me dieran la espalda.

¿Cómo puedo llegar a traicionarme? a mí, el único lo acogió cuando todo el mundo lo señalaba y rechazaba. A mi él que le brindo un techo, comida, ropa, amor y todo lo que nunca tuvo. Él que  lo apoyo incluso cuando todo mundo lo juzgaba por ser un “omega defectuoso”, yo que lo protegí, cuide y sane todas sus heridas .

La rabia, el asco, la tristeza y cada uno de mis sentimientos negativos se apoderaron de mi. Mis sentidos estaban completamente nublados, mi cuerpo comenzó a moverse por si mismo, ya no me importaba nada en este momento, ya no había nada por el que debía seguir luchando y conteniéndome.

La camilla junto con Jin se iba alejando poco a poco y claramente podía sentir como mi corazón bombeaba grande cantidades de sangre a una velocidad inexplicable, haciendo que cada fibra de mi cuerpo se calentara.

No hay vuelta atrás, Seokjin debe por su traición. Empecé a correr hacia ellos sin detenerme, pero cada ve que veía como saltaba sobre su regazo mi rabia aumentaba, ya no podía soportar más esta impotencia. Así que en un momento de desesperación me lance sobre Seokjin dispuesto a darle un buen golpe sobre la nuca.

Cuando por fin tenía mi mano a escasos sentimientos de darle un buen golpe que seguro lo mataría instantáneamente, sentí como unos extraños brazos rodeaban mi cintura y me sostenían con fuerza, hasta derribarme al suelo, dando un buen golpe de realidad.

-¿Qué mierda ibas a hacerles?

-Suéltame en este maldito momento o juro que te arrancaré el intestinos y te lo meteré por el culo.

𝙼𝙸 𝙾𝙼𝙴𝙶𝙰 𝙴𝙻 𝙼𝙰𝙵𝙸𝙾𝚂𝙾 - 𝚈𝙾𝙾𝙽𝙼𝙸𝙽 (𝙾𝙼𝙴𝙶𝙰𝚅𝙴𝚁𝚂𝙴)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora