CAPÍTULO 23

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Desde que era pequeño mi vida siempre ha sido triste y solitaria, nunca sentí el amor de mis padres y jamás tuve un amigo con quien jugar. Siempre hemos sido mi lobo y yo, contra el mundo, por eso nunca supe cómo amar y como ser amado. 

Y eso es lo que me lleva a este momento, momento donde veo como todos mis compañeros caen uno a uno. Y yo aquí sentado dentro de un carro sin saber cómo ayudarlos, me hubiera encantado haber hecho algo más por ellos. 

Nuestro carro atravesaba a gran velocidad el puente esquivando cada obstáculo que se le atravesara por el camino, tratando de evitar el impacto de cada misil arrojado contra nosotros. Era una batalla constante contra el tiempo y el destino, donde un solo podría ser el ganador. 

Me hubiera encantado haber aprendido a ser más empático con las demás personas, me hubiera encantado haberle dado un abrazo a la novata llorona, cuando me pregunto si sobreviviríamos y sobre todo me hubiera encantado haberme despedido de mi  lindo Hobi. Pero creo ya es muy tarde para eso, mi fin ya está cerca y no podré evitarlo. Solo espero tener una muerte digna para el gran Kim Taehyung. 

Observé por los espejos retrovisores como el caos y el infierno devoraba a mis últimos compañeros. Miré hacia arriba y allí estaba, un enorme y amenazante helicóptero que se dirigía hacia nosotros. Sonreí melancólicamente agachando mi cabeza mientras cerraba los ojos con fuerza y esperaba por mi destino. 

- ¡DISPAREN! 

CENTRO DE ACOPIO SCC 

El objetivo, aquel automóvil que iba abriéndose paso atreves de los escombros de la carretera. El soldado encargado del helicóptero SE009 ingresó las coordenadas del automóvil en movimiento al misil, esperando el momento oportuno para disparar. 

Lentamente dirigió su mano al control remoto del misil, que tenía cierta parecido a un Nintendo Switch Oled. Agarrándolo con ambas manos y colocando su dedo índice sobre en el llamativo botón rojo del complejo juguete. 

De un lado teníamos al soldado listo para disparar y por el otro teníamos a un resignado omega esperando por una muerte injusta. Mientras que sus oídos eran invadidos por el llanto desgarrador de la beta y por los constantes insultos del alfa. 

Con su dedo a escasos milímetros de presionar el botón, una bola de fuego impactó directamente contra el helicóptero SE009 sin ser detectado. Eliminado al principal responsable de tantas muertes y a un potencial enemigo de la viuda negra. 
El sonido ensordecedor de una explosión en los cielos llamó la atención de pocos sobrevivientes que aún permanecían fielmente en pies sin ser asesinados, los cuales inmediatamente festejaron al suponer de dónde había llegado la ayuda. Mientras que el peliazul al fin se permitió respirar con más tranquilidad. 

-Nadie, absolutamente, tiene el derecho de tocar a mis bebés. 

El omega se encontraba acuclillado cerca de la puerta del helicóptero, mirando fijamente la caótica escena desde las alturas. Todo este tiempo se había sentido tan impotente por no poder comunicarse con sus pequeños. 

Pero no podían correr el riesgo de ser rastreados y bombardeados estúpidamente, es por esa razón que se habían quedado quietos sin hacer ningún movimiento que los delatara. Pero eso no quitaba el hecho de que sintiera ganas de saltar del helicóptero y matar a todo esos malnacidos. 

-Destrúyelos a todos -pero tampoco se quedaría todo el día de brazos cruzados- no quiero a nadie con vida. 

El semblante del omega estaba completamente serio con una mirada escalofriante y terrorífica. Algunas personas cuentan que si ves a través de sus ojos podrás sentir cómo absorben tu alma y la encierran por toda la eternidad. 

𝙼𝙸 𝙾𝙼𝙴𝙶𝙰 𝙴𝙻 𝙼𝙰𝙵𝙸𝙾𝚂𝙾 - 𝚈𝙾𝙾𝙽𝙼𝙸𝙽 (𝙾𝙼𝙴𝙶𝙰𝚅𝙴𝚁𝚂𝙴)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora