CAPÍTULO 22

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Un zumbido en mis oídos y aquel objeto que se movía histéricamente en el fondo hacía que mi cabeza diera vueltas sin parar. Traté de sacudir la cabeza varias veces, tratando de agudizar mi visión y mis oídos, hasta que una escena de película cámara rápida llegó de golpe a mi cabeza.

-MIERDA, LEVÁNTATE DE UNA BUENA VEZ.

Ese grito me hizo reaccionar y levantarse velozmente del suelo, donde minutos atrás había tropezado y caído fuertemente, golpeándome la cabeza. Corrí lo más rápido que pude hasta estar cerca del auto y lanzarme sobre el asiento del copiloto cerrando la puerta.

Dejando salir todo el aire de mis pulmones, traté de calmar un poco mi respiración, con la esperanza de concentrarme e idear rápidamente un plan. Pero ¿qué diablos pasó?, ¿por qué salió un helicóptero de la nada y empezó a dispararnos?, ¿en qué momento fue que bajamos la guardia? todo esto es un fiasco total.

- ¿Estás bien? -pregunto una preocupada beta que se encontraba en la parte trasera de los asientos.

- ¿Cuál es tu problema? - gritó repentinamente el alfa que se encontraba en el asiento del conductor echando humo- casi haces que te maten, por un demonio.

Giré la cabeza para enfrentar la mirada severa y feroz de ese estúpido alfa que me gritaba a todo pulmón e intentaba darme un sermón.

-Cierra de una buena vez tu maldita boca -dijo entre dientes- ¿Quién te crees que eres para venir a gritarme y a sermonearme? -grito histéricamente, agarrado al alfa por el cuello y llevándolo contra la ventanilla del auto- suficiente tengo con el hecho de que casi muero por mi descuido, como para que tu vengas y...

La inexperta beta comenzó a alterarse cuando vio que el omega comenzaba a apretar cada vez con mayor fuerza el cuello del alfa, mientras balbuceaba incoherencias por el arranque de ira. No sabía qué hacer, si se entrometía probablemente correría con la misma suerte que su Sunbae. Rápidamente trató de pensar en algo cuando vio que el alfa comenzaba a poner los ojos en blanco y sus labios se volvían azules por la falta de oxígeno en sus pulmones.

-BASTA -gritó sin pensarlo- Oppa... -casi le da un infarto cuando la mira furiosa del omega se posicionó sobre él, así que trato de inventar una excusa rápida para persuadirlo- los vidrios del auto pueden romperse en cualquier momento... -trago grueso cuando noto como el agarre del histérico omega fue disminuyendo poco a poco, no sabía de dónde había sacado esa estúpida excusa, pero al parecer estaba funcionado- debemos continuar con la misión y atrapar a nuestro objetivo.

El omega se acomodó lentamente sobre su asiento soltando al estúpido alfa que le había hecho perder su última gota de paciencia. Por otro lado, el alfa trataba desesperadamente de tomar aire, mientras tosía y sostenía su pecho con ambas manos dramáticamente, como si nunca en su vida lo hubieran ahorcado antes.

Dejó escapar un profundo suspiro al observar la situación de su equipo, no podía creerlo como desafortunadamente algunos de sus hombres yacían sin vida en el suelo mientras que otros avanzaron afortunadamente habían alcanzado a llegar a los autos para protegerse.

De hecho, en este momento estaba agradeciendo al cielo que Jimin hubiera ordenado construir este tipo de tanque que era casi indestructible e impenetrable a cualquier calibre.

Pero fue una verdadera pena que casi la mitad de los motociclistas no sobrevivieron a la repentina masacre. Pero la pregunta aquí es, ¿cómo supieron que los íbamos a atacar? y ¿cómo pudieron anticiparse y conseguir helicópteros con tales armamentos? Esas preguntas hacían que la sangre de Tae hirviera de coraje.

- ¿Todos se encuentran bien? -el sonido del radio encandecer hizo que el omega salga de su trance- ¿Se encuentran lastimados?

Pero que pregunta tan estúpida era esa, es más que evidente que algunos se encuentran lastimados y otros muertos. Sin contar que casi me matan cuando me caí de hocico, pero claro estamos hablando de Jackson, él siempre gana cuando se trata de ser el más pendejo.

𝙼𝙸 𝙾𝙼𝙴𝙶𝙰 𝙴𝙻 𝙼𝙰𝙵𝙸𝙾𝚂𝙾 - 𝚈𝙾𝙾𝙽𝙼𝙸𝙽 (𝙾𝙼𝙴𝙶𝙰𝚅𝙴𝚁𝚂𝙴)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora