Encuentros y confesiones.

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T/N Parker.

Guardo mis libros en el casillero, las clases han terminado y por fin podré ir al centro comercial en busca de un dichoso disfraz. Mañana es la fiesta de Chase, me hizo prometerle que estaría ahí y yo le aseguré más de una vez que no faltaría.

Mi celular vibró en el bolsillo de mi pantalón, así que no dudé en sacarlo y revisarlo.

Ojiverde<3: Te veré en el estacionamiento, cariño.

Yo: De acuerdo, salgo en un momento.

Así era la rutina después de la escuela, Aidan me llevaba a casa y se quedaba un rato conmigo, todo dependía si papá no se encontraba ahí. Me había aprendido sus horarios de trabajo, antes faltaba unos cuantos días, pero ahora parecía ser responsable. Entraba por las mañanas y salía antes de que anocheciera, supongo que hacía horas extras para cubrir las horas perdidas.

Cerré mi casillero y caminé por los pasillos vacíos, los demás estudiantes ya habían abandonado la escuela así que yo era la única alma en pena que rondaba por ahí. Mientras caminaba hacia la salida, noté la figura de una mujer adentrarse a la escuela y la vi caminando hacia mi dirección, reduje mis pasos porque la vi con intenciones de acercarse a mí, probablemente quería pedirme indicaciones.

—H-hola —saludó nerviosa.

Cuando la tuve más cerca, me di cuenta de que se trataba de la misma mujer con la que había chocado el día que desmantelé a Liam.

—Hola, ¿puedo ayudarla en algo? —pregunté.

Se le notaba nerviosa, sus ojos no se despegaban de mi rostro y no podía negar que eso me ponía un poco incomoda.

—Busco a una estudiante —me informó —. ¿Conoces a T/N Parker?

Abrí los ojos con sorpresa, ella se refería a mí y por un momento dudé en si decirle que era yo, pero mi curiosidad era más grande y opté por decirle.

Espero que no sea mala idea.

Esperaba lo mismo.

—S-soy yo —respondí, pude notar como su cara se contrajo en una expresión de asombro —. ¿Qué necesita de mí?

Cubrió su boca con sus manos, pude notar como me miraba de arriba abajo y sus ojos comenzaron a mojarse. Estaba poniéndome nerviosa con su actitud, hasta que abrió la boca para decir algo que me hizo dejar de respirar.

—Dios mío, en verdad eres tú —murmuró aún sorprendida —. Cielo, ¿me recuerdas? Soy tu tía Luisa.

En el momento en que su nombre salió de sus labios, mi cara perdió color, las piernas me temblaban y las palabras se habían quedado atascadas en mi boca. No podía articular palabra alguna, ni siquiera podía pensar en algo justo ahora.

Frente a mí se encontraba la hermana de mi madre, una de las mujeres que más amaba en mi vida y que por años creí que jamás vería. Las lágrimas se acumularon en mis ojos, mi cuerpo reaccionó por si solo y cuando me di cuenta, ya estaba abrazándola. Ella no dudó en corresponderme, se sentía bien hacer esto, creí que jamás volvería a verla y ahora estaba feliz, era un poco parecido a mi madre, con la diferencia de que tenía el cabello pintado de rubio.

—Tía Luisa, no puedo creer que estés aquí —sollocé en sus brazos —. De verdad jamás creí verte otra vez.

—Lo sé, cielo —acarició mi cabello —. Te busqué durante un mes, estaba esperanzada a encontrarte y lo logré.

Me separé de ella y limpié mis mejillas mojadas.

—¿Estuviste buscándome?

—Sí, he venido por ti —me hizo saber —. Con tu padre no estás segura, así que haré lo posible por llevarte conmigo. Tienes que mantener esto en secreto, tu padre podría arruinar todo si se entera que te he encontrado, debemos mantenernos en contacto a escondidas.

H E A V E N (Aidan Y T/N) ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora