Sentimientos.

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T/N Parker.

Mi cerebro ahora mismo está haciendo cortocircuito y mi corazón palpita como loco al sentir los labios de Aidan sobre los míos, admito que no esperaba que el ojiverde me besara nunca, pero el hecho de que lo haga me está gustando demasiado. Los sonidos del exterior se vuelven lejanos para mí, mi mente solo se concentra en la suavidad de los labios del ojiverde y me cohíbe admitir que son tal y como me los imaginé.

Suaves y cálidos.

Me separo lentamente de él, tratando de retomar el aire y asimilando que lo que acaba de pasar es completamente real. Mis ojos aún están cerrados, porque una parte de mí teme a que cuando los abra no vea al ojiverde y todo me indique que fue un sueño, pero no. Al abrir mis ojos, me encuentro con la dulce mirada de Aidan, quien lo veo un poco agitado por el beso y es que a pesar de que todo fue suave, las emociones que me abrumaron a mí le debieron haber causado lo mismo a él.

La canción que puse acaba, pero comienza otra que llena el silencio, la lluvia sigue cayendo sin intenciones de detenerse y todo parece indicar que probablemente volveré a quedarme en la habitación del ojiverde porque conociéndolo, él no dejará que yo me vaya con esta lluvia.

Como si no te agradara la idea de quedarte.

La verdad es que sí.

—Aidan —digo lentamente —. Por favor, dime que lo que acaba de ocurrir es real.

Él no responde, solamente vuelve a besarme lentamente, haciendo que mi corazón colapse por la forma en la que ha respondido a mi pregunta.

—Sin duda lo es —responde cerca de mis labios —. ¿No estás molesta?

—¿Molesta? Sería hipócrita de mi parte si no admitiera que desde hace mucho quería besarte —confieso.

Mis mejillas se calientan porque no sé como es que pude decir eso tan campante, el ojiverde suelta una pequeña risa y de tan solo verlo se me derrite el corazón.

Así que él está comenzando a sacar ese lado cursi que tienes, eh.

No te metas ahora.

—¿Te morías por besarme, T/N? —pregunta Aidan, de forma burlona.

Le doy un leve empujón, ocasionando que el suelte otra risa.

—Pff, ya quisieras eso —ruedo los ojos —. En cambio, parecía que tú sí.

—No voy a negarlo —dice.

Me quedo callada, sintiendo como en mí se crean nuevos sentimientos que jamás creí que llegaría a experimentar, años atrás mi atención hacia los chicos no era lo más relevante ya que siempre he tenido a Nate molestándome y a veces creía que la mayoría serían como él. Estaba demasiado equivocada, jamás debí meter a todos en el mismo saco ya que sin duda me he dado cuenta de que no todos son iguales a él y Aidan es el claro ejemplo.

Intento no mirarlo mucho tiempo a los ojos porque después de esto, tendré un recuerdo de nuestros labios juntos y sé que me costará mirarlo fijamente porque la pena terminará por traicionarme demasiado. Aidan parece notarlo, pero no dice nada ya que solamente me da una pequeña sonrisa como triunfante y se pone de pie, haciendo que yo lo mire.

—Parece que la lluvia no va a dejar de caer —me informa —. Supongo que tendrás que quedarte.

Ruedo los ojos divertida.

—No finjas como si no te agradara la idea.

—¿Bromeas? Estoy agradecido con el mal clima —me mira ilusionado y yo suelto una risa.

H E A V E N (Aidan Y T/N) ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora