Capitulo 10

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Shinso

Dormir al lado de Kirishima fue horrible, no dejaba de hablar y contarme toda su vida, solo lo pude detener cuando lo rete a contar del 1 al 1000, se quedó dormido en el 345. Obvio yo ni intenté llegar al 10, así que una vez despertamos le dije que me venció.

Ya fuera de la casa de acampar todos estábamos listos para una caminata a un mirador, se encontraba en la zona más alta.

Esta vez no deje que Monoma fuera imprudente y le ofrecí mi brazo para que fuera sus apoyo en todo el camino.

Últimamente el y yo estábamos eliminando la barrera del contacto físico y era agradable, ya no sentía incomodidad, al contrario ya lo veía como un buen amigo. Apreciaba mucho que respetará mis sentimientos por Kaminari o que siempre me incluyera en las conversaciones, después de todo yo era el nuevo en este grupo, por lo que aún no tenía la suficiente confianza para abrirme a ellos.

–Se ven tan lindos, ¿Puedo tomar una foto?–Kendo se gira a nosotros con una camara, nos quedamos quietos un momento y Monoma se aferra más a mi brazo, yo solo inclino un poco mi cabeza hacia el.

–Listo, se ven muy lindos–Kendo sigue su camino y toma más fotos a los demás, cómo a Kirishima sobre una roca y a Bakugo cargando a Uraka.

–Kendo tiene muchas energía –comento mientras subimos por unas escaleras, estaba diseñadas especialmente para el mirador.

–Oh si, y tendría mucho más energía si estuviera Pony, pero al parecer ya le gustó el intercambio y no parece que vaya a regresar pronto

Sabía quién era Pony y me llamaba la atención, al parecer disfrutaba de tocar el piano y dibujar.

–Espero conocerla algún día.

–Claro, siento que se llevarán muy bien, me dijiste que uno de tus hobbies era dibujar, solo que ella es más de paisajes e hiperrealismo.

–Si, suena el tipo de chica que quiero de amiga.

El mirador era asombroso, se podía ver toda una obra de arte de la naturaleza. Aunque si no fuera por los barandales me daría miedo acercarme.

–Vaya, que tiempos cuando veniamos durante la secundaria –dice Monoma soltando mi brazo, sentía frío, el era tan cálido que mal acostumbro mi brazo.

–Si, recuerdan la vez que nos fugamos y nuestros padres hablaron a la policía–comenta Kirishima.

–Si, la vieja bruja me dió unos buenos golpes...pero lo valieron.

Tomamos algunas fotos y nos quedamos un rato conversando, ya cuando el cielo empezó a teñirse de naranja ví que Monoma hacia sutiles señas a Bakugo, podía traducirlo como un "Ánimo, tu puedes".

En eso Bakugo se levanta y toma de mano a Uraka. Nosotros éramos espectadores.

–Ochako...yo organice este viaje con el fin de que todos estuviéramos juntos una vez más, ya sabes, cada quien tomara su camino y esto será más difícil de hacer, pero en este momento que todos  estamos aquí y sin las presiones de una vida adulta...aún, quiero preguntarte algo ...

Momoma estaba a mi lado expectante, orgulloso de su amigo.

–Ochako ¿Me permitirías ser tu compañero de vida?, ¿Te gustaría casarte conmigo?

Bakugo se arrodilla frente a una Uraka temerosa. Ella ve con angustia a Kendo la cual le dice "está bien" en un susurro.

–Yo...claro que me encantaría –Uraka empieza a llorar y antes de que le ponga el anillo ella lo detiene–pero antes debo darte algo, también quería hacerlo especial.

Un corazón para dos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora