Capitulo 7

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Monoma

Era un lunes por la mañana y yo estaba más aburrido que de costumbre, no había nada interesante que hacer. Mí padre me había prohibido ir a la empresa, mis amigos estaban buscando trabajo, terminando cursos, y entre más cosas. Yo era el único sin nada interesante que hacer. Incluso Iida no podía hacerme compañía por qué el a su corta edad ya estaba en el área de control y calidad de su empresa.

Era aburrido, lo único interesante que podía hacer era dejar a Shinso a la universidad e ir por el una vez terminarán sus clases. Para mí sorpresa el acepto mi propuesta sin esfuerzo, de hecho últimamente se había comportado bien conmigo, ya no me ignoraba o me decía palabras a secas. Era como alguien que ya se había resignado. Si bien debía sentirme más tranquilo, no podía, me hacia sentir un asco de persona por qué sabía que solo lo hacía por el bien del patrimonio familiar, no había una bella historia de amor detrás de eso.

La verdad a esta altura ya quería cancelar el compromiso, incluso quería seguir explorando terreno peligroso cada vez que veía a Iida, el era cautivador para mí, lo veía como la clase de persona con la que podia estar toda una vida y yo sé que el sentía lo mismo. El interés que muestra hacia mí va más alla a una amistad, lo veía en sus gestos, en sus actos, en las tardes y noches que pasamos hablando como si el tiempo se detuviera.

Pero solo era como un baile, dónde el daba dos pasos adelante y yo lo obligaba a retroceder tres.

Debía hacer algo antes de que fuera muy tarde.

–Bueno–contesto mi teléfono al recibir una llamada, era Bakugo.

–Ey, estarás ocupado el fin de semana.

–Deja ver mi agenda, let me see, no trabajo, no escuela, no amigos, si, estoy libre.

–Idiota–lo escucho reír y aquello me hace sentir feliz, el me hace feliz, mis amigos logran eso en mi–se que eres el peor imán de problemas, pero estoy organizando un viaje a las montañas, ya sabes cómo en los viejos tiempos.

Quiero responder con un si, pero veo mi pierna y aquello me causa escalofríos.

–Me gustaría, pero...

–Se que aún no estás del todo bien de la pierna, si te cansas te prometo que te ayudaré a subir, aunque deba llevarte a rastras.

–¿Gracias?

–Oh Monoma, vamos, cada quien empezará con su vida adulta y ya no podremos hacer esto tan seguido, además hay otra razón por la que estoy organizando esto

Recuerdo que años atrás sentía mi corazón comprimirsi cuando veía a Bakugo y a Uraka juntos, pero ahora solo sentia que era correcto ese amor que se tenían el uno por el otro.

–Es lo que creo que es.

–Si, le pediré que se case conmigo.

–Mis niños estan creciendo–le digo con fingido llanto–¿Cuándo creciste tanto?, Aún recuerdo cuando nos escondíamos de tu padre para que no viera su coche destrozado.

–No te pongas sensible...por cierto, sería bueno que invitarás al emo que tienes por prometido.

–No creo que sea buena...

–Oh quieres que invitamos al amante, el cuatro ojos ha ha

–¡Es mi amigo!

–Y yo soy un amor de persona, Monoma Neito, te conozco mejor que nadie, así que más te vale llevar al emo, tal vez el contacto con la naturaleza ajuste los fusibles que ambos tiempo mal acomodados.

Un corazón para dos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora