Shinso
Hace unos días había notado a Neito un poco distante, no hablaba mucho, tan solo seguíamos nuestra rutina, el me dejaba y traía de la universidad, en ocasiones hacia mi mejor intento para alargar nuestras conversaciones. Aunque no me agradaba que cambiará siempre la conversación cuando de su salud se trataba, eso me hacía sentir miedo, ¿Acaso su condición estar empeorando? No lo sabía y el no era de ayuda para mitigar mi temor.
Un dia solo me ordeno que me quedará con Pony en el taller de arte, pese a insistirle mi deseo de acompañarlo a su consulta mensual con el médico, tan solo me dijo que con su padre bastaba.
–Gatito, me estás escuchando –Pony me habla, sostenía varias brochas –no te distraigas, hoy trabajaremos con acrílico, te enseñare a como mantener tus materiales limpios y a mezclar colores, será divertido.
–De acuerdo
Pony era divertida, espontánea, una muy buena amiga, en poco tiempo me había enseñado técnicas de dibujo y a hacer proporciones con el cuerpo. Él arte si bien me gusta y pensé en ser pintor en mi época más joven, muy pocas veces pude enfocarme en ello, ya sea por tiempo, o por el hecho de vivir una vida poco sana. Me cuesta creer que paso gran parte de mi día entre libros y pinturas cuando antes me la pasaba en el cobertizo de Hanta cómo si fuera mi casa. Era curioso ver cómo vida había cambiado.
–¿Asi está bien maestra? –Pony se ríe por la forma en que le llamo y ve mi pintura, era un cielo en colores pastel.
–Aqui te faltó mezclar mejor estos dos colores, se ve bien, pero parecen que luchan por el lugar y no se funden en uno solo. Los colores elegidos son interesantes, muy hábil de tu parte usar esa paleta de colores.
–Gracias.
Al ser ya tarde le ofrezco a Pony llevarla a su departamento, llame a mi chófer y ambos subimos al auto.
Las atardeceres en Japón eran hermosos y tenían una toque más mágico con Pony cantando Stay With Me con su japonés masticado.
Si, eran bonitos los atardeceres.
Una vez deje a Pony en su departamento fui a mi casa. Mi madre estaba en la sala analizando unos documentos. Últimamente trabajan horas extras para poder tener todos los datos del plan de inversión. Por lo que sabía todo iba muy bien y dentro de poco se obtendrían las primeras ganancias.
–Madre ya llegué
–Y ese milagro, ya es raro verte por aquí
–No exageres madre
–No exageró, desde que decidiste ser un chico social pasas más tiempo afuera que con nosotros.
Si bien mi madre intenta sonar enojada, su sonrisa decía otra cosa.
Mi relación con mis padres con el tiempo de volvió más amena, sin la presión de un compromiso, ya no teníamos la misma discusión de siempre y podíamos hablar de otras cosas, como la empresa, salidas familiares, si, todo era mejor.
Lo único que eclipsaba mi buen humor era la distancia de Neito, al principio creí que era temporal, pero ya había pasado un mes y el seguía poniendo distancia entre ambos, además lo peor es que parecía tener una relación más estrecha con Iida, siempre los veia juntos y aquello me dejaba un mal sabor de boca, Kaminari nombró aquel sentir como Celos, y me dijo que si no sabía manejarlos podía causar daño, así que para librar mi mente de malos pensamientos decidí hacer una pésima combinación de amistades, no se que estaba pensando cuando los presente, de verdad, no se que paso por mi cabeza.
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Un corazón para dos
FanficMonoma Neito y Shinso Hitoshi son comprometidos a temprana edad, y para evitar el choque de sus personalidades tan dispares, los padres toman la decisión de separarlos, para que asi, a la edad de 22 años se lleve a cabo tan esperada unión. Lo que no...