4° Tomalo Con Calma.

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Después de un par de días mi Mamá regresó de su viaje y me encantaría decir que no se entero de la fiesta, pero lamentablemente los vecinos del piso de abajo se quejaron por el ruido, no dudaron en contarle todo. Quisiera decir que solo yo salí perjudicada pero no fue así . Mi mamá me castigo por una semana sin ver a Verá e hizo que también a ella le tocara un castigo.

Cuando al fin se le bajó un poco el coraje decidí bajar al lobby por el correo. Toque el timbre del escritorio esperando ver a Tomi, pero salió un hombre de cabello castaño, alto como de unos 40 años.

-Disculpé sabe donde está Tom es que es muy raro que no este en su lugar de trabajo , le paso algo? - Pregunte algo angustiada.

-Desde hace unos días ya no trabaja aquí Señorita Méndez , ahora yo soy el encargado necesita algo?, Respondió el hombre con una amplia sonrisa.

Ni Siquiera pude fijarme en el nombre de su gafete por que empezaron a salir lágrimas de mis ojos sin parar y no pensé dos veces para ir al piso, pero subí por las escaleras de emergencia. Necesitaba respuesta y sabía quién podía dármelas. Cuando llegue arriba la vi sonriente mientras estaba en una llamada telefónica, aunque intente contenerme, no podía.

-Como pudiste hacer eso ? Dije gritándole sin importar que estuviera en una llamada.

Ella solo voltio de repente mientras colgaba y me miraba con cara de confusión.
- De qué hablas sophie? - preguntó confusa.

-Corriste a Tomi, el no hizo absolutamente nada la única responsable fui yo.
No podía parar de llorar.

- Pero no hizo nada al respecto por evitarlo y tampoco dijo nada, entonces está de más decir el porqué. Lo dijo como si nada.

-El era el único que me acompañaba cuando tu te ibas por semanas o cuando llegabas hasta tarde. Dije mientras la miraba con coraje.

-Lo siento sophie pero no podía arriesgarme a que volviera a pasar y aparte ya estaba demasiado Grande.

-El amaba su trabajo, lo sabes y el era el único que estuvo ahí cuando tu tenías que estarlo Mamá.

-La vida que tienes la tienes gracias al sacrificio que estoy haciendo y todo es por y para ti, entonces no seas malagradecida.

-Entonces te agradezco todo el esfuerzo que hiciste para comprar una mesa para seis, cuando solo la ocupa una sola persona - Le respondí mientras señalaba la mesa.

-He hecho todo lo que pude para que estés bien y al parecer eso no te basta Sophie

-No me basta? Cuando fue la última vez que festejaste un cumpleaños conmigo o que hablamos sobre mi día o sobre quién me gusta?

-No me salgas con eso.

-sabes mínimo que color me gusta, que hago con la tarjeta que me diste, deja respondo por ti, no, no lo sabes . Dije mientras soltaba una carcajada.

-Pero esta bien no se puede ser la mejor en su trabajo y a la vez la mejor madre cierto?

Después de eso me fui echa una furia hacia mi cuarto.

No salí de ahí para nada y tampoco toque alimento en un par de días. Tal vez ella piense que estoy exagerando porque solo era un empleado más pero para mí era mucho más que eso, lo conocí desde que nos mudamos al edificio, todavía no tenía esas canas, ni arrugas bajo sus ojos, el y yo crecimos juntos cuando la persona que se supone que me tenía que ver crecer no estaba.

Decidí salir de mi habitación y ver como estaban las cosas. La vi en el comedor desayunando mientras me recibía con una sonrisa.

-Hola cariño, ya se te pasó el berrinche? - pregunto como si nada

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