Destined 『Alchemy Of Souls』✔️

32: "¿Ser felices?"

—Seo Yul—Hable fuerte.—Detente.

Él hizo caso a mis palabras y detuvo su paso en medio de un puente ubicado en Sejukwon. Habíamos pasado los últimos días aquí dada su condición de salud, no pude quedarme a su lado todo el tiempo que hubiera querido, pero siempre que podía venía verlo, y hoy no era la excepción.

—Me dijeron que no estabas comiendo—Volví hablar una vez quede de frente a él.—Recuerda que debes tomar tu medicina, y para poder tomarla debes comer algo.

—No quiero tomar esa horrible medicina, no sigas insistiendo—Pidió con cierta frustración.

—Yul, te quiero sano, necesito que estés bien—Tome su mano con sutileza.—No es por obligarte, pero deseo que te encuentres bien.

—Yeon-soo, no te preocupes—Dio un leve apretón en nuestras manos entrelazadas.—Mi herida ya sano, mi energía regreso.

—Te escucharon quejarte toda la noche—Mencioné con preocupación.—Sé que todavía no lo estas, no puedes mentirme.

Soltó un suspiro y desvió su mirada, evitaba nuestro contacto visual.—Tal vez duele un poco todavía.

Solté une leve sonrisa ante sus palabras.—Yul, no sabes mentir. Eres demasiado trasparente, eres como el agua más clara que existe, puedo saber exactamente como te sientes.

Acerque mi mano hasta su mejilla, acariciándole levemente.—Debió ser difícil para ti ocultar la verdad de ella, gracias por protegerla a pesar de todo.

—Yeon-soo—Coloco su mano encima de la mía.—Me iré a la fortaleza Seoho pronto.

–¿Qué?—Trate de alejar mi mano pero él sujeto más fuerte nuestro agarre.—¿Por qué no me lo dijiste antes?

Guardo silencio durante unos segundos, miro nuestro alrededor y sonrió.—Porque quería llevarte conmigo, pero no sabía cómo preguntarte.

—¿Quieres que me vaya contigo a la fortaleza Seoho?—Asintió a mis palabras.

—Le había pedido ayuda a Mudeok con eso, pero veo que era algo que tenía que hacer solo—Acerco su cuerpo al mío.—Vayamos a la fortaleza Seoho y comencemos nuestra vida, juntos.

Sentí como una lagrima descendía por mi mejilla, asentí a sus palabras con una leve sonrisa. Él también sonrió y junto nuestros labios. Pase mis manos por su cuello, y él paso sus manos por mi cintura, apego nuestros cuerpos el uno al otro. De un momento a otro el beso ya no era uno delicado y con dulzura.

—¿Deberíamos ir a un lugar más privado?—Susurró él con una leve sonrisa.

—¡Seo Yul que estas diciendo!—Golpeé avergonzada su pecho, pero enseguida me asuste.—Perdón, ¿Estas bien?

Deje mi mano en su pecho, específicamente en la zona donde se encontraba su corazón, donde había resultado herido. Él colocó su mano encima de la mía, y alce mi mirada.

—Parece que tu herida está sanando bien—Susurre.—Sin importar lo amarga que sea, debes tomar tu medicina.

—Lo haré, soportare la amargura por ti—Entrelazo nuestras manos.—Esta vez voy a sanar bien.

—Eso espero—Comenzamos a caminar juntos.—Vayamos a caminar.

....

—¡Yeon-soo!—Alce la mirada ante el llamado.—Aquí estas, tengo algo que contarte.

—Oh, yo también—Pagué las galletas y la acompañe.—¿Quieres?

—Les llevare algunas al joven amo—Guardo unas cuantas de las que le ofrecí.