Yongsun, conocida como el soldado de la muerte, tras ser atacada por los hechiceros de Songrim, ella y su compañera Naksu se ven obligadas a usar la alquimia de almas para sobrevivir.
Ahora en el cuerpo de Mudeok y Sooa ambas deben adaptarse para so...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
. . .
Yongsun no recordaba haber tenido a alguien más en toda su vida, ella no podía recordar a sus padres, pues desde que tiene memoria Naksu a cuidado de ella.
Mientras los otros niños jugaban, Yongsun entrenaba, el Danju se había encargado de conseguirles un buen maestro, quien entreno a ambas con el objetivo de ser las mejores hechiceras de Deaho y así pudieran tener su venganza, una venganza que para Yongsun no tenía sentido.
A diferencia de Naksu, la menor no tenía esa sed de venganza, sólo quería una vida normal, tranquila, en la que ella y su hermana encontrarán la paz. Sin embargo cuando se trataba de mantener a salvo la vida de su hermana y la suya, Yongsun haría cualquier cosa.
Naksu era despiadada por naturaleza. Yongsun conocía la compasión, pero si algo la amenazaba, jamás dudaba a la hora de desenvainar su espada y reclamar la vida de quien la amenazó.
Jang Uk la había descubierto, y eso solo significa una cosa: Yongsun tenía que quitarle la vida sin importar que.
—Lo supe desde que te vi, tú serás mi maestra.
Mudeok, quien se escondía en aquel lugar, había escuchado toda la conversación de su hermana con el joven de la familia Jang. Él ya lo sabía, era una amenaza, lo que significaba que debía acabar con él lo antes posible.
Con el cuchillo en mano que había robado, se acercó sigilosamente a Jang Uk, y cuando estaba apuntó de apuñalarlo por la espalda, él joven jalo a su hermana rodeándola con sus brazos, evitando que ella fuera atacada por un hombre con espada.
—¿Jang Uk?. —era Seo Yul, Mudeok bajo el cuchillo.
—Si, soy yo. —respondió Uk, mientras abrazaba fuertemente a Sooa, quien mantenía la vista agachada.
—¿Qué haces aquí?. —cuestiono el castaño. —¿Quienes son ellas?
Jang Uk quien no se había percatado de la presencia de Mudeok, volteo a verla visualizando el cuchillo en su mano. No pudo evitar sentirse aliviado, casi muere a manos de la asesina de las sombras.
—Ella es Mudeok mi sirviente. —dijo señalando a la mayor, quien lo fulmino con la mirada. —Ella...
Uk miró a Sooa, quien se había aferrado a su agarre, de esa forma, viéndola así, jamás se imaginaria que ella podría ser el soldado de la muerte, ella lucia tan delicada como una flor de loto.
—¿Sooa?. —preguntó Yul acercándose a la chica, quien lo volteó a ver confundida. —Sooa...
—Si ella es Sooa mi otra sirviente... espera, ¿la conoces?. —pregunto Uk.
—¿Qué haces aquí?, ¿estás bien?, te asuste, lo siento. —dijo Yul, quien se acercó a abrazar a la chica. En ese instante, mientras Yul la rodeaba entre sus brazos, unos recuerdos que no le pertenecían a Yongsun se hicieron presentes en la memoria de Sooa.
