Capítulo 20

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Había deseado tanto eso. Había deseado tanto volver a ser besado por  los labios de JongIn, poder sentirlos sobre los suyos, poder sentir su suavidad, su textura, su sabor, era tal y como lo recordaba y aún mejor.

Los besos de JongIn no estaban en sus planes, KyungSoo esperaba un rechazo por parte del hombre, pero no lo obtuvo. En cambio estaba ahí, siendo besado por JongIn, sintiendo la humedad de sus labios con los suyos, besándolo con ansiedad, desesperación y pasión. La sensación erizaba cada poro de su piel, hacía vibrar cada parte de su cuerpo, y hacía temblar sus piernas, sentir los labios de JongIn mordiendo, lamiendo, succionando, probando cada rincón de su boca estaba derritiendo a KyungSoo. Se estaba derritiendo en los brazos de JongIn.

Las sensaciones que sentía en su cuerpo lo estaban volviendo loco de pasión. Su mente había imaginado y fantasiado con algo así, pero imaginarlo y sentirlo eran dos cosas totalmente diferentes.

Ver llorar a JongIn cómo un niño pequeño, verlo tan vulnerable, había hecho que KyungSoo no pudiera evitar el sentimiento de querer abrazarlo, solo quería consolarlo, no quería verlo llorar, y a pesar de saber que JongIn era un adulto, en ese instante KyungSoo lo vió tan pequeño y frágil, tal como un niño pequeño que había perdido de vista a su madre. Lo que era irónico, por qué el chiquillo allí, era él.

Al sentir como JongIn se aferraba a su cintura con esas manos grandes y fuertes que recordaba, al sentir los labios de JongIn sobre la piel de su cuello, sus lágrimas resbalando y  mojando su piel, KyungSoo no pudo evitar querer más, a pesar de querer respuestas y querer hacer tantas preguntas a JongIn, en el mismo momento en que el hombre miró directo a sus ojos, tan cerca de sus labios, chocando su nariz con la suya, y su respiración entrecortada, KyungSoo decidió que esperaría. Las preguntas podían esperar, los besos de JongIn no tanto. Sus labios picaban, quemaban, los sentía arder, quería sentir de nuevo esa sensación hormigueante que le hizo sentir JongIn con unos simples besos cuando niño.

Sintió los labios de JongIn rondar sobre los suyos como una mariposa a la flor, sintió ese cosquilleo que lo hacía derretir, y sintió la suave y húmeda sensación de los labios de JongIn tan cerca de los suyos. KyungSoo sostuvo su mirada nublada en JongIn ante el ardiente deseo que crecía en él y con delicadeza limpió las lágrimas del hombre con sus dedos, quitando todo rastro de agua. Miró a JongIn cerrar los ojos con fuerza y susurrar un suave:

- ¿Eres real...?-

KyungSoo no dudo en responder de la misma forma contra los labios de JongIn, susurrando suavemente:

- Lo soy, señor JongIn...-

Y eso había sido suficiente para por fin juntar sus labios en un beso, primero suave, tratando de recordar, y después de poco a poco, de beso en beso, subiendo la intensidad hasta sentir una de las manos ansiosas de JongIn en el cuello y la otra en su mejilla.

JongIn besaba una y otra vez los labios rojos de KyungSoo, lamía y chupaba con suavidad sus labios, paseaba su lengua por su boca, saboreando cada rincón de KyungSoo. Y KyungSoo se aferraba al cuello de JongIn enredando sus dedos en el cabello del hombre, acercándolo más a él, pegándolo más a su cuerpo, queriendo sentirlo lo más cerca que fuera posible, porqué temía que todo fuese un sueño y que en cualquier momento despertaría y JongIn no estaría ahí junto a él. Trataba de seguirle el ritmo a los labios de JongIn, pero el hombre era un experto en la materia, cuando él solo era un chiquillo inexperto y novato. Ansioso y abierto a aprender.

Y para JongIn el sabor de KyungSoo sabía a gloria. Sabía a miel, KyungSoo sabía dulce, KyungSoo sabía tan a KyungSoo.

No podía dejar de besarlo, de sentirlo tan cerca suyo y de su corazón. En los sueños más locos de JongIn, se imaginaba junto a KyungSoo tal y como estaban, sosteniéndolo entre sus brazos mientras KyungSoo se aferraba a él, con sus manos en su cuello, acariciando suavemente su cabello con sus dedos, mientras disfrutaba de sus labios.

El Amigo de mi PadreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora