Capítulo 9

548 64 16
                                    

El sonido de las herramientas de construcción le estaban provocando dolor de cabeza, el taladro, los martillazos en las paredes, las voces de los trabajadores y el murmullo de los hombres al trabajar estaba abrumando a KyungSoo.

Sus ojitos bonitos buscaban por todos lados a JongIn. Miraba a los alrededores y solo podía ver a hombres con cascos, ropa sucia y botas gruesas, sin contar que el olor a sudor de los obreros era fuerte. No fue buena idea buscar a JongIn, había fallado dos veces en buscar el edificio donde JongIn trabajaba, se había perdido tanto por las calles como las clases de la escuela, pero ya había pasado más de una semana y el hombre no regresó a casa, y sinceramente KyungSoo lo extrañaba. No sabía exactamente lo que sentía, pero el solo hecho de pensar en JongIn le provocaba náuseas, o era algo similar porque podía sentir en su estómago como si miles de hormigas pasaran corriendo en su interior, era tan extraño para KyungSoo que le fue difícil encontrar una explicación, si de algo estaba seguro era que le gustaba, aún no sabía de qué forma, pero era seguro que la presencia de JongIn le hacía falta. Por tal motivo, KyungSoo se había saltado la escuela dos veces, y en esas dos veces no pudo encontrar el lugar donde JongIn se supone que estaría trabajando.

La tercera vez sería la vencida.

KyungSoo esperaba que ese edificio fuese el correcto, sinceramente viajar en autobús solo por las calles de Seocho-gu le provocaba miedo, las personas se le quedaban mirando y una que otra señora se le acercaba para preguntar por que se había saltado las clases y dónde estaban sus padres, y es que el uniforme escolar y la mochila en su espalda lo delataban, sin contar que a esa hora de medio día debería estar en la escuela, por eso, KyungSoo no respondía y salía corriendo sin mirar atrás.

No dejaba de mirar a los alrededores con la esperanza de encontrar a JongIn, sus ojitos miraban por todos lados y la imágenes de hombres trabajando era tan parecida, todos lucían igual, vestidos como si de uniforme se tratara.

- Oye chico, largo, no puedes estar aquí - la voz gruesa de uno de los trabajadores lo hizo saltar en su lugar.

KyungSoo lo miró con miedo. Con preocupación se quitó de ese lugar para no estorbar a los hombres que caminaban con madera y costales de cemento, se arrinconó en un lugar seguro y con las manos sudorosas rogó a Dios que JongIn estuviera ahí.

Espero por varios minutos mirando a cada uno de los hombres moverse por el lugar, hasta que un hombre se le acercó al mirarlo arrinconado bajo la protección de una columna.

- Hey, ¿Qué haces aquí niño?- preguntó el hombre.

KyungSoo lo miró con desconfianza, pero el hombre sonrió amablemente.

- ¿Buscás a alguien? Tu papá, ¿Quizás?-

KyungSoo pensó muy bien en lo que diría a ese desconocido, tras pensarlo unos segundos dijo al hombre:

- JongIn, Kim JongIn, es mi tío - mintió.

El hombre lo miró con duda,

- ¿Dices que eres sobrino de JongIn?-

KyungSoo asintió levemente.

- Que raro, JongIn dijo que no tenía familiares en este lugar - murmuró el hombre.- Espera aquí un minuto, no te muevas, es peligroso que un niño se pasee como si nada en este tipo de construcción -

- No soy un niño - KyungSoo miró al hombre fijamente, su entrecejo dejaba ver un poco de molestia.

- ¡Ja! -El hombre bufó con diversión.- No parece que seas un adulto, y eres demasiado enano para ser un adolescente -

- Lo soy, seré mayor dentro de un mes - KyungSoo respondió filosamente.

El hombre rió divertido.

El Amigo de mi PadreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora