La casa del Dragon (MATT POV)

16. El despertar

—Señor es hora de levantarse—Milly me besa la mejilla despertandome.

La rodeo con mis brazos y la acerco lo mas que puedo a mi para besarla, bajo mis besos por su cuello y ella se rie.

—Matt... me da cosquillas.

Abro mis ojos encontrandome con semejante sonrisa.

Me desarma, tiene el cabello despeinado y su piel desnuda ademas de esa sonrisa perfecta.

Los mejores buenos dias del mundo.

—Buenos días amor—le beso los labios.

—Buenos días señor—ella me devuelve el beso.

—¿Como dormiste?.

—Como un bebe—pone su cabeza sobre mi hombro.

—Lo supuse, te quedaste dormida en seguida.—acaricio su espalda desnuda mientras conversamos.

—¿Y tu?

—Me costo dormir pensando en 2 cosas.—hablo con honestidad.

—¿De que se trata? ¿Tiene que ver conmigo?—levanta su cabeza de mi hombro para mirarme con cara de preocupación y yo asiento

—Bueno ayer hicimos algo muy irresponsable—la miro con seriedad.

—¿Tener sexo?.

—En serio Milly, no estoy jugando—bufo.

—Lo siento es que en serio ha sido el mejor polvo de mi vida, no puedo pensar en nada mas.

Hasta en los momentos mas serios me hace reir esta niña.

—Milly acabe dentro de ti—le explico cuando recupero la seriedad.

—Ah, eso... Lo recuerdo—sonríe—¿Que? ¿No quieres ser papá de mis hijos?—esta bromeando.

Mierda.

No es buen momento para jugar a ser padres.

—Claro que si Milly, algún día, pero ahora mismo, es muy pronto.—respondo con honestidad.

Milly se rie y yo no entiendo que es tan gracioso, si yo estoy hablando en serio.

—Tengo 22, tampoco quiero ser mamá por ahora señor—me nuestra su brazo—Tengo un implante anticonceptivo.

Respiro.

—No puedo creerlo—rodeo los ojos—Anoche ni dormí pensando en las consecuencias de esa imprudencia ¿por que no me dijiste antes?.

—Tu no me preguntaste—se encoge se hombros—Además, me gusta cuando te vienes sobre mi.

No puedo con esta niña, simplemente no puedo.

—No puedes ser así Milly—me hace gracia lo mucho que logro alterar mis emociones.

—¿De verdad quieres ser el papá de mis hijos?—bromea.

La miro y la verdad si puedo imaginarlo.

Un par de criaturas lindas que se parezcan a ella y a mi, claro que si lo quiero... pero en el futuro.

—Quiero hacerte un par ahora mismo, solo para que no te sigas burlando de mi en mi cara—le doy una nalgada.

Ella se queja.

—No me burlo de ti—me da un besito como si con eso fuera a solucionar el problema en el que se metió—Pero debiste haber visto tu cara.

Suelta una carcajada y no puedo evitar reírme también.