68. El Club.

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Milly está feliz.

Se le nota en la cara.

Tiene una sonrisa de oreja a oreja, mientras se mueve frente a mi con la mirada fija en mi.

Las luces del club se reflejan en sus ojos y se ven violetas, que cosa más fascinante.

Lleva puesto ese vestido azul que debería ser ilegal y yo no sé que más hacer para no pensar en lo linda que se ve y en lo mucho que quiero arrancarle ese vestido.

Intento pensar en otra cosa pero tampoco quiero pensar en que Paddy aún no llega con la pintura, así que no se que más pensar.

Mi mente y mis pensamientos son un caos ahora mismo.

Milly me toma de la mano y me lleva a la mesa.

Milly ha pedido un servicio de margaritas que consiste en que le traen una nueva cada vez que se acaba la anterior.

Yo me he visto tentado a pedir una botella de Whisky pero tener resaca mañana es lo ultimo que quiero, así que me he tomado solo dos cervezas en toda la noche con la poderosa excusa de que voy a manejar.

Pero está ya ha de ser la quinta margarita de Milly.

La miro tomar de su vaso ajena a mi y me encanta que se la esté pasando bien pero me angustia que mañana se sienta mal y no pueda disfrutar de todo lo que he planeado para ella.

—Basta con las Margaritas Mils—advierto, ella me sonríe con las mejillas sonrojadas.

«Soy tan debil»

—Okey okey—se ríe y se perfectamente que está rozando el límite de su tolerancia al alcohol.

Aunque ahora lo tolera más, y tarda más en hacerle efecto, es cierto que sigue estando muy por debajo de mi.

La conozco tan bien.

—Ay—me acerco y la beso—Ya empezaste a reirte—hablo sobre sus labios.

Ella sonríe y es imposible no derretirse ante esa naricita llena de pecas que se arruga cada vez que sonríe así con tanta picardía.

—¿Esas son malas noticias o buenas noticias?—pregunta.

Veo el tirante de su vestido deslizarse por su hombro cuando ella se mueve.

«Aun no dragón »

—Depende—subo el tirante de su vestido tratando de ignorar mi atracción fatal hacia ella

—¿Depende de que?—me desafia con la mirada.

—De si vomitas sobre mi o no—bromeo—Aunque ahora que lo pienso todas las veces que te has emborrachado se desata el caos—los recuerdos invaden mi mente—Una vez me vomitaste—enumero con los dedos—La otra vez dejaste en ridiculo a mi amiga en una premiacion falsa, y luego casi nos enteramos que estabas medio embarazada, asi que no creo que sean buenas noticias para mi.

Ella se ríe y sus mejillas no podrían estar más coloradas

—Nunca lo habia pensado... ¡Que vergüenza! soy mala bebiendo ¿no?.

—Un poquito—arrugo la nariz, y hago el gesto casi juntando mi dedo índice y mi dedo pulgar.

—Bueno pero tu cuando tomas casi me dejas invalida—su respuesta me toma tan desprevenido que comienzo a reir—Que no es gracioso, que eres otra persona cuando tomas.

Aún no entiendo si es un cumplido o un queja.

—¿Y eso te molesta?—pregunto para verificar.

—Obvio no—se sonroja aun más—A mi me gustas así.

La casa del Dragon (MATT POV)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora