5. La Quimica

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—No tienen que hacer alguna escena en especifico, solo denme un poco de improvisación.

Bien Claire, claro que puedo improvisar.

Me acerco más, miro a Milly tratando de imaginarme que estoy completamente loco por ella, y no es tan difícil.

Por unos segundos solo la miró, ella esta sonrojada e inmóvil.

Así que tomó la iniciativa, voy a improvisar, en base a mi guión y en base a lo que he leído del libro.

—Sé que todos me juzgan—me quedo de pie a centímetros de ella—Sé que todos piensan que estoy detrás del trono de hierro, que no quiero a mi hermano, que haría lo que sea por usurpar su lugar, pero la verdad es que todo lo que he hecho, lo he hecho para protegerlo, porque no hay nada que ame más que a mi familia, pero sobre todo por ti—pongo mi mano en su cuello dejándome llevar, su piel es suave, ella me mira confundida, así que sigo dándole tiempo de que organice sus ideas y se sume a mi en la improvisación—Nunca he querido el maldito trono, yo solo te quiero a ti, siempre has sido tu, y siempre serás tú—la miro y me dejo llevar de lo que veo, de lo que siento—Me deslumbras con esa mirada azul llena de inocencia, con tus preguntas ocurrentes, con tu sencillez y tu torpeza, con tus sonrisas espontáneas y esa felicidad que siempre mantienes aunque las cosas se pongan difíciles, eres todo lo que yo no soy, eres tierna delicada, dulce y abnegada, nunca he sido un buen hombre y cuando estoy contigo, simplemente quiero serlo, y no pienso descansar hasta que seas mía—junto mi frente con la suya y siento que muero por besarla, y eso no tiene nada que ver con la improvisación.

En un impulso, bajo mi mano libre por su espalda hasta su cintura y la atraigo hasta dejarla pegada a mi cuerpo.

Ella me mira, y le toma un segundo cambiar su expresión a una que solo había visto antes en un vídeo. Pero ver esa expresión ahora justo en frente es aún mas fascinante.

—Si tanto me quieres para ti, ¿por que simplemente no me tomas?—me responde con una pequeña sonrisa de autosuficiencia—No creo que haya algo imposible para ti, nunca te ha importado la opinión de nadie, ni siquiera la de tu Rey, sí de verdad me quisieras, ya me habrías tomado—me esta retando, me tienta y estoy tratando de mantener mi cabeza fría y concentrarme en actuar, suspiro tratando de recuperar la compostura, no imagine esa respuesta de su parte—Tómame tío, o ¿te da miedo?

Oh no, no hagas eso.

Se lame los labios.

—No sabes lo que estas pidiendo—hablo en voz baja tratando de contenerme, no pensé que perdería el control de mi cuerpo en una puta improvisación.

Milly sube su mano a mi mejilla, me acaricia con suavidad, acaricia mi labio inferior con su dedo pulgar y me mira la boca como si quisiera comerme a besos, con picardia y a la vez inocencia.

No puedo dejarme llevar por esto.

Vuelvo a mirarla de manera desafiante, quiero saber hasta donde es capaz de llegar con esto.

—Lo que estoy pidiendo, es lo que quiero—Exige ser tomada por mi y yo no voy a desperdiciar un segundo.

La atraigo del cuello y me inclino hacia ella hasta que mis labios y los suyos se tocan, comienzo a besarla a mi antojó.

Sus labios son suaves y dulces tal como imaginaba.

Bajo mis manos a su cintura y me pego por completo a mi cuerpo, levantandola un poco para besarla mejor.

Ella me corresponde rodeando mi cuello con sus brazos.

Necesito más.

Bajo mis besos hasta llegar a su cuello, pero me detengo cuando la oigo gemir cerca de mi oído.

La casa del Dragon (MATT POV)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora