40. La Iglesia

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Milly y yo entramos a la iglesia con cuidado de que nadie nos vea.

No hay nadie aqui dentro.

La iglesia es muy bonita, esta llena de velas por todos lados, y nada mas, solo las luces de las velas iluminan, haciendo que se vea tenebroso y tambien sexy y prohibido.

Tambien hay musica de iglesia, se siente aun mas genial, la iglesia esta llena de estatuas, de pinturas. Las luces de las velas iluminan los vitrales, y en el suelo se pueden ver pequeños destellos de colores.

Milly esta adelante de mi, viendo todo al igual que yo, se ve hermosa a la luz de las velas, todo es perfecto, es mejor de lo que pudiera haber imaginado.

Esta es sin dudas de las mejores ideas que tuve.

Se gira sobre sus tacones y no encontramos frente a frente.

Estamos de pie en un camino de velas, hay velas a nuestra derecha y a nuestra izquierda, pero justo en el medio no hay, y aqui estamos.

Hace calor, por el fuego, y porque mi Milly me calienta mas que cualquier llama.

Milly es como el fuego Valyrio, nada podria apagar lo que ella me hace sentir.

Ella se acerca a mi y me da un beso en los labios, otro en el cuello bajando por mi pecho mientras me va quitando la camisa.

Ahi esta de lo que hablo, mi cuerpo comienza a responder a su calor, a quemarse por ella.

Llevo mis manos a su cintura y ella se separa de mi, me mira con una sonrisa.

Una risa.

—¿Qué?—la miro.

—Te he marcado—señala un par de besos rojos marcados en mi piel que ella ha dejado—Ahora usted es de mi propiedad señor.

—Pensé que ya lo era—la beso ahora yo, sin compasión.

La beso sin controlarme, quiero tenerla solo para mi, bajo los besos por su cuello imitando su acción, saco uno de sus pechos de su escote y lo beso, lo chupo, lo muerdo.

Nunca es sufiente de ella.

Le bajo el cierre del vestido para tener acceso a ambos.

Me arrodillo frente a ella, sin dejar de mirarla, ella me mira con anticipación, esa mirada azul tiene cientos de velas reflejandose en ellos.

Le subo el vestido con cuidado y beso sus piernas.

Ella es mi Diosa, estoy a sus pies, aprovecho cada centimetro de su piel subo mis manos hasta su cadera y la atraigo hasta mi cuerpo, hasta que queda sobre mi, con sus piernas a cada lado de mi regazo.

Milly hace chocar nuestras narices y nuestros labios se conectan en seguida, como un iman iría directo hacia el metal.

Le bajo los tirantes del vestido dejando sus pechos expuestos para mi, su vestido queda enrollado en cintura, bajo mi besos hasta sus pechos de nuevo.

Quisiera tomarme mi tiempo, pero no se que tan seguro sea quedarnos aquí mucho tiempo, pues sin dudas alguien podria vernos al pasar.

Asi que me muevo con cuidado hacia adelante y dejo su espalda sobre el suelo, yo me quedo sobre ella, entre sus piernas.

Me levanto sobre mis rodillas solo para desabrocharme el pantalón, Milly me mira mientras se muerde el labio inferior, tiene las mejillas sonrojadas y se ve sexy y adorable.

¿Que estará pensando esta niña? Se sonroja con facilidad.

Regreso sobre ella, mi cuerpo sobre el suyo, no pierdo tiempo en quitarle las bragas, yo solo las hago a un lado y hago lo que mi cuerpo me pide a gritos.

La casa del Dragon (MATT POV)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora