44. Sydney (parte 2)

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Milly esta sobre mi.

Su pecho junto al mío, su cabello ahora rubio cae sobre uno de mis hombros, mientras ella tiene su nariz en mi cuello.

Puedo sentir su respiración en mi cuello mientras acaricio su espalda y no hay lugar en el mundo donde preferiría estar, que no sea aquí, con ella, invadiendo nuestros espacios personales, sin decir nada solo existiendo el uno pegado del otro.

Pase los ultimos 4 dias en agonía, y tener a Milly aqui, conmigo, es todo lo que podría desear, no quiero apartarme de ella nunca mas.

Aun tengo muchas dudas, muchas preguntas que hacer, pero este momento juntos, saber que ella todavia me ama, me dan la tranquilidad suficiente como para seguir viviendo, y para esperar a que ella este lista para hablar.

Milly levanta su carita de mi hombro y me mira con esa mirada dulce de ojos azules, incluso mas azules ahora con su cabello rubio.

—Le debo 500$ a mamá—habla antes de hacer una mueca, robandome una carcajada.

Es que su mamá me lo dijo.

Es increíble lo mucho que se parecen, los mismo gestos, la misma personalidad y los mismos ojos azules.

—Ella me lo ha dicho—le comento mirando sus labios, estoy loco por besarla de nuevo.

Subo mis manos a su cuello y ella curva esos hermosos labios en una sonrisa.

—Serán los 500$ mejor gastados de mi vida—admite y yo no espero un segundo mas.

La beso.

Con ternura, con amor.

No tiene idea de lo mucho que la amo, de todo lo que haría por ella.

Milly me corresponde mientras baja el ziper de mi chaqueta.

—¿Por que tienes una chaqueta, estamos a no se cuantos grados?—habla sobre mis labios dejando de besarme.

¿Acaso mi Outfit es importa en este momento?》

—Estaba lloviendo en Londres, y no traje mucha ropa—le explico mientras ella me quita la chaqueta con afan.

—Tendremos que ir de compras, porque el verano esta por comenzar y tu pareces un extraterrestre con ese outfit de invierno—rodea los ojos como si estuviera vestido de vaquero espacial o algo parecido.

Es solo una chaqueta.

—Si tanto te molesta mi ropa, quitamela.

La reto con uan sonrisa.

—Eso pretendo señor—asiente y con diligencia me desbotona la camisa.

Es hermosa, su cabello rubio cae desordenado mientras ese pequeño top apenas la cubre, sus bragas son pequeñas y de color rojo y sus muslos que estan a horcajadas sobre mi estan tostados por el sol.

Creo que todo este tiempo sin tenerla, empieza a tener efecto, mi miembro se despierta, y por la sonrisa en su rostro se que ella tambien lo a notado, allí duro debajo de su cuerpo.

—Milly, me muero por hacerte mía—no me esfuerzo por ocultar lo que es evidente.

Acaricio sus pechos por encima de la tela de su top.

—Te ruego que lo hagas—pide, y eso era todo lo que necesitaba, su consentimiento.

Harto de esperar la beso, y acaricio su cuerpo todo lo que no pude antes.

Le quito el top y mi miembro salta dentro de mis pantalones cuando veo sus tetas, están hinchadas, los pezones duros y rosados, se ven preciosas adornadas por las marcas del Sol que dejo su traje de baño.

La casa del Dragon (MATT POV)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora