42. 3 Días

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3 días.

3 días han pasado y no se ni una puta cosa.

No tengo idea de donde esta Milly.

Claro, supongo que en algún lugar de Sydney, pero no puedo ir de puerta en puerta buscándola por toda la ciudad.

Aunque a estas alturas ni siquiera me parece una mala idea.

Llegue al aeropuerto esa noche y el vuelo ya había despegado.

¿Qué más podía hacer?.

Milly no me ha contestado el teléfono, no responde mis mensajes, y hasta considere darle el tiempo que me ha pedido, pero es jodidamente difícil.

La casa se siente vacía, mi corazón se siente vacío, yo me siento vacío.

No quiero renunciar, al menos tiene que oír mi explicación. 

Milly no es así, ella me habría dado la oportunidad de explicarme.

Sé que las cosas no salieron para nada como las planeaba, y aún así sé que Milly no se habría ido como lo hizo a menos que haya pasado algo más grave, supongo que Lily le ha dicho algo, no se con certeza que fue lo que hablaron pero espero de corazón que no sea tan malo.

¿Qué debería hacer?

Miro al techo tratando de encontrar una respuesta a mi pregunta.

Tomo el teléfono y le marco a Milly por milésima vez a los pocos segundos me dice que el número esta fuera de servicio.

Creo que nunca había estado tan frustrado.

No he pegado un ojo, en estos 3 días, no he comido más que café, galletas y cigarros.

Hasta empecé a hablar con las plantas.

Creo que estoy enloqueciendo.

Desde que llegue del aeropuerto a esta nueva realidad, sin Milly  he estado fuera de mi, como si estuviera por allí sin alma.

Y nunca antes me había sentido así, ni siquiera cuando termine con Lily, cuando pensaba que nunca iba a recuperarme, nada se compara con este dolor, con esta ausencia.

Respiro profundo, llenando mis pulmones.

Necesito hacer algo más que estar tirado en el suelo de mi habitación.

Escucho la puerta principal abrirse y Chester ladra.

Mi corazón se detiene unos segundos.

¿Podrá ser?

¿Ha vuelto?

Me levanto como alma que lleva el diablo y corro hacia la puerta.

—¿MILLY?.

Todas mis esperanzas se rompen al ver la cara de mi mamá.

—¿Qué haces aquí?—rodeo los ojos.

—Matt, solo quería ver si estas bien, no contestas mis llamadas...

—Si no te contesto es porque no quiero hablar contigo... Mírame, estoy vivo, ahora puedes irte.

Ella me mira con dolor.

—Matt—se acerca—No me trates así, tu nunca has sido así, habla conmigo.

—No mamá, no quiero verte, ni oírte, estoy muy enojado, no sabes la persona miserable en la que me has convertido.

—Hijito, lo siento tanto.

—¿Por que no podías aceptar a Milly?—se me quiebra la voz—¿Por que tenias que traer a Lily?  Fue tu culpa mamá... tu culpa por no apoyarme, y mi culpa por creer que ibas a hacerlo.

La casa del Dragon (MATT POV)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora