38. Las estrellas

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—¿A donde me llevas?—Milly camina detras de mi, estamos tomados de la mano y la noche se aproxima, el cielo esta empezando a teñirse de naranja y amarillo avisando que el sol esta por esconderse.

Caminamos por el suave cesped de un campo.

—Pensé que seria lindo ver las estrellas—la miro y sus ojos brillan.—Hay muchas estrellas aquí y se ven preciosas.

—Esto es muy dulce y romantico—se acerca a besarme y yo lo permito.

Adoro esos besos.

Extiendo la manta que he traido en el suelo con ayuda de Milly y allí nos sentamos.

Milly tiene un lindo vestido de cuadros que la hace ver tierna y adorable.

El clima esta perfecto, no hay tanto frío como en la mañana, esta bastante fresco.

—Ver el atardecer me parece un super plan—sonríe y yo asiento.

—Verte a ti ya es un super plan, ahora imaginate verte con el atardecer de fondo—ella se sonroja.

—Mi ego morirá el día que dejes de decirme cosas como esas—le doy un besito en los labios.

—Tengo la intención de mantener tu ego vivo para siempre—la tomo de la cintura y la atraigo, para acomodarla entre mis piernas, ella se sienta.

Su espalda queda pegada a mi pecho, mientras yo la rodeo con mis brazos y vemos el sol bajar cada minuto un poco mas.

No entiendo como no le he pedido a esta mujer que sea mi novia.

La amo tanto, que no se como se me paso.

Quisiera pedírselo ahora mismo, pero Milly merece algo mejor, merece flores, corazones, todo el romance posible.

Y yo tengo que darselo.

—¿Cual es tu mejor recuerdo de la infancia?—Milly me pregunta tomandome desprevenido.

Pienso un poco la respuesta, pues no la sé con certeza.

—Amaba jugar al fútbol, cuando gané mu primer partido fue increíble—acaricio su cabello—¿Cual es el tuyo?.

—Todos los días veía el atardecer con mi mamá—suspira—comíamos un helado y hablabamos de nuestro día, era el mejor momento del dia para mi—se gira para mirarme y sonríe—Esto me recuerda un poco a eso, nunca nadie me habia hecho sentir asi como tu—sonríe—Me haces sentir en casa.

Me da un beso y yo correspondo, mi mano sobre su mejilla para que no aparte sus labios de los míos.

La amo tanto.

No sé que seria de mi si no pudiera tenerla asi todos los dias.

Bajo mi mano a su cintura y sin dejar de besarla la acomodo sobre mi, dejando sus piernas a cada lado de mi cuerpo.

Ella sonríe a mitad del beso y mas tarde esa sonrisa se transforma en un risa.

Una risa que no tarda en contagiarme.

—¿Que?—pregunto entre risas y ella niega.

—He recordado una tontería—se sonroja—Besame.

—Hey, cuentame—le pido.

—Recorde que nuestra lista sugiere que hay que hacerlo al aire libre—alza los hombros.

—¿Quieres hacerlo?—instintivamente miro a mi alrededor asegurandome de que nadie nos vea.

Ya es casi de noche, el cielo esta oscuro y las estrellas comienzan a brillar, pero no hay nadie mas que nosotros aquí.

—No voy a desnudarme aqui Matt—Milly niega.

La casa del Dragon (MATT POV)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora