≪𝐎𝐧𝑙𝑦 𝐄𝑣𝐚𝐧 𝐏𝑒𝒕𝒆𝒓𝒔≫. . . ⬇︎

『Tate Langdon』

Advertencia: Smut full.
Personaje: Tate Langdon (vivo).
Título: "Me pone duro que me hables mal".

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Tirada en tu cómoda cama, totalmente dormida, con tu cabeza hundida en la almohada, completamente relajada, escuchando Somebody To Love de Queen.

Con la ventana de tu habitación cerrada, y con las cortinas abiertas, dejando que la blanca luz de la luna, ilumine un poco tu cuarto.

De tu boca salían pocos y casi inaudibles ronquidos, soñando de manera espléndida.

Alrededor de las 01:14 am, unos golpes en tu ventana, amenazaban con despertarte, habiéndolo logrado, arrancándote del mundo feliz de los sueños, despertándote desorientada y confundida, mirando a todas direcciones, inspeccionando casi todo el panorama con entrecerrados ojos.

Hasta que lo volviste a escuchar, escuchar como algo golpeó contra tu ventana, estremeciéndote, obligándote a levantarte con pereza y cansancio de tu perfecto amante, tu cama.

Metiste despreocupada y un tanto adormecida aún, tus fríos pies en tus cómodas pantuflas, que te regulizaron en unos minutos tu temperatura. Levantándote y después, caminando torpemente.

Una vez estando frente a la limpia y cuidada ventana, tus ojos observaron con libertad qué, quién o quiénes se atrevían a perturbar tu placentero descanso, viendo de quién se trataba, que no era nada más, ni nada menos, que Tate Langdon, tu único todo, tirando medianas y pequeñas rocas al vidrio de tu ventana.

Y tan rápido como lo viste, tus cansados, adormecidos e inchados párpados, lo vieron con claridad y cautela, su entrecejo fruncido, labios apretados y cabello revuelto.

Abriste a una increíble velocidad la ventanilla, haciéndole señas con tus manos al Langdon para que entrase por allí, ya que tu habitación no se encontraba demasiado alto, por lo podría trepar con facilidad, y así lo hizo, trepó y en un segundo, ya lo tenías terminando de subir, cerrando tras de él la ventana.

Se acercó hacia tí con rápidos pasos, pareciendo dar zancadas, terminando en abrazarte, ocultando su cabeza en el hueco de tu cuello.

Cuando estabas a punto de hablar, queriendo preguntarle el por qué de su repentina visita nocturna, él fue más rápido.

-No la estába pasando bien allí...- Susurró un poco tartamudeante.

-Constance... Y su estúpido nuevo novio son de lo peor..- Confesó.

Sus labios estaban preparados para soltar más venenosas palabras, quedándose solamente en silencio luego, abrazándote más fuerte, y hundiendo aún más su cabeza en aquél espacio.

-¡Es una puta mierda todo!.... Quiero..quiero matarlos..- Se sinceró.

-No digas eso Tate... Sigue siendo tu madre..- Intentaste hacerlo razonar.

Guiaste su cuerpo hacia tu cama, dando mínimos pasos en reversa, tocando después la madera de la cama, dejándose caer después, sobre el colchón, que se hundió por el peso.

-¿Y qué quieres que diga?.. Tú sabes más que nadie que ella es una puta, una chupa vergas, que se la chupa todo el tiempo al vecino-.

Tate se removió en su posición, encontrándose cómodo con su cabeza contra tu pecho, escuchando los latidos de tu corazón y tu respiración.