≪𝐎𝐧𝑙𝑦 𝐄𝑣𝐚𝐧 𝐏𝑒𝒕𝒆𝒓𝒔≫. . . ⬇︎

『Evan Peters』

🥀Advertencia: Triste.
🥀Persona: Evan Thomas Peters.
🥀Título: "Tv".

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Mirabas perdidamente la televisión, cambiando demasiadas veces de canal, aburrida.

Tu día de trabajo había sido largo, excesivamente largo, agotando todas y cada una de tus energías, desgastando todo tu ser. Pero al fin habías podido finalizar todo, yéndote de allí, con una media sonrisa en tus labios, caminando como zombie a tu departamento.

Tus pies tenían unas rojizas marcas, y distintos hundimientos de tu piel, debido a los horrosos caminos que tuviste que tomar.

Hasta que ya estás en tu lugar seguro, tu zona de confort, tu hábitat natural, tu humilde morada. Encontrándote sentada en tu cómodo y pequeño sofá, frente a la tv, que la veías desinteresada, solamente para hacer pasar el tiempo, y disfrutar lo máximo que podías de los humildes gustos que te podías brindar.

Y mientras más rápido presionabas tu dedo sobre el botón para cambiar de canales, tus ojos pesaban más y más, como si fueran dos bolsas con miles de tonelada, en vez de tus ojos.

Diste diminutos y distantes cabeceos, dejando caer tus párpados alguna que otra vez, cubriendo con una mano tu boca, de un prominente bostezo, como un león, yéndote lenta y silenciosamente hacia el cielo de los sueños.

Cuando tus ojos se entrecerraron, casi sin dejar observar nada a tu alrededor, habiéndote dado por vencida con la lucha por tu sueño, te pareció haber visto una conocida figura en la televisión.

"¿Evan?"

En un segundo abriste tus ojos, abruptamente, estirando la sensible piel, viendo con muchísima mejor claridad de quién se trataba, era Evan, Evan Peters, en la televisión.

Tus labios se apartaron el uno del otro formando un extraño "o", como sorpresa, sorpresa de verlo en la tv, justo en aquél momento, como si magia fuera.

Tus manos emprendieron un fugaz camino por el aire frío de la zona, hasta tu cara, específicamente en tus ojos, donde ambos dorsos de tus manos se refregaron, en un ahogado intento por despertarte.

-No lo sé-. Se escuchó una voz, que provenía de la televisión.

Tu atención se vió dispersada, hasta llegar a la gran pantalla, donde viste a Evan reír tiernamente, colorando sus pómulos, creándose sus característicos hoyuelos, que en él, se veían tan únicos, tan perfectos.

Tu risa fue inevitable en ser contenida, a lo que expulsaste aire por tu nariz, riendo después, a la par que Evan lo hacía por tv.

Con solo verlo te iluminaba, te hacía sonreír como nunca, y querer vivir la vida, porque él te hacía querer simplemente existir.

Lentamente las carcajadas fueron apagándose, perdiéndose en el eco de la poca amueblada sala, bajando más y más el volúmen, finalizando con una genuina sonrisa, al igual que él también lo hacía, como si tuvieran alguna clase de telepatía, entendiéndose en cualquier lugar que se encontrasen.

Tal y como la felicidad recorría cada parte, cada rincón, haciéndote doler los dientes, de los apretados que estaban, debido a tu inusual sonrisa, y arremeter en tus huesos, haciéndolos doler ligeramente. La tristeza también llegó, espontáneamente, a la par que la nostalgia.