12 | Cumpleaños de muerte

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«—¿Papá?

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«—¿Papá?

Descendí por las escaleras sintiendo la madera helada bajo mis pies descalzos. Me crucé de brazos para ocultar el temblor de mis manos, y me convencí de que la temperatura fría era lo que me ponía los vellos de punta. Mi corazón latía frenético, así que se lo atribuí a los dos disparos que acababan de sonar hacía unos minutos y que me habían sacado abruptamente de mis sueños.

La oscuridad de la sala me recibió, por lo que caminé de puntillas hacia el interruptor. Cuando lo encendí y la luz artificial iluminó la estancia, supe que algo andaba mal. No se trataba de algo que pudiera ver, porque a simple vista todo parecía normal. Era más bien algo que percibía en el aire, una tensión poco común.

Detuve mis pasos en el centro de la sala, y por primera vez sentí mi hogar verdaderamente vacío. Desde la muerte de mamá la casa siempre estaba vacía, pero esta vez fue diferente. Nunca me dejaban completamente sola, mucho menos por la noche.

Estaba empezando a creer que quizá me había imaginado los disparos cuando escuché ruido proveniente del jardín. Me sobresalté y retrocedí, casi tropezando. Si los Ancestros me vieran ahora y supieran lo asustada que estaba, se enfadarían mucho. Pero era innegable el terror que me embargaba después de despertar a las dos de la mañana debido a detonaciones mortales, y que al revisar mi casa no haya encontrado a mis hermanos o a mi padre.

Si algo estaba sucediendo, solo contaba conmigo misma para defenderme. Eso debía ser suficiente, por supuesto, pero no quería hacerlo. Los disparos debían tratarse de presencia vampírica, porque nuestras autoridades jamás atacarían a los ciudadanos de Mystic Falls. Y si bien me había estado entrenando arduamente para combatirlos, todavía no ponía en práctica mis conocimientos contra uno de verdad. No deseaba que ese momento llegara esta noche, vestida con mi pijama de flores y con el cabello hecho un desastre.

—Felices quince años, Genie —susurré con ironía. Si todo esto era en realidad un montaje de mi padre para ponerme a prueba, iba a matarlo. Y después mataría a mis hermanos por prestarse a esta estupidez.

Respiré hondo e inflé el pecho. Reuniendo toda mi valentía, avancé lentamente hasta la puerta corrediza que daba al jardín. No veía absolutamente nada más que unos metros alumbrados por unas cuantas farolas. Extendí la mano y murmuré el hechizo del fuego. En la palma creció una llama inestable.

—¿Hola? ¿Papá, eres tú?

Probablemente era una idiota por avisarle al intruso que ahí estaba yo, pero confiaba en que se tratara de un animal y no alguien capaz de hacerme daño. Nadie se atrevería a tal cosa. Los Salvatore somos una de las familias Fundadoras, una de las más respetadas en el pueblo. Herir, secuestrar o atentar contra la vida de la hija menor de Giuseppe era cavar su propia tumba.

Ya había llegado a la mitad del jardín cuando el ruido volvió a escucharse cerca. Provenía de un arbusto, y por un instante creí que era Freckles, mi leal ardilla, volviendo a casa luego de un agitado día.

BLOOD QUEEN | tvd • twilight • toDonde viven las historias. Descúbrelo ahora