05 | ¿Quieres un poco?

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Le di un trago a mi limonada y pasé la página

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Le di un trago a mi limonada y pasé la página. Habían pasado un par de horas desde que nuestra clase de historia terminó, y Jasper me dio un libro para que me pusiera al tanto de las diferencias entre los vampiros principales y los modificados.

Para empezar, estaba el color de piel. Los principales teníamos la piel del color que era cuando fuimos humanos, pero los modificados perdían completamente la pigmentación al convertirse, por eso eran todos pálidos. Además, se volvían físicamente perfectos porque la conversión desaparecía cualquier rastro de acné, cicatrices o poros abiertos.

Pensé en mi rostro. Yo era guapa, eso era imposible de negar, pero no perfecta. Tal vez un poco sí, no del todo. Mi cara era pálida por el encierro, aunque todos los días había estado saliendo a tomar el poco sol que Forks dejaba ver, por lo que empezaba a tomar un tono aperlado.

Y hablando del sol. Por supuesto, los vampiros no podían andar al sol como si nada. Los principales se quemaban vivos y los modificados brillaban como esferas de navidad. Después estaba la temperatura corporal. Ellos eran fríos como el hielo, pero nosotros éramos cálidos, como si aún bombeáramos sangre. Bueno, yo lo hacía. Y también podía caminar bajo el sol cómodamente.

Sí, yo tenía muchos privilegios.

Estaba leyendo sobre la compulsión cuando el resto de los Cullen llegó.

—¡Buen día, Gen! —me gritó Alice asomada por la ventana que daba al patio, donde estaba yo.

—Bueno ahora que veo tu cara.

Escuché su risa mientras se metía a la casa. No pude evitar sonreír contra el libro. Me gustaba tanto este lugar, esta casa y esta familia, que no me imaginaba otro destino para mí.

Un carraspeo me sacó de mi lectura.

—Hola.

Intenté no parecer muy sorprendida al verla de pie frente a mí.

—Hola, Rosalie.

Se sentó en la silla a mi lado con elegancia. No sabía si pretender que no estaba ahí mirándome leer o hacerle conversación. Afortunadamente, no tuve que hacer nada de eso.

—¿Qué estás leyendo? —me preguntó.

—Sobre la compulsión. Aquí dice que solo los vampiros originales pueden usarla con otros vampiros, mientras que la de los principales solo funciona en humanos. 

—¿Y qué hay de ti?

—Mmh —fingí leer—. Aquí no viene nada de trihíbridas, la verdad.

—¿Quieres probar?

Levanté la cabeza de golpe.

—¿Probar qué?

—La compulsión.

—No quiero usarla en Clarissa.

Ella sonrió ligeramente.

—No hablo de Clarissa. Me refiero a que lo pruebes en mí, solo así sabremos si funciona tu compulsión con otros vampiros.

BLOOD QUEEN | tvd • twilight • toDonde viven las historias. Descúbrelo ahora