Marry Me Again Babe

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– Cásate conmigo bebé.– le susurró al oído, jadeando, aún en su interior saliendo del fuerte orgasmo y abrazándose fuertemente al cuerpo de su moreno, quien rodeaba sus caderas con sus muslos y piernas y su cuello con sus manos.

– ¿Qué dijiste?– preguntó Porsche desconcertado. Con una mano comenzó a acariciar la amplia y blanca espalda, terminando en las nalgas.

– Cásate, cásate conmigo Porsche.– volvió a decirle, esta vez en alto. Salió de su escondite en su cuello y lo miró dulcemente con una sonrisa suave. El moreno se sonrojo y rio bajito.

– Ya estamos casados Kinn.

– Sí, pero aquella vez, solo firmamos un papel, no pudimos celebrar nuestra ceremonia por...– fue interrumpido por un beso en sus labios y la mirada desolada de Porsche.

– No quiero recordar ese momento, han pasado tres años ya. Fue muy duro para todos, más para Vegas y para mí. No quiero saber de ese momento.– de la nada, lágrimas salieron de sus ojos, los cuales cerró y apretó fuerte, soltando un suspiro. Kinn acarició las mejillas y secó las lágrimas.

– Por eso, ahora estamos mejor, casémonos, hagamos la ceremonia, la fiesta, vamonos de Luna de miel, vivamos ese hermoso momento, quiero vivirlo contigo. ¿Qué dices?

– Casémonos Kinn, hagámoslo mi amor.– el menor sonrió y ambos se fundieron en un profundo beso. Inconcientemente Kinn se movía hacia arriba y volvía a su lugar, esto hizo que Porsche jadeara y que su miembro se endureciera nuevamente.

– Ah, Porsche mi amor, estás tan duro nuevamente por mí.– el moreno asintió jadeante y apretó las nalgas contrarias con sus manos. Apretó su interior, haciendo gemir al mayor.

– K-Kinn, tú también estás duro bebé. Muévete.– Y el mayor obedeció.

Deslizó su pene hacia afuera y de una embestida se adentró nuevamente. Entre embestidas, gemidos y jadeos, ambos llegaron al clímax, con Kinn derramando su simiente en el apretado interior del moreno, y este entre sus manos.

Kinn se retiró lentamente y cargó a Porsche hasta el baño, dejándolo en la tina. La llenó con agua tibia y de adentró con él, justo detrás, dejando un beso en su nuca. El menor procedió a recargar su cuerpo contra el fornido torso del mayor.

– Quiero tener otro bebé. Vamos a tener otro bebé.– susurró con los ojos cerrados, sintiendo como su hombre lo limpiaba.

– Mn, todos los que quieras mi amor. Ojalá que resulte, quisiera tener una niña que se parezca a ti mi Porsche, nuestro gordito ya se parece a mí.– Porsche se rio bajito y suspiró.

– Estraño a mi bebé, nuestro bultito de amor. Regresemos a casa Kinn, quiero ver a nuestro hijo.– terminó decidido.

– ¿Sabes que tenemos hasta mañana para regresar, eh?

– Sí, pero quiero regresar antes. Vayamos a casa después del almuerzo.

– Vale bebé. Ahora vamos a salir de aquí y vamos a pasear.

–Mn.– asintió contento.– quiero que Vegas y Pete sean los padrinos de la boda Kinn.

– Siempre lo han sido, siempre lo harán, cada vez que decidamos renovar votos mi amor.

                           (...)

El mayor de la familia mandó a buscar a sus dos hijos. De paso mandó a Vegas y Pete con el resto al centro comercial, con una muy larga lista de cosas por comprar y con pases para ir al cine. A los jóvenes les resultó raro pero aceptaron alegres, así que, Pete, Vegas, Big, Chay, Macao y Venice, con Arm y Pol de guardaespaldas, se fueron en varios autos, dejando a un barrigón Kim junto q su hermano mayor, quien llevaba en manos el Moisés portable con Khalan en él, muy despierto y mordiendo su piesito.

Ambos tomaron turno para alimentar y dormir al bebé. El mayor indicaba como cuidar al bebé y Kim sonreía en grande al ver a su sobrino, Angela pateaba en su interior y lo hacía suspirar. Con el menor dormido y arropado en el Moisés, ambos hermanos fueron a la oficina de su padre, encontrado allí a su padrastro sentado en su sillón, cerca de su padre, leyendo un libro, mientras su padre, en su silla, jugaba con sus peces peleadores.

– Aquí estamos papá.– anunció Khun cuando entraron sin tocar. Colocó la mano en la espalda baja de Kim y lo adentró, ayudándolo a sentar luego de colocar el cunero en una de sus tantas bases, la cual se encontraba cerca del escritorio de Korn.

– Cada día te ves más hermoso Kim.– dijo el mayor y el embarazado le sonrió bonito, colocando sus manos al rededor de su hinchado vientre.

– Yo también estoy hermoso, gracias papá por recordármelo.– dijo el hijo mayor con suficiencia, causando las risas de los demás.

– Siempre has sido hermoso Khun, no hay que recordarlo.– Chan, que había cerrado su libro, añadió.

– Lo sé pá, era una broma. ¿Para qué somos buenos?

– Verán, hijos míos, tenemos una visita el día de hoy.

–¡Vaya! ¿Quién viene?– preguntó Khun.

– ¿Recuerdas la charla que tuvimos, hace unas madrugadas atrás? ¿Cuando dormiste con nosotros?– Kim miró raro a su hermano mayor, quien se quedó pensando en lo dicho por su pá.

– Oh, sí, ya. ¿¡QUÉ MIERDA PAPÁ!? ¡Kim está aquí! ¡Podría ser malo para su estado!

– Hey calma.– El mayor se había parado de su lugar y tomado a su nieto, que había despertado por el ruido y gimoteaba. Lo arrulló un poco y lo volvió a colocar en su lugar. Se acercó al mayor de sus hijos y lo tomó por las mejillas, dejando un beso en su frente. Kim miraba la acción confundido, no entendiendo lo que estaba pasando.

– ¿Qué está pasando pá, papá?– cuestionó Kim. Su padre nuevamente en su asiento suspiró.

– A pesar de estar en estado, y de que las hormonas han actuado en ti, sigues siendo el mismo Kim de cabeza fría para los negocios de siempre. Así que por eso quise que estuvieras aquí, además de que es un tema que te compete completamente. Tawan está vivo Kim.– el menor de todos no supo cómo reaccionar. Colocó sus manos en su vientre por si acaso. Angela estaba tranquila, así que no debía preocuparse. Pero había alguien que no lo podía saber. Kim frunció el ceño y miró a su padre.

– Porchay no lo puede saber.– dijo con voz helada. Su padre asintió entendiendo la situación. El teléfono de mayor sonó en ese momento.

– ¿Bueno? ¿Ya estás aquí? Puedes pasar.– Menos de dos minutos después la puerta fue abierta por un guardaespaldas, dejando pasar al joven en silla de ruedas.

– Buenas tardes a todos.

La Sangre De La Mafia [KinnPorsche]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora